domingo, 21 de diciembre de 2008

La historia de las cosas

Muy buen video sobre las consecuencias ecologicas de la produccion y el consumo.

martes, 18 de noviembre de 2008

Una nueva lectura sobre la teoría de Malthus acerca de la población

Malthus:
A contramano de lo sostenido por el sacerdote y economista inglés, quien en 1780 auguraba un aumento del número de nacimientos como consecuencia del crecimiento económico, las estadísticas actuales indican que ese proceso se observa en las sociedades con mayor índice de pobreza, y no en las más desarrolladas.La teoría del sacerdote y economista inglés, Thomas Robert Malthus, quien en 1798 sostuvo que a “mayor crecimiento económico, mayor número de nacimientos”, ha sido refutada por los datos de la realidad contemporánea que indican que el aumento en la tasa de natalidad se observa en las sociedades pobres del mundo, mientras que en las más desarrolladas el proceso es a la inversa. A finales del siglo XVIII, exactamente en 1798, el sacerdote y economista inglés Thomas Robert Malthus publicó el libro: Ensayo sobre el principio de población, que se convirtió a lo largo de los años en el referente obligado para explicar las consecuencias del impacto que el crecimiento demográfico impuso al medio ambiente y al desarrollo de la sociedad.A contramano del análisis de Malthus, el periodista e investigador italiano Gianni Mazzoleni describió en la segunda parte del libro de Giovanni Sartori, El mundo explota, que la relación resultó ser a la inversa, aunque el resultado al que se arribó fue el mismo: una desmedida explosión demográfica."Hay un hecho real -reconoció Mazzoleni-; en tiempo de Malthus la población mundial alcanzó los mil millones de almas y en poco menos de dos siglos se ha multiplicado por seis. Cometió algún error, pero nos lo advirtió con 200 años de anticipación"."En los países ricos, donde no es extraño que la natalidad sea inferior a la tasa de mantenimiento, los nacimientos son cada vez menos, mientras que en los países pobres la tasa de natalidad suele ser muy elevada", precisó.África, por ejemplo, que es el continente más pobre del mundo, registra el mayor crecimiento poblacional al pasar de 220 millones en 1950 a más de 800 millones en 2001, y se estima que para el año 2025 ascenderá a 1.600 millones de personas.En tanto, los porcentajes en los países desarrollados están disminuyendo de forma vertiginosa: el 33,1 por ciento del total mundial que tenía en 1950, pasó al 22,8 por ciento en 1990 y se estima que para el 2025 el porcentaje descenderá al 15,9.Europa constituye un caso especial dentro de este grupo con tasas de crecimiento inferiores al 1 por ciento anual, e incluso con valores negativos en algunos países como Alemania e Italia.Un caso paradigmático es de la China, donde su población disminuyó en forma proporcional a su crecimiento económico; mientras que en la década de los sesenta la tasa de fecundidad era de 6,5 hijos por mujer, en la actualidad es de 1,8. La consecuencia de este crecimiento humano en las áreas periféricas, según describió Mazzoleni, fue el aumento del éxodo campesino hacia las zonas urbanas para hacinarse en barriadas donde la escasez y la contaminación degradaron aún más el ambiente."En las tierras abandonadas el desierto avanza mientras que en otras partes, en los pulmones verdes del planeta, se extiende la deforestación para obtener terrenos cultivables; el resultado es la destrucción del ecosistema", subrayó.Ese fenómeno que se observa en los países ricos, y que contradice en un todo a la teoría maltusiana, obedeció a varios factores imposibles de haber sido previstos por el economista británico más de dos siglos atrás.Por un lado, el proceso de secularización creciente en las sociedades desarrolladas dio la espalda a las prescripciones religiosas contrarias a la planificación familiar, y por otro, la emancipación de la mujer y su voluntad de elección de su propio destino, además del acceso a la educación, cambiaron radicalmente los parámetros de crecimiento demográfico.Pese a las tibias esperanzas expresadas en el informe "Estado de la población mundial 2002", elaborado por las Naciones Unidas, en el sentido de una caída en el número de nacimientos en las zonas de mayor fertilidad -por sobre todo los países islámicos-, la realidad demostró que se está ante una situación alarmante."Este aumento de la población -alertó Mazzoleni-, se traduce en producción de contaminantes, de basuras y de gases de efecto invernadero, cuya emisión por parte de los países superpoblados está destinada a hacer vano cualquier esfuerzo de los países ricos para limitar estas formas de contaminación".El periodista italiano sostuvo en su obra que a los problemas planteados por Malthus de exceso de población y el hambre que ella trae aparejado, "se ha añadido el elevado consumo de energía, la degradación de la tierra, de los ecosistemas y de la atmósfera".Y aún más: "lo que se hace trizas con un crecimiento demográfico de estas características es en definitiva la organización, la gobernabilidad de las situaciones: las reglas saltan y la organización rechina".Para graficar esta situación, Mazzoleni citó a otro intelectual que en los últimos tiempos adquirió merecida fama por su obra: "El choque de las civilizaciones", Samuel Huntington, quien alertó sobre el peligro de que estas sociedades cada vez más densamente pobladas, al no tener los suficientes recursos para todos, se proyecten hacia el exterior, hacia otros territorios para dominar recursos ajenos.Las alertas, por tanto, llegan desde todos los rincones. La tierra no soporta más que cada quince años se vuelquen a sus frágiles ecosistemas mil millones de bocas nuevas para alimentar, vestir, educar, progresar y desarrollarse.Tal como lo subrayó el Banco Mundial, los cinco grandes ecosistemas de la tierra sobre los que se basa la supervivencia humana -bosques, praderas, litorales, agua dulce y tierras de cultivo-, han llegado al límite de su crecimiento, de su capacidad de reacción y regeneración.Los líderes del mundo no pueden decir que no han sido alertados. En 1972, el Club de Roma elaboró el informe conocido como "Los límites del crecimiento", en donde por primera vez se colocaba a la cabeza de una cadena de problemas al llamado crecimiento demográfico.

Economia y medioambiente

Relaciones Medio Ambiente-Economía. La necesidad de una nueva mirada

Economia y Medio Ambiente

Economía ecológica

Economía de recursos naturales

Grandes problemas medioambientales

Pobreza vs. Medioambiente

domingo, 16 de noviembre de 2008

Los Problemas que estudia la Economía.

Escasez. Elección. Frontera de Posibilidades de Producción. Costo de Oportunidad. Los Grandes Temas: Asignación de los Recursos, Teoría de la Formación de los Precios, Teoría de la Producción, de la Distribución, del Ingreso Nacional y de las Fluctuaciones Económicas, del Crecimiento y del Desarrollo económicos.
I.
1. Los problemas que investiga la Economía aparecen desde el momento en que se emplean recursos para satisfacer necesidades humanas.

2. Bienes económicos. Mercancías y Servicios.
Los recursos disponibles por parte de una sociedad comprenden no solamente los prodigados por la Naturaleza (tierras, bosques, minerales), sino los propiamente humanos, físicos y psíquicos, y toda la gama de artefactos fabricados por el esfuerzo e inventiva humanos y aptos para colaborar en procesos productivos ulteriores (herramientas, maquinarias, construcciones). A estos recursos suele llamárselos factores de la producción.
Las cosas producidas se llaman bienes. Tradicionalmente se planteó la distinción entre aquellos bienes que son tangibles (mercancías), y los intangibles (servicios).
La distinción apuntada no debe ser valorada en exceso, ni tampoco menospreciada. Más bien, conviene partir reconociendo que tanto mercancías como servicios proporcionan satisfacción a determinadas necesidades, individuales o colectivas. La necesidad de disponer de mercancías apunta en realidad a los servicios que las mercancías en cuestión son capaces de proporcionar. Desde esta perspectiva interesa destacar que las mercancías son bienes tangibles, resultados de procesos, en tanto que los servicios son procesos en sí mismos, realizaciones intangibles, desempeños.
Aprovechamos la oportunidad para señalar que la alusión a la pareja "bienes y servicios" induce a confusión, toda vez que los servicios son bienes económicos, así como también lo son las mercancías, todos ellos susceptibles de contar con un valor en el mercado.

3. Producción y Consumo.

El acto de hacer o generar mercancías y servicios se llama producción, y el acto de emplearlos para satisfacer necesidades se conoce como consumo.
Las necesidades humanas se suponen susceptibles de satisfacerse mediante el consumo de mercancías y servicios. Dicho fenómeno adopta la forma de un proceso que apunta, aparentemente, a carecer de tope o límite. Empero, frente a las necesidades conocidas de mejor alimentación, de alojamiento, vestimenta, educación, salud, etc., la oferta existente solamente cubre una porción de la cantidad que la gente desea. Este problema da lugar a uno de los tópicos esenciales de los que trata la economía: el de la escasez.
Este fenómeno se suele explicar argumentando que no existe una cantidad de recursos suficientemente grande como para satisfacer las necesidades de todas las personas v que, por ese motivo, se hace
necesario disponer de mecanismos que indiquen qué cosas pueden hacerse y qué cosas deberán dejar de hacerse, qué se producirá y qué no se producirá, en qué cantidades se producirá, qué necesidades se satisfarán y cuáles de ellas no se satisfarán.

4. Escasez y Elección.

La escasez de los recursos disponibles fuerza a elegir. La elección de mayor cantidad de una cosa lleva a tener que elegir menor cantidad de otras cosas. Este tema tiene perspectiva individual y social. En la perspectiva social, habrán mecanismos que permitan elegir qué cosas producir, y de qué manera distribuirlas entre la población, una vez producidas. Quiénes deciden? Quiénes eligen? Personas y organizaciones eligen y deciden a través de mecanismos diferentes y sobre la base de distintas éticas vigentes.
El tema de la elección es un gran tema en economía, de recurrente y muy frecuente aparición en diversas argumentaciones. No obstante, frecuentemente aparece disimulado o desdibujado.
Es importante establecer la íntima vinculación con el concepto de costo que tiene el tema de la elección.

5. La Frontera de Posibilidades de Producción.

Introducimos ahora el concepto de "Frontera de Posibilidades de Producción". Para facilitar la tarea, recurrimos a una gráfica de dos dimensiones. Se trazan dos ejes que se cortan en ángulo recto en "O". A lo largo del eje horizontal se miden cantidades físicas del bien "A", y a lo largo del eje vertical se miden cantidades físicas del bien "B", en ambos casos a partir del origen "O".
Si la cantidad total de recursos de la economía se dedica a la producción de "A", se alcanza una producción de OD; si se dedicaran a la producción de "B", se alcanza la cantidad OE. Si parte de los recursos se dedican a la producción de "A" y parte a la producción de "B", se alcanzan distintas combinaciones ubicadas, por ejemplo, sobre la recta DE.
Esta recta DE muestra la Frontera de Posibilidades de Producción de esta economía hipotética. Es "frontera", porque limita las posibilidades de producción a diferentes puntos ubicados sobre la recta y también a puntos ubicados en el triángulo ODE. Los puntos ubicados a la derecha y arriba de ese triángulo resultan inalcanzables, dada la cantidad de recursos existentes en la economía y dada la tecnología vigente.
La pendiente o inclinación descendente de la recta refleja la cantidad de un bien que debe ser sacrificada para poder producir mayor cantidad del otro, mientras se encuentran totalmente ocupados los factores de la producción. Los puntos dentro del triángulo ODE reflejan combinaciones de "A" y de "B" obtenibles, pero con evidente subocupación de recursos, con desperdicio de los mismos.
La línea recta refleja una tasa o ritmo de sustitución constante de un bien por otro a lo largo de ella: siempre es necesario sacrificar una proporción dada de un bien para obtener una cantidad adicional del otro. Esta es la medida del Costo de Oportunidad del primero de los dos bienes. El Costo de Oportunidad es constante.
La Frontera podría haberse dibujado cóncava al Origen de Coordenadas. En ese caso, el Costo de Oportunidad no es constante: disminuciones unitarias del bien que se mide en la ordenada van acompañadas de aumentos cada vez menos significativos del bien que se mide en la abscisa. Esto habla de una eficiencia productiva decreciente, que opera tanto en la producción de "A" como de "B".
La Frontera podría haberse dibujado convexa respecto del origen. Ello reflejaría eficiencia creciente en la producción tanto de "A" como de "B". En las tres hipótesis descriptas la Frontera es decreciente, lo cual hace a la lógica de fondo de las argumentaciones expuestas, las que apuntan a sustentar una de las recientes definiciones de Economía basada en la identificación de su objeto central de estudio: los problemas de la asignación de recursos escasos a objetivos alternativos y competitivos entre sí. Se trata naturalmente de una aproximación incompleta, aunque exacta.

6. Los grandes temas de la economía: Qué producir, Cuánto producir, Cómo distribuir lo producido.

El gráfico construido a instancias de la descripción colabora en perfilar con claridad los grandes conjuntos de temas que estudia la economía: qué mercancías y servicios producir y en qué cantidades, qué procedimientos emplear para producirlos, cómo se asigna la oferta de bienes entre los distintos integrantes de la comunidad, cuál es la medida de la eficiencia con la que se utilizan los recursos existentes, si existe pleno empleo de recursos o si se desperdician, y si la capacidad productiva de la economía está aumentando, se mantiene constante, o disminuye.
El primer conjunto de temas toca aspectos institucionales, porque la manera en una sociedad asigna recursos escasos frente a las necesidades humanas alude a sistemas para resolverlos. Los precios, según sus niveles relativos, expresan prioridades emanadas del ambiente en que gestan. Este es el ámbito de la Teoría de los Precios, en la medida en que los mercados participan más o menos fluidamente en la tarea.
Los procedimientos utilizados en la producción conducen a discutir tecnologías alternativas, que utilizan los distintos factores de la producción con diferentes intensidades relativas. Por lo general es posible producir el mismo bien empleando procedimientos diferentes, aunque no existan infinitas posibilidades distintas en el mismo momento del tiempo. Las peculiaridades abiertas en cada caso se estudian en el ámbito de la Teoría de la Producción.
Los problemas relativos a los modos en que se asigna la oferta de bienes entre los distintos grupos en la sociedad se vinculan con el papel que se reserva al Estado. Su participación, actuando u omitiendo, fue tema central de estudio y discusión por Adam Smith. David Ricardo. John S. Mili y J. M. Keynes, por ejemplo. Es tema de la Teoría de la Distribución.

7. Eficiencia en la Producción y en la Distribución, La Economía del Bienestar.

Las cuestiones sobre la eficiencia atañen con igual interés a la eficiencia en la producción y en la distribución.
Puede ocurrir que se estén utilizando todos los factores de la producción, pero que se esté dentro del área del triángulo ODE: en ese caso podría hablarse de ineficiencia productiva. Podría mejorarse la eficiencia empleando tecnologías diferentes, y pasar a puntos más cercanos a la recta DE. Podría aumentarse la eficiencia y al mismo tiempo lograrse que la sociedad estuviera mejor. Pero no necesariamente vale la pena asumir el costo de eliminar ineficiencia: podría ocurrir que el costo de nacerlo superara las ventajas de realizar el cambio. Aquí se plantea todo lo que debe saberse - y no se sabe - sobre la relevancia cuantitativa de tales ineficiencias. A veces se trata de las limitaciones de conocimientos técnicos acerca de cómo medir variables tan elusivas como las atinentes al bienestar sentido por la gente; otras veces se trata de investigaciones censales que no se encaran. En fin, estos asuntos son tema de la Economía del Bienestar, capítulo de los más significativos y difíciles de la ciencia económica. Y, por cierto, de los que generan más inquietud y recelo, al tiempo que requiere mayor amplitud y profundidad de conocimientos.

8. El desperdicio de recursos ocasionado por el mercado. Los Ciclos económicos.

Uno de los aspectos más inquietantes y contradictorios en las llamadas economías de mercado es el del desperdicio de recursos escasos que provocan al funcionar. Este tema se suele englobar bajo el título de "desempleo involuntario de recursos" (de personas).
El funcionamiento habitual y regular de los sistemas "de mercado" no aseguran ausencia de desempleo de los factores de producción y de materias primas.
Se producen grados variables de sub empleo de los mismos, y ciclos expansivos y contractivos de tal sub empleo. La Frontera de Posibilidades de Producción se desplaza a la izquierda y hacia abajo, porque desempleo de recursos es sinónimo de ineficiencia en su uso. Ambas circunstancias terminan poniendo menor cantidad de bienes a disposición de la sociedad. No obstante, la naturaleza de los problemas es diferente, y es diferente también la manera de tratar de solucionarlos.
La Depresión de los años '30 y las tendencias de la economía mundial desde los '80 muestran signos parecidos de desempleo, aunque de características muy diferentes.
Estos temas se estudian principalmente bajo el capítulo de la Teoría de los Ciclos económicos.

9. El Crecimiento económico.

Una economía que crece se visualiza con desplazamientos hacia la derecha y hacia arriba de la Frontera de Posibilidades de Producción. Las explicaciones de tal fenómeno se incluyen en la Teoría del Crecimiento y en la Teoría del Desarrollo económicos.
Se ha solido enfatizar la diferencia entre estos dos términos. Crecimiento se ha reservado para aludir a procesos en que el el Producto crece, aunque sin apreciarse diferencias en los modos de producción. Desarrollo suele expresar procesos de cambios cualitativos y cuantitativos en las economías, la generalizada adopción de tecnologías nuevas, y el diseño de modalidades renovadas de encarar y hacer los negocios.

10. Una definición más amplia de economía,

Aparece en este punto una definición operativa de Economía, que amplia el horizonte dado por sola la asignación de recursos escasos entre empleos alternativos de los mismos. Reconocemos ahora que ese punto de vista se limitaba al esquema de una Frontera de Posibilidades de Producción, con la elección entre situaciones alternativas, alcanzables, inmutables en el tiempo.
Ahora se plantean otros objetivos, que surgen de falencias en alcanzar puntos sobre la línea de la Frontera, sea debido a ineficiencias, desempleos "involuntarios" de recursos escasos, sea debido a la posibilidad de movimientos de la Frontera hacia la derecha - crecimiento, desarrollo económico -
En consecuencia, la Economía se ocupa de problemas relativos al uso y empleo que en la sociedad se hace de recursos escasos en conexión con la medida en que esos recursos se emplean, con la medida en que se utilizan eficientemente, con la elección entre empleos alternativos competitivos entre sí, y con la naturaleza y consecuencias de los cambios en la capacidad productiva de los recursos económicos a lo largo del tiempo.


II. Juicios Positivos y Normativos, Predecibilidad del Comportamiento Humano y la Ley de los Grandes Números. Teorías y Supuestos. Los Modelos. Variables Dependientes e Independientes, exógenas y endógenas. Constantes. Parámetros. Stocks y Flujos. Funciones. Las expresiones gráficas. La Agregación. Microeconomía y Macroeconomía.

1 Juicios Positivos y Normativos.

Los juicios positivos aluden a lo que fue, es o será, en tanto que los normativos se refieren a lo que debe ser.
En principio, las discrepancias respecto de juicios positivos se pueden resolver recurriendo a los hechos. Las discrepancias respecto de los juicios normativos, al aludir a juicios de valor, no pueden resolverse recurriendo a los hechos.
Algunos planteamientos positivos son los siguientes: '¿Qué, medidas reducen el desempleo?1, '¿cuáles son los mejores arbitrios para reducir la tasa de inflación?', 'el déficit fiscal, ¿reduce el desempleo y estimula alzas de precios1.
Algunos planteamientos normativos son los siguientes: 'a la hora de elaborar políticas, el desempleo debiera preocuparnos más que la inflación', 'la legislación impositiva debe orientarse a proporcionar incentivos para el desarrollo de empresarios y operarios cada vez más eficientes'.
La distinción entre juicios positivos y normativos surge debido a que es imposible derivar juicios normativos a partir de supuestos positivos, y viceversa. Se trata de un principio esencial de consistencia lógica el hecho de que si se cree que algo debe hacerse, pueden deducirse otras cosas que también deben hacerse, pero nada puede deducirse acerca de lo que está hecho. Por otro lado, si dos cosas son ciertas no se puede deducir de ello lo que sería deseable o conveniente.

2. Método Científico y Economía. La Ley de los Grandes Números.

En términos generales, el método científico consiste en buscar la relación entre las preguntas que se plantea y la evidencia empírica respaldatoria. Ante un planteamiento controvertido, se recurrirá a evidencias que lo respalden o lo descalifiquen.
La Economía no puede operar como lo hacen las ciencias experimentales, recurriendo a experiencias de laboratorio. Deberá esperarse el tiempo necesario para desarrollar observaciones que pueden utilizarse como evidencia para comprobar sus formulaciones teóricas.
En Economía desempeña un significativo papel la posibilidad de anticipar el comportamiento colectivo o grupal con aceptable precisión. Por ejemplo, el comportamiento de familias de determinado nivel socioeconómico ante variaciones de sus ingresos disponibles. La estabilidad del comportamiento esperado que se traía aquí es la estabilidad de la respuesta a factores causales y no una simple e ingenua estabilidad de cambios de tendencias.
La Ley estadística de los Grandes Números establece en general que los movimientos aleatorios de una gran masa de ítems individuales tienden a compensarse unos con otros. Este principio de regularidad se da tanto en el mundo natural como en el social, y puede derivarse del hecho de que los seres humanos cometen errores. La "Ley" se basa sobre la curva normal de error, de la teoría estadística. Aquí el término "Ley" alude a un rasgo significativamente constante del comportamiento humano, una constante sobre la que se basa el grueso de la teoría de la inferencia estadística. Podemos asegurar con confianza que una cantidad mayor de personas comete pequeños errores, y no grandes errores, y que cuanto más grande sea el error menor será la cantidad de personas que lo cometan, que aproximadamente la misma cantidad de personas sobrestimarán y subestimarán la distancia, y de que e! error medio de todos los individuos será cero.

3. Las Teorías permiten la predicción de eventos.

Sobre la base empírica real comprobada de que el comportamiento humano muestra pautas estables de respuesta, puede explicarse este comportamiento para predecir la ocurrencia de ciertos eventos, e intervenir para alterar la ocurrencia de ciertos eventos indeseables. Las teorías son las encargadas de proporcionar esas explicaciones.
Se observa cierta regularidad entre dos o más circunstancias; ¿a qué obedece? Una teoría intentará explicarla. Uno de los servicios más útiles que brindan las teorías es el de capacitar para predecir hechos que aún no se han observado. La Teoría del Ingreso Nacional predice que el déficit fiscal reduce el volumen de desempleo. La Teoría elemental del Precio anticipa que, bajo determinadas circunstancias, un deterioro parcial en la cosecha de soja producirá un aumento en los ingresos totales de los productores de soja.
Las teorías imponen orden en las observaciones, con el fin de explicar la interrelación que liga unas con
otras. Sin teorías, queda solamente un montón de observaciones.
La bondad de una teoría se mide por su riqueza y aptitud en la capacidad de explicar los hechos.

4. Cómo se compone una Teoría.

Una teoría se compone de:
• un conjunto de definiciones que explican claramente los términos empleados;
• un conjunto de supuestos, que describen las condiciones bajo las cuales se aplica la teoría;
• una o más hipótesis sobre la manera en que se comporta el mundo real.
Las hipótesis pueden ser simples afirmaciones, o deducciones lógicas emanadas de supuestos. Si son simples afirmaciones, se suele decir que son supuestos. Si son deducciones lógicas emanadas de supuestos, se suele decir que son implicaciones. Estas implicaciones deducidas de supuestos pueden contrastarse con observaciones empíricas, y de ello podrá concluirse que la teoría resulta congruente o no con los hechos del mundo real.

5. Los supuestos en economía.

Examinemos qué se quiere decir con "Supongamos que no hay Gobierno" al comenzar una formulación teórica. Se quiere decir que haga lo que haga el Gobierno, ello resulta irrelevante a los fines de esta teoría en particular, que el Gobierno puede ignorarse. Planteadas así las cosas, la afirmación se convierte en una afirmación empírica, y la única forma de comprobarla es constatar si las previsiones anticipadas por la Teoría se dan o no en la realidad. Si se dan, el supuesto fue correcto. Pero la crítica de que el supuesto es irreal es impropia.
Los supuestos en Economía se emplean para delinear el conjunto de condiciones bajo las cuales se mantiene la validez de una teoría.
De la misma manera, consideremos una teoría que arranca con el supuesto de que existe equilibrio fiscal. Se quiere decir que la teoría se aplica solamente en caso de que haya equilibrio fiscal. No significa que el tamaño del eventual superávit o déficit fiscal carezca de importancia para la teoría.
De todas maneras, la significación de los supuestos no es unívoca en Economía. Frente a supuestos formulados explícitamente conviene despejar confusiones desde el principio para ahorrar tiempo y esfuerzo:
• primero, el alcance que tiene el término "realmente" o "en la realidad";
• segundo, constatar si el factor que se considera es irrelevante a los fines de la teoría; tercero, si la teoría mantiene su validez solamente si la condición especificada realmente se mantiene;
• cuarto, si se trata de una ficción conveniente incorporada para formalizar algún ingrediente complejo del comportamiento humano.

6. Un Modelo Económico.

Un modelo económico es un esquema simplificado de la realidad, que describe el funcionamiento de las variables seleccionadas como de significación especial, y delinea la posible respuesta a alteraciones en el ambiente económico, social, político. Los economistas contestan preguntas teniendo en la mente modelos de comportamiento, tanto a nivel individual como de la economía en su conjunto.
Un modelo puede formularse en forma literaria, gráfica o matemática. La forma en que se formula no dice nada acerca de su valor como instrumento explicativo de la realidad. No obstante, resulta más fácil estudiar la congruencia o incongruencia de un modelo si está expresado en forma matemática que si lo está en forma gráfica o literaria, Cuando se hace una presentación matemática es imposible dejar de tomar en cuenta todas y cada una de las variables mencionadas explícitamente en el razonamiento.
Un modelo es útil para contestar preguntas sobre política económica si supera felizmente las pruebas de congruencia y de significación. La congruencia o consistencia interna de un modelo alude a la imposibilidad de afirmar y negar la misma cosa; la prueba de significación se refiere a la relación que existe entre los supuestos y lo que ocurre en la realidad. Nótese que esta opinión se enfrenta a la que consignamos antes. Los macroeconomistas están todavía discrepando sobre este punto, desde que en 1953 Milton Friedman afirmó que no hay que analizar el realismo de los supuestos en que se basa un modelo para su empleo en política económica: basta con verificar que sus predicciones coinciden con la realidad,

7. Las Variables.

La noción de variable en economía se apoya en la acepción matemática del vocablo, que alude al símbolo que designa un conjunto de números y representa indistintamente a cada uno de ellos.
La distinción entre variable independiente y variable dependiente puede utilizarse para expresar información disponible sobre la relación causal entre las variables. Por convención, toda vez que se cree conocer la dirección de la relación causal entre variables, se expresan las causas como variables independientes y los efectos o consecuencias como variables dependientes.
En teoría económica se suele distinguir entre variables endógenas y variables exógenas. Las variables endógenas son las explicadas por (o en) una teoría; las variables exógenas influyen a las variables de la teoría, pero están determinadas ellas mismas por factores externos a la teoría. A veces se aluda a las variables exógenas con la denominación de variables autónomas.
Endógena y exógena no son cualidades intrínsecas de las variables; dependen del modelo económico considerado.
Por otro lado, exógeno no es sinónimo de constante. Una variable exógena puede tener el mismo valor en distintos períodos, o bien puede tener distintos valores a lo largo del tiempo.
Hay modelos en que el valor de algunas variables endógenas dependen del valor que otras variables han tenido en períodos anteriores; en esos casos aparece la noción de variable predeterminada. En cada período, el valor de la variable predeterminada ya está determinado, porque surge de las condiciones que se dieron en el período anterior. Por ello, desde el punto de vista del período que se analiza, las variables predeterminadas son datos fijos (si el consumo de "hoy" depende de los ingresos de "ayer", y el "ayer" ya ocurrió, entonces el ingreso de "ayer" es un número).
Las variables pueden medirse en términos nominales o reales. Una variable medida en términos nominales se expresa en pesos, o en dólares por ejemplo, mientras que si se define en términos reales se mide en otros bienes (en horas de trabajo, en quintales de trigo).
Con respecto al tiempo o por la manera en que ponen fechas a los distintos valores, las variables (macroeconómicas) se pueden clasificar en tres categorías:
• stocks, existencias o acervos,
• flujos,
• números puros.
Una variable es stock cuando desde el punto de vista económico tiene sentido asociar su valor con instantes de tiempo (valores al 31/12, por ejemplo); una variable es flujo cuando desde el punto de vista del análisis económico tiene sentido referir el valor que toma durante períodos (las exportaciones durante 1996).
La clasificación de las variables en stock y flujo es importante porque, entre otras cosas, facilita la comprensión de los problemas y porque resalta la factibilidad o imposibilidad de ciertas propuestas de política económica.
La calificación de número puro se aplica especialmente al precio. Tiene sentido hablar de un precio en un instante determinado. No por ello es una variable stock. El precio resulta de dividir un flujo (el valor de las ventas de un período) por otro flujo (el volumen de las ventas de ese mismo lapso): así, la dimensión temporal se elimina en la división, y lo que queda no es ni flujo ni stock y desde el punto de vista temporal no tiene dimensión; queda un número puro. La medida de la elasticidad también es un número puro.
Hay modelos en los que el valor de las variables endógenas se determina con certeza, por ello se las suele llamar variables determinísticas. Hay otros modelos en que el valor de esas variables, al estar sujetos a una distribución de probabilidades, no se establecen con certeza; en estos casos, las variables pueden alcanzar un conjunto de valores, a cada uno de los cuales corresponde una cierta probabilidad. En estos casos, la idea de "un valor" de la variable se desdibuja, y debe reemplazarse por alguna "estimación" de ese valor, por ejemplo, el valor esperado de esa variable. En estos casos, las variables se denominan estocásticas.
En la contabilidad (nacional), los especialistas se ocupan de determinar los valores "ex post" correspondientes a las transacciones realizadas en determinado período de tiempo. Se trata valores "verificados" de la variable.
En el plano descriptivo del análisis económico se suele hablar de los valores "ex ante" de ciertas variables (dadas ciertas condiciones, el PBI ser de 320.000 millones de pesos el año que viene). Los valores "ex ante" son los esperados o deseados, antes de que el suceso ocurra.

8. Funciones.

La idea de que una variable depende de otra se expresa también diciendo que la primera es función de la
segunda.

La expresión:
Y = f(X)

simplemente que Y se relaciona con X. No dice de qué manera. Se trata de una relación direccional. exacta toda vez que se sustituyan letras por números (Y = 4 X, por ejemplo, donde si X = 2, * 8.)
La expresión
C = 100+ 0,8 Y

establece que existe una relación funcional entre los gastos anuales de consumo (C) y el ingreso anual disponible (Y). Puede referirse al comportamiento de una unidad familiar representativa de una sociedad determinada. Se trata de una formulación muy simplificada, en que se destaca solamente una variable independiente (Y) actuando sobre el Consumo en el mismo período de tiempo.
Una expresión gráfica de esa relación funcional la representaría como una línea recta con inclinación ascendente, determinada por el coeficiente 0,8, posicionada teniendo en cuenta el valor 100, que se supone es el valor de lo consumido independientemente del ingreso (o "consumo autónomo")
9. Agregados.
Un agregado es un concepto que expresa de manera sintética algún aspecto de la realidad económica común a más de una persona, a más de un bien. El consumo de todo el país, las exportaciones totales de 1996, el stock de capital, son ejemplos de variables agregadas.
El valor de un agregado es necesariamente la suma del valor de cada uno de los componentes. Los agregados, empero, tienen comportamientos absolutamente independientes de la evolución de cada uno de sus componentes.
Ello ocurre en dos casos completamente diferentes.
• El primero, cuando el agregado está integrado por personas con los mismos gustos y preferencias y cuando lo que una de ellas se abstiene de comprar cuando sus ingresos disminuyen en $ 1 es exactamente igual al aumento de consumo que realiza otra persona cuando sus ingresos aumentan en $ 1. Hay, pues, ausencia de efectos de distribución. Cuando ocurre esto, se puede estudiar con precisión el agregado sin prestar ninguna atención a sus componentes.
• E! segundo caso de absoluta independencia entre el comportamiento de un agregado y el de sus componentes es de naturaleza estadística, y es tanto más cierta cuanto mayor sea el número de componentes que integran el agregado.
El primer caso no se da en la realidad: las preferencias de las personas difieren y las proporciones de los ingresos que se gastan en diferentes productos son distintas.
El segundo caso, de diferente índole, implica estudiar cuál es el nivel de agregación más adecuado al caso que se investiga. Este tema del nivel óptimo de agregación se relaciona con el problema de los números índice.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Globalizacion

La globalización es un proceso fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en una única economía de mercado mundial.
Su definición y apreciación puede variar según el interlocutor.
La globalización muchas veces se la relaciona equívocamente como producto de los organismos internacionales públicos como OMC, FMI y BM, sin embargo, la globalización es un proceso autónomo y un orden espontáneo ajeno a la dirección de tales organismos públicos, y que depende más bien del crecimiento económico, el avance tecnológico y la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones).
Es discutible relacionar la globalización con una dimensión extra-económica o extra-tecnológica, pero en caso de abarcar cuestiones sociales mundiales (cultura, migración, calidad de vida, etc.) se usa el término aldea global.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Teoria macroeconomica

Orígenes

Proviene del griego "makros" que significa grande
Los macros (macro economía), se concentraban en industrias y empresas individuales. Con la gran depresión de la década de 1930 y el desarrollo del concepto de las estadísticas nacionales de entrada y de producto (estudio del Producto interno bruto), el campo de uno de los desafíos de la economía ha sido la lucha para reconciliar los modelos de macroeconomía y la microeconomía.
Al comienzo de la década de 1950 los macroeconomistas desarrollaron modelos micro-basados del comportamiento macroeconómico (tal como la función del consumo). El economista holandés Jan Tinbergen desarrollo el primer modelo macroeconómico comprensivo a nivel nacional, el cual desarrolló primero para Holanda y luego aplicó en los Estados Unidos y el Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial.
El primer proyecto mundial de modelo económico, el Wharton Econometric Forecasting Associates LINK (asociados Wharton para la predicción econométrica) fue iniciado por Lawrence Klein y fue mencionado en su llamado por el Premio de ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel del banco de Suecia en 1980.
En la década de 1970 economistas tales como Robert Lucas Jr. sugirieron que al menos algunos modelos macroeconómicos Keynesianos tradicionales eran cuestionables dado que no derivaban de presunciones sobre el comportamiento individual. Sin embargo la nueva macroeconomía Keynesiana ha presentado generalmente modelos microeconómicos para fundamentar la teoría macroeconómica. Es importante comprender que varias escuelas de economía no siempre están en completa contraposición de sus pares, incluso cuando a veces llegan a diferentes conclusiones.
La macroeconomía es un área en constante evolución por la investigación que se lleva a cabo. La meta de la investigación económica no es tanto estar en lo correcto, sino ser preciso. Es muy probable que ninguna de las actuales escuelas económicas capture perfectamente el funcionamiento total y real de la economía. Aun así cada una contribuye con partes para comprender el todo. Cuando uno aprende más sobre cada escuela económica, es posible combinar aspectos de cada una para alcanzar una síntesis informada.

Los modelos macroeconómicos

La Macroeconomía es un estudio de la economía de un país (o de otro tipo de agregado de agentes económicos, como podría ser una región de un país, o una zona que comprendiera varios países, etcétera) a partir de las relaciones económicas que los agentes de ese país sostienen entre ellos y con el exterior (Recalcamos que esto es importante por la cada vez mayor interdependencia económica mundial).
Dado que las relaciones económicas posibles son muchas y muy complejas, se hacen supuestos simplificadores para ir estudiando a grandes rasgos lo que sucede con las distintas variables económicas implicadas cuando se producen cambios en el entorno económico estudiado. Dependiendo de los supuestos que se hagan, de qué relaciones se consideren o no, de qué tipo de efectos transmitan estas relaciones, como se haga esa transmisión, y de que se suponga qué valores del mundo real representan las variables utilizadas, se obtendrán unos modelos u otros, de ahí que exista una gran variedad de modelos que predigan o expliquen cosas diferentes acerca del funcionamiento de la macroeconomía.
Generalmente, una escuela de pensamiento económico tiene asociados unos modelos porque esa escuela concede más importancia a ciertas variables económicas que a otras o supone que las relaciones de esas variables económicas con el resto son de una naturaleza diferente. De ahí la diversidad de modelos. Por ejemplo, existe, en el modelo IS-LM, un caso en el que supone que la demanda de dinero no depende del tipo de interés, sino sólo del nivel de renta (llamado modelo clásico). Si considerara sólo este modelo (y no el caso más general, en el que la demanda de dinero depende tanto del tipo de interés como del nivel de renta), se creería que la política fiscal no podría afectar, dentro del marco sugerido por el modelo IS-LM, al nivel de renta. Conviene también destacar otro de los grandes modelos, el modelo de los precios rígidos o de Keynes.
Para superar estas limitaciones se intentan hacer modelos en los que se incluyan cada vez más variables y se supongan relaciones de tipo más genérico entre ellas, pero tales modelos resultan cada vez más difíciles de estudiar, o de usar para predecir o explicar la economía, que en el caso de las versiones más simplificadas. Pero las versiones más simples, por su misma naturaleza, tienden a fallar y a no prever sucesos económicos o a predecir correctamente los valores que tomarán las variables económicas. Un ejemplo típico es el de políticas monetarias que, en el pasado, se tomaban para reducir la inflación: se pensaba que si se reducía la oferta monetaria en un cierto nivel, el nivel de precios disminuiría aproximadamente en un nivel previsto gracias a un modelo usado. Pero la mayor parte de las veces, no era la reducción tanta como se había deseado por los responsables de la política monetaria.
Este dilema entre "modelos fáciles", pero de poco alcance, y modelos difíciles, ambiciosos pero poco manejables, es el problema de la ciencia económica, que se suele resumir en que "los economistas tienen gran facilidad para explicar el pasado, pero incapacidad para predecir el futuro".

La creación y el estudio de un modelo macroeconómico

La mayor parte de las veces, los modelos macroeconómicos se crean y se estudian usando técnicas matemáticas ya sean representaciones gráficas de éstas. Se decide qué variables macroeconómicas se van a usar, usando definiciones lo más correctas posible. Se tiene en cuenta que puede ser bastante problemático conocer los verdaderos valores que toman estas variables, así como si se van a usar variables flujo o fondo, cuanto periodo de tiempo se supone que va a abarcar los valores de las variables, si se van a tener en cuenta relaciones de una misma variable para consigo misma, o para con otras, en el tiempo (llamadas relaciones dinámicas), etcétera.

Variables a tener en cuenta en un modelo macroeconómico
Se suelen tener en cuenta las variables de la llamada Contabilidad nacional, que incluye:
Producto Nacional Bruto (o Neto).
Renta Nacional, o suma de la renta de todos los agregados del país o zona estudiada.
Niveles de precios.
Impuestos (directos e indirectos).
Subvenciones.
Importaciones y exportaciones.
Transferencias.
Tipo de interés.
Oferta y demanda monetarias.
Inversión privada.
Gasto público.
Además de otros. Es preciso tener en cuenta la definición correcta de la variable así como el hecho de que algunas variables económicas son en realidad equivalentes a sumas y restas de otras variables económicas (por tratarse de identidades contables).
Se establecen las relaciones de tipo matemático entre las variables elegidas, de acuerdo con las ideas económicas que se tengan. Por ejemplo, se puede establecer que la Renta (Y) se obtiene gracias al Consumo (C) y la Inversión privada (I) y que es igual a la suma de ambos: Y=C+I. Éste es un ejemplo sencillo de determinación de la renta. Una forma más genérica habría sido hacer Y=f(C,I), que es decir que la Renta depende del Consumo y la Inversión privada pero no se explica como depende de ellos. Cuando los valores de una variable dependen de los de otras variables, esa variable se llama endógena del modelo. Aquellas variables cuyo valor se supone que no va a ser determinado por el modelo, se llaman exógenas. Por ejemplo, en nuestro modelo, "Y" es una variable endógena, mientras que C y I son exógenas.
Desde 1950 se han desarrollado numeroso modelos macroeconométricos, muchos de ellos basados especialmente en el lado de la demanda, destacando en este sentido las contribuciones de Lawrence R. Klein, Professor de la Wharton School of Economics y las contibuciones de los econométras del Project Link de las Naciones Unidas, impulsado por el propio Klein, los cuales han contribuido de forma importante a disminuir la incertidumbre de las políticas económicas, a la estabilidad de los precios y del crecimiento de la producción y del empleo, contribuyendo de forma muy destacada al desarrollo económico en muchos países. Otros modelos han puesto un énfasis especial en el lado de la oferta de inputs primarios (función de producción) en los que las variables más destacadas para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico son el stock de capital físico y el capital humano, uno de los pioneros de este enfoque fue el Profesor Jan Tinbergen de Holanda, también Premio Nobel. Un tercer enfoque que tiene gran interés para el desarrollo de modelos macroeconométricos es el análisis intersectorial basado en las tablas Input-Output del Premio Nobel de origen ruso Wassily Leontief
Una síntesis de estos enfoques se presenta en el modelo macroeconométrico de desequilibrio propuesto por Guisán en 1980 (World Congress of the Econometric Society) y actualizado en Guisán(2006) el cual integra las tres perspectivas anteriores: demanda, oferta de inputs primarios y relaciones intersectoriales, y en ese documento se presenta también una síntesis de contribuciones a los tres enfoques. Una aplicación interesante del modelo de síntesis a los Estados Unidos se presenta en Guisán y Expósito(2006)[1]
Las tres perspectivas son importantes y la clasificación de variables endógenas y exógenas puede variar según la perspectiva del modelo pues variables que son exógenas desde la perspectiva de demanda pueden ser endógenas desde la perspectiva de oferta y viceversa, de forma que según las características del país en cada período de tiempo habrá que destacar unos u otros aspectos.

Parámetros de proporción entre variables

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que las relaciones pueden estar matizadas por los llamados parámetros. Un parámetro nos diría en que medida el valor de una variable afecta a otra a través de una de las relaciones que sostiene con ella. Generalmente, se espera que los valores de los parámetros no cambien en el tiempo, pero, cuando cambian, se dice que hay un cambio estructural (también lo hay si cambian las relaciones entre las variables). Por otro lado, los cambios en los valores de las variables se llaman cambios coyunturales.
Se pueden introducir supuestos en un modelo y a partir de ellos obtener nuevas conclusiones. Por ejemplo, si suponemos que el Consumo va a depender de la Renta obtenida en el periodo, podemos escribir esto así,
C = cY,
quiere decir que una fracción de la renta se destinará al consumo. El valor c es lo que sería un ejemplo de parámetro. Es una medida de qué parte de la renta se destinaría al Consumo. Si introducimos esta idea en el modelo original, obtenemos
Y = cY + I,
y de ahí despejando esta ecuación, obtenemos que:
Y = (1 / (1 − c))I
que nos indicaría que la renta depende en última instancia sólo de la Inversión Privada (en este modelo, al menos). Evidentemente, en este modelo, un cambio en el parámetro c, o sea, en la tendencia de los consumidores, también cambiaría el nivel de renta.
Un modelo puede tener muchas relaciones y variables en forma de ecuaciones, por lo que su estudio en ocasiones requiere de métodos matemáticos avanzados. Un método muy usado es el de estática comparativa. En éste, cuando se tiene un modelo en equilibrio (un modelo en el que el número de ecuaciones es igual al de variables endógenas, por lo que el valor de estas está completamente determinado), se hace la prueba de cambiar los valores de las variables exógenas para ver cuáles son los nuevos valores de equilibrio de las variables endógenas.

Comprobación de la validez de un modelo macroeconómico

Un modelo macroeconómico no nos serviría de cara a la realidad si no se pudiera comprobar la validez de este usando los valores reales de la variables que estamos considerando, así como tampoco nos serviría de nada suponer cuales son las relaciones entre las variables y cuales son los valores de los parámetros que influyen en esas relaciones, si no podemos comprobar en qué grado esas relaciones son así y cuales serían realmente los valores de esos parámetros. Por ello, se usa una técnica estadística llamada Econometría para comprobar hasta qué punto, usando valores obtenidos de la realidad (por ejemplo, de estudios realizados por los Bancos Centrales, de informes económicos diversos de instituciones gubernamentales, y otros) se puede verificar en qué grado lo afirmado por un modelo se cumple.
Por ejemplo, si, en el marco de un modelo hipotético, hemos supuesto que el consumo (C) depende de la renta (Y), los tipos de interés (I), la riqueza acumulada (W) y los niveles de precios (P), podríamos expresar esto como (Lo cual sería una relación lineal). Los valores de C,Y,I,W y P tendrían que averiguarse buscando informes económicos oficiales que pudieran mostrarnos estas estadísticas y los valores que estas han tomado a lo largo del tiempo (por ejemplo, los valores que han tomado cada año durante un periodo de 10 años), pero los valores de los parámetros (cy, etcétera) tendrían que ser deducidos por el investigador usando la econometría. Esta técnica también puede informar hasta qué punto este modelo lineal es válido (o sea, que acertaría a explicar el valor de C a partir de las restantes variables) o si alguna de estas variables es irrelevante, o si resultan en conjunto insuficientes para explicar el valor de C a lo largo del periodo considerado.
En algunos casos, se intenta que los modelos Macroeconómicos tengan un fundamento Microeconómico, o sea, que se pueda representar las variables Macroeconómicas implicadas como la suma de variables microeconómicas que fluctúan en las relaciones de equilibrio de varios modelos microeconómicos que representen a los agentes económicos que operan en el área que se está estudiando. Si no se hace así, tendríamos un modelo Macroeconómico basado en creencias más o menos arbitrarías sobre el funcionamiento de la economía, lo cual es un modelo "ad-hoc".

Un ejemplo de desarrollo de modelo macroeconómico

El siguiente es un ejemplo de modelo como el que se suele enseñar en cursos básicos de Macroeconomía, aunque nuestra exposición será más simplificada y se obviarán muchas cosas. Sólo es un ejemplo de muestra y no sirve para estudiar ninguna economía real con seriedad.
Estudiaremos la economía de un país imaginario (o cualquier otra zona) fijándonos en las variables de la Contabilidad nacional.
Consideremos la renta (Y) como la suma de todos los bienes y servicios producidos en un periodo de tiempo, por ejemplo un año. Ahora bien, algunos de esos bienes y servicios han servido para el consumo de los habitantes del país, es decir (C) será el consumo, otros habrán servido para que las empresas puedan reponer sus necesidad de capital para producir (maquinaria, herramientas, materias primas, etcétera), esto lo llamaremos inversión (I); por su parte, el gobierno del país también ha intervenido en la economía consumiendo bienes y servicios para hacerlos públicos o ha intervenido mediante empresas públicas en el mercado, a lo que llamaremos gasto público (G). También se han importado bienes del exterior, mediante las importaciones (IM) y se han exportado al exterior, mediante la exportaciones (X).
Entonces, podemos representar la renta como esta suma: Y = C + G + I + X − IM
La razón por la que las importaciones pasan "restando" es la siguiente: el lado de la ecuación Y+IM representa en qué hemos usado todo el dinero empleado en el periodo, el total de producción nacional de bienes y servicios, y de importaciones, y en eso ha tenido que emplearse todo lo que se ha demandado durante el periodo: C+I+G+X (ya que algunas de estas variables en parte han tomado de la producción nacional y en parte de las importaciones). Por tanto Y+IM=C+I+G+X, y pasando IM al otro lado, tenemos Y=C+I+G+X-IM. Podemos simplificar y llamar a las dos últimas variables "Exportaciones netas", y presentarlo así:
Y=C+I+G+XM
Hay que introducir ahora factores que influyen el consumo. El Consumo se supone que será una parte de la renta disponible de los consumidores. Pero, ¿Qué es la Renta disponible? Podríamos pensar que es Y, pero como el gobierno necesita parte de esa renta para financiar el gasto público (G), podemos suponer que la renta disponible es la renta Y después de que el gobierno ha retenido una parte en forma de impuestos, y los presentamos de forma simplificada por una tasa impositiva (t) (Con 0<=t<=1, si bien t=0 o t=1 serían casos demasiado improbables en la realidad) Así pues, la renta disponible será (1-t) Y. Ahora bien, el consumidor, normalmente, no se la gastará toda en consumo, sino solo una parte, podemos suponer que por término medio todos tienen la misma propensión al consumo, y la llamamos (c) a esa propensión. Por tanto, el Consumo privado será: C=c(1-t) Y. Introducimos esto en nuestra ecuación y quedaría así: Y=c(1-t) Y+I+G+XM Otro supuesto que se suele hacer es que la Inversión privada se ve negativamente afectada por los tipos de interés del dinero. Cuando éstos son altos, como las empresas tienden a pedir créditos bancarios para equipar sus medios de producción, tienden a invertir menos porque invertir más significa tener que pagar más de intereses y de principal. Esto lo podemos representar así: La Inversión tiene un nivel máximo posible (Im) y disminuye linealmente con los tipos de interés, o sea: I=Im-bi, donde b representa la sensibilidad de las empresas privadas al tipo de interés bancario e i ese tipo de interés. Nuestro modelo ahora es así: Y=c(1-t) Y+Im-bi+G+XM La cuestión es que en este modelo vemos que la misma variable, la renta, aparece en los dos lados de la ecuación. Esto puede interpretarse como una relación dinámica, o sea, el valor de Y en la izquierda va a depender del valor que tuvo en el pasado, en la derecha de la ecuación, y del resto de los valores de las variables. E irá cambiando periodo tras periodo. Sin embargo, si suponemos que las otras variables no cambiaran, si los parámetros fueran constantes durante suficiente tiempo, entonces posiblemente la renta llegaría a no cambiar tampoco con el tiempo, alcanzando lo que se llama el valor de equilibrio. Podemos hallar este valor de equilibrio: Y=(Im-bi+G+XM)/(1-c(1-t)) Con esta ecuación, también llamada curva IS, se pueden hacer diversos análisis viendo como cambiaría la renta de equilibrio si variaran los parámetros o las variables implicadas. Esta curva refleja los valores de renta (Y) y tipo de interés (i) para los cuales el mercado de bienes y servicios está en equilibrio. Existe una curva que es complementaria de esta, llamada LM. Veamos en qué consiste. Los agentes demandan dinero para poder actuar en el mercado. El dinero interesa en términos reales, no nominales. ¿Qué quiere decir esto? Que importan los niveles de precios. La oferta de dinero depende del Banco Central del país, que es el único organismo que puede emitir dinero, pero este luego deja que el resto de los bancos lo distribuyan y cobren intereses por prestarlo. En cualquier caso, la Demanda Monetaria se puede representar como el cociente de dos variables, M, la cantidad total de dinero en la economía, y P, los niveles de precios. Es decir (M/P). Esa demanda se puede suponer que depende así del resto de la economía: a mayor nivel de renta, se demandará más dinero para comprar en los mercados, pero un mayor tipo de interés disuadirá generalmente de demandar dinero, ya que este debe ser reintegrado cuando se pide como préstamo. De ahí que se represente la demanda así: M/P=kY-hi. Si suponemos que la oferta y demanda monetarias están igualadas en el mercado monetario, podemos coger la ecuación anterior y despejar la renta:
Y= [(M/P)+hi]/k
Que es una curva que relaciona los niveles de renta y de tipos de interés para los que el mercado monetario está en equilibrio. Ésta es la curva LM.
Si tomamos las curvas IS y LM (muy simples por ser este un modelo de ejemplo) y las juntamos obtenemos un sistema de dos ecuaciones con dos variables, que serán la renta y el tipo de interés:
Y= (Im-bi+G+XM)/(1-c(1-t))
Y= [(M/P)+hi]/k
Podemos despejar, usando los métodos para sistemas de ecuaciones lineales, y obtener los valores de "Y" e "i" en función de todos los demás parámetros y variables y usar las funciones resultantes para estudiar como variarán los niveles de renta y tipo de interés en el equilibrio cuando varíen los parémetros o las variables exógenas.
Es más, podemos obtener la curva de Demanda Agregada, ya que podremos expresar la renta (Y) dependiendo de los niveles de precios (P)
Esta curva tendría la siguiente expresión:
Y= (1/(1+(bk/(h(1-c(1-t))))))*(Im+(b/h)*(M/P)+G+XM)/(1-c(1-t))
Se puede reducir esta expresión a una del tipo Y=A+B/P, que muestra claramente que se trata de una curva decreciente en P.
Si además desarrolláramos una curva de Oferta Agregada que relacionara niveles de salarios, de trabajo, de precios y de renta producida, podríamos cruzarla con la de Demanda Agregada y determinar por completo la renta, los niveles de precios, de empleo y otros en cada momento dado y estudiar como las políticas monetarias y fiscales del gobierno podrían influir, por ejemplo, en conseguir los niveles adecuados de precios o de empleo.
Dato relevante: Se puede aplicar el modelo de estática comparativa de IS-LM para explicar la ley de Say que dice que la oferta iguala a la demanda.

Monetarismo

Antecedentes

El monetarismo tiene una larga tradición en la historia del pensamiento económico; pueden encontrarse explicaciones detalladas y muy sofisticadas sobre el modo en que un aumento de la cantidad de dinero afecta a los precios, y a la producción a corto plazo, en los escritos de mediados del siglo XVIII del economista irlandés Richard Cantillon y del filósofo y economista escocés David Hume. La `teoría cuantitativa del dinero' prevaleció en el monetarismo, sobre todo bajo la influencia de Irving Fisher durante el siglo XX. Esta teoría se formalizó en una ecuación que mostraba que el nivel general de precios era igual a la cantidad de dinero multiplicada por su `velocidad de circulación' y dividida por el volumen de transacciones. Existe una visión alternativa de esta teoría, conocida como la versión de Cambridge, que define la demanda de dinero en función del nivel de precios, de la renta y del volumen de transacciones.
Durante la década de 1970, sobre todo durante el periodo en que el pensamiento económico estuvo dominado por las ideas de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, se analizaba la demanda de dinero de los individuos de igual forma que la de cualquier otro bien —la demanda depende de la riqueza de cada individuo y del precio relativo del bien en cuestión. En concreto, se consideraba que la solicitud de dinero dependía de una serie de variables, incluyendo la riqueza (que se puede estimar considerando el nivel de ingresos), la diferenciación de la fortuna personal entre capital humano y no humano (el primero tiene mucha menos liquidez que el segundo), el nivel de precios, la tasa de rendimiento esperado de otros activos (que depende a su vez del tipo de interés y de la evolución de los precios) y de otras variables determinantes de la utilidad que reporta la mera posesión del dinero.

Formulación del enfoque monetarista

Al considerar que el dinero es una parte de la riqueza de las personas se está suponiendo que éstas intentarán eliminar la diferencia entre la cantidad de dinero real (es decir, el dinero nominal dividido por el nivel general de precios) que tienen y la cantidad que quieren tener disponible, comprando o vendiendo activos y pasivos —por ejemplo, la adquisición de bonos— o cambiando el flujo de ingresos y gastos. Los keynesianos tienden a subrayar el primer método de ajuste, mientras que los primeros monetaristas destacan la importancia del segundo; los monetaristas actuales tienden a aceptar la validez de ambos métodos.
Por tanto, la idea básica de la economía monetarista consiste en analizar en conjunto la demanda total de dinero y la oferta monetaria. Las autoridades económicas tienen capacidad y poder para fijar la oferta de dinero nominal (sin tener en cuenta los efectos de los precios) ya que controlan la cantidad que se imprime o acuña así como la creación de dinero bancario. Pero la gente toma decisiones sobre la cantidad de efectivo real que desea obtener. Veamos cómo se produce el ajuste entre oferta y demanda. Si, por ejemplo, se crea demasiado dinero, la gente intentará eliminar el exceso comprando bienes o activos (ya sean reales o financieros).
Si la economía está en una situación de pleno empleo, el aumento del gasto o bien incrementará los precios de los productos nacionales o bien provocará un déficit de balanza de pagos que hará que el tipo de cambio se deprecie, aumentando así el precio de los bienes importados. En ambos casos, esta subida provocará una reducción de la cantidad de dinero real disponible. A medida que se compran activos financieros como los bonos, el aumento del precio de éstos reduce el tipo de interés que, a su vez, estimula la inversión, y por tanto el nivel de actividad económica. El aumento de ésta, y por tanto de los ingresos, incrementa la petición de dinero. Así, la demanda total de dinero real se igualará con el exceso de oferta gracias al aumento de los precios (que reduce el dinero real en circulación) y de los ingresos (que potencia la demanda de saldos monetarios).
Otro principio del monetarismo es que los niveles deseados de saldos monetarios reales tienden a variar con lentitud, mientras que los cambios de los saldos nominales son instantáneos y dependen de la actuación de las autoridades monetarias. Esta afirmación implica que las variaciones de los precios o los ingresos nominales responden, por obligación, a alteraciones en la oferta de dinero, lo que constituye el punto de partida de la tesis de Friedman según la cual la inflación es sólo un fenómeno monetario.

Monetarismo versus keynesianismo

Keynesianismo

Los aspectos del pensamiento económico actual que llevan la impresión de las ideas de John M. Keynes son numerosos, pero, su contribución principal, por la cual ha ejercido una influencia poderosa y duradera, consistió en la formulación del principio de la demanda efectiva. Con base en ese principio, Keynes concluye que el nivel de empleo y producción es determinado por la magnitud de la demanda agregada y que el Estado puede actuar sobre ésta por medio de instrumentos monetarios y fiscales a fin de alcanzar determinados objetivos de empleo y producción.
La noción de la potencialidad o no neutralidad de la política monetaria y fiscal fue rápida y ampliamente aceptada en los ambientes políticos y académicos de los países capitalistas, donde el mantenimiento de aceptables niveles de empleo pasó a ser una responsabilidad de los gobiernos. Así, muchos de estos países adoptaron en los años 40 y 50 políticas económicas con el explícito objetivo de alcanzar el pleno empleo. Estas políticas, junto con las favorables condiciones objetivas de la posguerra, permitieron que los países capitalistas más industrializados eliminaran la desocupación masiva que caracterizó a los años 30 y se acercaran a las metas que se habían propuesto en materia de empleo.
No obstante ello, la noción de no neutralidad de la política monetaria y fiscal continuó siendo el fundamento de la política económica, aunque ahora los objetivos de la regulación de la demanda global fue suavizar las fluctuaciones de la producción, el empleo y el nivel de precios. Estas llamadas políticas de estabilización, anticíclicas, compensatorias o de "ajustes finos", fueron concebidas como contrapesos de las oscilaciones económicas espontáneas, que los keynesianos, en general, consideran inherentes a las economías de mercado. Así, por ejemplo, un descenso de la demanda debido al debilitamiento de la inversión privada podría ser compensado por medio de una adecuada expansión monetaria y/o fiscal; lo contrario, una contracción monetaria y/o fiscal podría ser un eficiente contrapeso de un fortalecimiento excesivo de la demanda agregada.

Cuestionamiento del keynesianismo
Desde el principio existió una línea de oposición contra Keynes que cuestionó, desde diversos ángulos y con intensidad creciente, la validez de la interpretación keynesiana sobre el funcionamiento económico y de su corolario: la eficacia (y la necesidad) de una política económica orientada al mantenimiento de aceptables niveles de empleo y con capacidad para evitar las fluctuaciones violentas de la actividad económica. La existencia de este cuestionamiento ha dado lugar, durante más de cuatro décadas, a una intensa discusión de carácter teórico y empírico entre los partidarios de Keynes por un lado, y los defensores del principio prekeynesiano de neutralidad de las políticas de administración de la demanda por el otro. A este último grupo de economistas se les ha bautizado con el nombre de "monetaristas" y su representante más activo y prominente es Milton Friedman.
La consecuencia práctica más importante de la amplia aceptación de las ideas de Keynes fue la de haber dado un impulso decisivo a la profundización del papel estratégico del Estado en la economía y la sociedad; tendencia que, por otra parte, se venía manifestando sin la ayuda de ningún pensador original.
Para los monetaristas, oponerse al planteamiento keynesiano era un dictado de su presupuesto ideológico básico: el liberalismo, que no concibe la intervención estatal más que para garantizar la seguridad interna y externa del Estado, administrar justicia y realizar algunas obras públicas de infraestructura económica esenciales para el desenvolvimiento de la economía. En consecuencia, el mayor peso de la crítica al keynesianismo se enfocó a negar la validez del concepto de no - neutralidad de la política de administración de la demanda.
La crítica monetarista inició con el ahora famoso discurso de Friedman en 1967 y que tiene su hito más reciente en los modelos de expectativas racionales, llega al corazón del problema planteado por Keynes. Como hemos tratado de demostrar, la política de administración de la demanda opera sobre el empleo en la medida que sea capaz de hacer sentir su ejercicio sobre los salarios reales y, en consecuencia, sobre las ganancias; sólo el estimulo de las ganancias es capaz de convencer a los empresarios de que ocupen a los desempleados. Y lo que dice este enfoque monetarista, en esencia, es que la administración de la demanda no puede alterar el nivel "natural" de desempleo, porque si bien el manejo monetario puede actuar sobre el nivel de precios, el rápido ajuste de las expectativas de los asalariados llevará a que éstos actúen sobre el nivel de los salarios nominales, evitando así la caída del salario real y el aumento de las ganancias.
Keynes admitía de manera por demás explícita, que si los salarios nominales crecen a la par que la demanda agregada, los cambios de esta sólo tienen efectos nominales. La diferencia radica en que Keynes, en 1936, creía que el caso en que los salarios crecen paso a paso con la demanda agregada es una situación extrema y poco probable, por lo que las políticas de regulación de la demanda gozaban de un margen de maniobra suficientemente amplio. Para los monetaristas, en cambio, este margen se ha tornado muy estrecho por la velocidad de ajuste de las anticipaciones; para los partidarios de las expectativas racionales el margen simplemente no existe.
El mensaje monetarista, bien simple y nada novedoso, lo podemos sintetizar así: a pesar de la presencia distorsionante de la inflación, el precio de cualquier mercancía, el precio de la fuerza de trabajo en primer lugar, se rige por las condiciones de la oferta y la demanda a igual que el nivel del empleo y no hay nada que el Estado pueda hacer para alterar esta situación.
El programa práctico que ofrece el monetarismo es enfrentar abiertamente a los trabajadores con el desempleo a fin de fracturar su capacidad de resistencia y desarticular los sindicatos. Luego, la fuerza del mercado, la fuerza del desempleo, sería el arbitro de la relación salario - ganancia. Lo paradójico de este programa es que si su parte destructiva tiene éxito, entonces el monetarismo habrá recreado las condiciones bajo las cuales será eficaz, de nueva cuenta, una administración keynesiana de la política económica. Es decir, se habrán reconstruido las condiciones de funcionamiento del mercado de trabajo que Keynes asume en el capítulo II de la Teoría General. Ello, desde luego, si el capitalismo sobrevive al tratamiento monetarista. J. M. Keynes debió enfrentar con su pensamiento, tengamos en cuenta que su principal obra "La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero" fue publicada en 1936, las consecuencias de la desocupación y la caída de la producción generalizadas, en las economías industriales.
Muy básicamente Keynes planteaba que dada la rigidez de los salarios para ajustarse a la baja, los sistemas económicos no tendían al equilibrio con pleno empleo. Proponiendo remediar esa situación con emisión y con un aumento del gasto público. Como reacción a esta idea equivocada, surge en la Universidad de Chicago, Nóbel de Economía Milton Friedman, la idea que los cambios en la cantidad de dinero son la causa esencial de las fluctuaciones económicas. Encontrando su origen en materia de ideas en los trabajos de Adam Smith.
Los así llamados monetaristas, le dan a la cantidad de dinero el rol fundamental, sosteniendo -con acierto- que la oferta monetaria es el determinante clave de los movimientos a corto plazo de lo que un país produce y además del nivel de los precios en el largo plazo.
La base de su razonamiento científico descansa en una serie de hipótesis, a saber:
El mercado produce la mejor asignación de recursos. Ningún funcionario actuando discrecionalmente, puede obtener otro resultado que no sea una distorsión o una ineficiencia o un retraso en el desarrollo tecnológico.
Nada afecta más a la eficiencia, que la inestabilidad en los precios (ya sea que se trate de inflación como de desflación).
La economía sería estable, de no ser por las intervenciones de los gobiernos.
Sólo reglas monetarias permanentes y estables hacen a una economía estable.
Sólo reglas monetarias permanentes y estables crean expectativas favorables.
Sólo reglas monetarias permanentes y estables impiden a los políticos las manipulaciones electorales.

domingo, 2 de noviembre de 2008

El pensamiento economico a traves del tiempo










Concepto de economía en la antigüedad








En la edad antigua no hubo un concepto claro de la economía, en el concepto de ciencia; lo único que se observa en algunas legis­laciones, son tratados, que no responden a teorías sino a la solución de ciertos problemas de población, distribución de la riqueza o la producción; por lo tanto, sólo existen algunos tratados de filósofos, políticos o historiadores que bordean problemas económicos y sociales.
Es interesante, como dato ilustrativo, un ensayo de nacionaliza­ción de la tierra ocurrido quince siglos antes de Jesucristo, en Egipto, y que se debió a un esclavo, José (hijo de Jacob), que fue nombrado gobernador por el Faraón.
En Grecia, Sócrates es el primero que define a la economía como "El arte de administrar una casa"; además, dice que la riqueza debe buscarse en la práctica de la virtud más que en la acumulación de bienes.
Platón, en La República, expone un plan sobre la organización del Estado sobre las bases de la abolición de la propiedad privada.
Aristóteles, en La Política, define al valor de uso y lo diferencia • leí valor de cambio. Divide a la Economía Política en dos tipos: la administración doméstica y la que se refiere a la adquisición de riquezas y, a esta última, la denomina crematística; es interesante observar cómo Aristóteles considera a la guerra como el medio más natural para obtener bienes.



En Roma los hermanos Tiberio y Cayo Graco consiguen que el Senado apruebe la ley agraria por la cual no se permite la distribución entre el pueblo de las tierras públicas.
Columela preconiza el cultivo de la agricultura como única forma de la recuperación moral y material de la sociedad; es el primer es­critor de su época que afirma que los bienes obtenidos por medio de la guerra son ilegítimos.

La Edad Media — Los escolásticos
La concepción moral del cristianismo influye en los conceptos filosóficos anteriores. El concepto de la Caridad, la igualdad ante Dios y el desprecio a los bienes materiales traen consecuencias que se reflejan en el pen­samiento de los escolásticos.
Santo Tomás de Aquino en Suma Teológica, trata sobre: I) Salario Justo; 2) Precio Justo; 3) Interés.
1) Salario Justo: Considera que el salario debe ser tal que satisfaga las necesidades del trabajador y de su familia y pueda reservar algo para el futuro.
2) Precio Justo: Es aquel que deja satisfechos tanto al comprador como al vendedor.
3) Interés: Si bien el pensamiento de la época condenaba al interés, Santo Tomás de Aquino distingue el préstamo efectuado para fines productivos y para los cuales justifica el interés, de los préstamos para otros fines (subsistencia, etc.), en cuyo caso los condena.
Es interesante observar que Santo Tomás de Aquino discrepa con los canonistas y algunos escolásticos, ya defiende la propiedad privada tomando su filosofía un carácter individualista hasta entonces combatido por los que sostenían que la posesión común de los
bienes era el medio más deseable para licuar el cinismo y el afán de riquezas.
Otros autores de la época Oresmes('), que hablo sobro la moneda, y Tomás Moro, que en Utopía imagina un estado ideal, donde todo el mundo está obligado a trabajar seis horas diarias.
(1) Erudito precursor de Copérnico en astronomía. y de Descartes en geometría, esbozó la idea que después iba a ampliar Gregham según la cual cuando circulan conjuntamente dos monedas, una buena y una mata, la última desplaza a la buena del mercado, pues la buena moneda se atesora.

Escuelas económicas

La primera escuela que aplicó normas de política económica fue la escuela mercantilista.
Esta escuela, que abarcó los siglos XI y XII, fundamentaba su política en que el acumulamiento de metales preciosos (oro y plata) era la base de la riqueza nacional.
En España, esta política se llamó bullonismo y consistió, simplemente, en atesorar el oro que venía de las colonias; esta errónea in­terpretación del mercantilismo trajo como consecuencia la decadencia de España.
En Francia, esta política fue orientada por el Ministro Colbert hacia un industrialismo; se crearon industrias de lujo, tapices, porce­lanas y encajes destinados a la exportación; la balanza del comercio favorable era la fuente que surtía de oro las arcas estatales.
El mercantilismo tomó en Inglaterra, el nombre de comercialismo y tuvo un exponente en el acta de navegación de Cromwell, fuente que originó la marina británica, destinada en un principio a compartir la hegemonía de Holanda en los mares; fue la piedra fundamen­tal de la industria naviera y del poderío naval inglés; Inglaterra con­seguía el oro mediante el pago de fletes y el traslado de mercaderías. Tres naciones, tres políticas y tres consecuencias. ¿Se puede decir que el mercantilismo es malo? Un español diría sí; un francés, no; y un inglés, extraordinario. Esta escuela no la podemos llamar económica; no estudió ni trató de deducir leyes, sólo aplicó medidas políticas con el fin de con­seguir sus alcances.
La escuela mercantilista era una escuela en que el Estado debía intervenir para reglar la economía; no solamente en la metrópoli, sino que las medidas mercantilistas se extendían a las colonias y, como en el caso de España, las ahogaba en una asfixia económica.


La fisiocracia, como toda escuela de reacción; tuvo como fin principal devolver a la naturaleza el centro que había perdido durante la «'•pnru mercantilista
Los postulados fundamentaban:
1) La tierra era la creadora de riquezas, puesto que tenía la facultad de ser reproductora de bienes.
2) La existencia de un orden natural que reglaba sabiamente.
3) Un dejar hacer, dejar pasar; es decir, la no interferencia, a esas leyes naturales para romper el equilibrio que de ellas surgía.
La fisiocracia tuvo su principal exponente en Quesnay, ministro de Luis XIV, médico de la corle que comparó la circulación de la ri­queza con la circulación de la sangre en el llamado "El Cuadro Eco­nómico"; dividía a la sociedad en tres categorías: a) La clase pro­ductora, formada por los terratenientes, la nobleza y el clero; b) La clase estéril, formada por los comerciantes e industriales; y, c) Una clase formada por los asalariados que no tenía ningún rol de im­portancia.
La fisiocracia tuvo su influencia en los países europeos, hasta el advenimiento de los clásicos.
Influencia del mercantilismo y la fisiocracia en las artes de la época
Toda corriente del pensamiento no fluye canalizada, sino que se expande a todas las otras ciencias y entes.
El mercantilismo, con su apego al dinero, creo un estilo especial en el moblaje, conocido por colonial, en el cual se caracterizan los arcones de madera oscura, con bisagras y cerraduras desproporcionadas por su tamaño.
También la pintura toma tintes oscuros y de ambientes cerrados, la luz penetra por pequeñas ventanas o ilumina parte de la figura, generalmente la cabeza, dejando el resto del cuadro en la oscuridad.
La poesía y el teatro exaltan los poderes del dinero y sus consecuencias; Quevedo no vacila en decir: "Poderoso caballero es don Dinero".
La fisiocracia como la define Gonnard, es el desquite de Ceres; es decir, que la naturaleza toma su revancha, la poesía se vuelve bucólica, las églogas se suceden unas a otras, se exalta la vida campestre, la pintura sale al exterior, se vuelve luminosa con escenas de la vida al aire libre, y ninfas danzando descalzas en el patio.
Boueher pinta pastores y pastoras; la reina de Francia, María Antonieta, manda construir en los alrededores del Petit Trianon una imitación, en miniatura, de una granja; y ella se disfraza de pastora, juntamente con la corte.


Los clásicos



El advenimiento de los clásicos, marca una etapa decisiva para el estudio de la economía; esta escuela se caracteriza por tres funda­mentos básicos en su pensamiento:


1) Liberalismo. Este liberalismo es una consecuencia del dejar hacer, dejar pasar, de los fisiócratas.
Adam Smith, jefe de la escuela, en su Tratado acerca de las ri­quezas de las naciones, publicado a fines del 1700, dice que: "existe una mano invisible que regula..."; es decir, una nueva acepción del orden natural.
Esta libertad individual presupone una no intervención estatal; y significa que en el pensamiento clásico el estado tenía sólo un rol de gendarme n intervenía solamente cuando el orden interno o en peligro exterior lo hiciera necesario.
2) Individualismo. El individuo obrando libremente, busca su mayor bienestar y su progreso; el conjunto de individuos de una na­ción, obrando cada uno por su propio beneficio, impulsa el beneficio total del país.
3) División del trabajo. Ya sea en el orden nacional como en el internacionalismo, en el cual plantea el siguiente caso: si dos países tienen distinta producción, cada uno de ellos debe dedicarse exclusi­vamente a aquella producción que le es más favorable, e intercambiar los productos con otros países.
En este pensamiento se refleja el sistema liberal lo mismo que en el intercambio comercial, que no es partidario de las barreras y las trabas aduaneras; así como tampoco de favorecer la producción na­cí mal de aquellos productos que resultan antieconómicos. Además, otro de sus principios estaba basado en el Derecho de propiedad.
Los clásicos usaron el método deductivo; partían de premisas con­sideradas universalmente válidas.
Una de estas premisas fue la del hombre guiado en su ludia ma­terial por satisfacer necesidades (Homo Economicus).
Indudablemente que no todos los actos de los hombres son guiados exclusivamente por el egoísmo, ya que la humanidad esta formada por hombres cuyos móviles no son siempre de ese tipo; por ejemplo, hay filantropía, generosidad, altruismo, patriotismo.
La división del trabajo humano, según el ejemplo de los alfileres de Adam Smith:
Un obrero saca el hilo del carrete, otro lo endereza, un tercero lo va cortando en trozos iguales, un cuarto le hace la punta, un quinto obrero lima el extremo, donde van a colocar la cabeza que ha sido sometida a tres operaciones distintas; luego la fijan, otros los blanquean y otros los colocan en el papel. Es decir, que en total había casi 18 operaciones distintas, realizadas por diez obreros que obtienen de esta manera 48.000 alfileres por hombre. En cambio si onda uno hubiera trabajado por su cuenta y sin adiestramiento no hubieran po­dido fabricar ni veinte en el mejor de los casos. Es decir, que gracias a la adecuada división del trabajo y a la adecuada combinación de las operaciones se obtiene dicho rendimiento.
Los clásicos, además, vieron el mundo económico desde el punto de vista del empresario y, por lo tanto no nos debe extrañar la falta de sentimientos humanos en algunas de sus concepciones.


La teoría del valor para los clásicos


Para estudiar el valor los clásicos se dividieron y clasificaron dos valores: un valor de uso sobre el cual no profundizaron, y un valor de cambio que fue estudiado a fondo por David Ricardo, quien lo expresó en términos de horas trabajo incorporado; el valor de cambio era objetivo y estaba dado por los valores agregados al bien, y estos valores agregados se refieren al trabajo incorporado.

Los clásicos pesimistas

Adam Smith fue considerado un clásico optimista, ya que según sus teorías, la economía tendría un equilibrio, ya sea a corto o a largo plazo; pero surgieron dentro de los que siguieron esta escuela, dos economistas cuya visión del futuro no era tan halagüeña; estos dos economistas formaron la escuela de Manchester: R. Malthus y David Ricardo.
Malthus, elaboró una teoría sobre la población, tomando como base de sus estudios los cursos que había recogido Benjamín Franklin en Estados Unidos y estudiando, conjuntamente, la teoría de los ren­dimientos, descendiente de la teoría formada por David Ricardo, lle­gó a conclusiones pesimistas con respecto a la alimentación del futuro.
Como ya definimos, Ricardo corroboró esta teoría cuando señaló los rendimientos decrecientes de la tierra.
La teoría clásica contempla la economía desde el punto de vista del oferente, es decir, desde un punto de vista empresario. Persiguen las diversas formas del equilibrio económico al que se puede llegar a corto o largo plazo.
El salario juega como una mercancía más, que fluctúa de acuerdo a la oferta y a la demanda de trabajo y, como Adam Smith, el equili­brio se produce a largo plazo, del mismo modo que el equilibrio de la población.
Ejemplo: Si durante una generación existe mano de obra excesi­va, el trabajador retrasará su casamiento y limitará el número de sus hijos, por lo tanto, en la generación siguiente habrá poca mano de obra, en consecuencia, los salarios subirán; al subir los salarios suce­derá el ciclo inverso y en la próxima generación habrá un exceso de mano de obra que, naturalmente, hará bajar el salario.


El individualismo clásico y el romanticismo


La exaltación del individuo trasciende en el arte de la época. La literatura comienza a describir estados personales que llevan a una exaltación del "ego"; ya no describen hechos ocurridos a terceros, no se cantan loas a hazañas guerreras, sino que se manifiestan los sentimientos individuales, a tal punto, que se vuelve de un problema universal a un problema particular.
La música también refleja esa influencia, y las composiciones son manifestaciones externas de una situación anímica; compositores corno Chopin, Schumann, son indudablemente expresiones relevantes del ro­manticismo en la música, y Goethe es la figura excepcional en las le­tras, como expresión de individualismo.

Las críticas a la escuela clásica

El individuo, a medida que gana en libertad, pierde en seguridad. Es indudable que la libertad pregonada por los clásicos dejará campo libre a algo así como la "ley de la selva" en la que los más fuertes terminan por someter a los más débiles. La diferencia estriba en que los más fuertes en este mundo clásico no eran aquellos cuyos músculos eran los más potentes, ni los dientes los más filosos.
Los fuertes eran os "más aptos", es decir, aquellos hombres un poco más capaces, un poco más emprendedores (empresarios), más audaces, que la generalidad. En la libertad clásica, un hombre podía llegar a ser un Henry Ford o un mendigo. Todo dependía de sus esfuerzos, indudablemente que la gran mayoría no estaba dispuesta a esta lucha (Titánica, en la que el triunfo es inseguro, mientras que el fracaso es casi general.
El individuo masa quiere seguridad; nada de aventura*, nada de experiencias; él necesita que lo embarquen en un tren, que lo lleven, y que al final de su vida de trabajo le aseguren que no terminará durmiendo bajo un puente. El individuo masa está dispuesto a ena­jenar parte de su libertad por su seguridad, es en el fondo una entre­ga, no dolorosa, ya que él necesita esa libertad; por el contrario, es una carga de la que se libera gustoso a cambio de su tranquilidad.
La libertad presupone decisiones, alternativas, dudas, tropiezos. El no se siente con fuerzas para avanzar por este camino abrupto cuyo fin desconoce.
La mentalidad "masa" se da en todas las categorías sociales; un abogado que se fosiliza en un puesto burocrático, es masa, en tanto que el obrero que se perfecciona en horas robadas a un descanso, no lo es.
En busca de esa seguridad, hoy en día el hombre está enredado en su propia red. Si existe algún "emprendedor" y quiere independi­zarse montando un taller en su casa, en seguida vienen los "cuidado­res", representados por los inspectores, y lo abruman de cuidados; es decir, le preguntan si tiene ventilación necesaria, si la ventana tiene; las medidas exigidas, si el piso es aislado, si el baño está conforme a la ordenanza, si cumple con las ocho horas reglamentarias; y, al final, abruman al emprendedor que prefiere seguir el tren con los demás.

La revolución industrial

La revolución industrial surge con la incorporación del telar me­cánico en Inglaterra, inventado por Arkwright; esta revolución cam­bió totalmente las bases del sistema económico y sus consecuencias pueden dividirse en dos: a corto y a largo plazo.

Consecuencias a corto plazo: La revolución industrial crea el tra­bajo; para comprender esto es necesario situarse en la época anterior a ella.
El trabajo artesanal estaba monopolizado por los gremios; para po­der llegar a ser maestro se debía pasar por un largo aprendizaje y, fi­nalmente, por una última prueba llamada "obra maestra", cuya apro­bación quedaba a criterio de los maestros. Por lo tanto, la introduc­ción de las máquinas permitió que la gente no especializada pudiera trabajar en actividades hasta ese momento monopolizadas por los ar­tesanos.
No olvidemos que, contemporáneamente, existía en cada parroquia una lista de pobres que vivían de la caridad pública.
El trabajador de campo era un siervo del señor feudal, al que debía pagarle en especie.



Urbanismo La población de la campaña se vuelca a las ciudades atraída por los mayores salarios y se forman los grandes centros ur­banos.
El fenómeno del urbanismo mostró a los ojos de los economistas y sociólogos, la pobreza que ya existía, sólo que estaba desparramada a lo largo del país y que de pronto se agolpó en los alrededores de Londres atraída por los salarios de la industria. Volviendo a nuestros días, las villas miseria que bordean nuestras ciudades, no han sido creadas por las condiciones actuales, ya que el grado de pobreza existía, sólo que ahora, reunidos y a los ojos de la gran ciudad, despiertan el interés que antes no despertaban.



Consecuencias a largo plazo


1) Cambio del sistema económico, significa que si bien antes la demanda precedía a la oferta (producción por encargo), a partir de la evolución industrial, la oferta precede a la demanda (primero se fabrican los bienes y luego se crean las necesidades).



2) La producción en cantidad produjo a la larga una desocupación.



3) Creó la clase empresaria o capitalista; la máquina es más cara que la herramienta y, por lo tanto, debían unirse, para la compra de una máquina.



4) Creó la clase asalariada
Discusión acerca de la clase empresaria


¿Quiénes fueron los primeros empresarios." primeros empresarios no fueron ni los nobles ni los terratenientes, pero si los comerciantes que habían tenido dinero acumulado o bien banqueros; por otra parte, también pueden haber sido empresarios aquellos asalariados más aptos en una época en que el éxito estaba del lado del más capaz.
Richard Arkwright, aprendiz de peluquero murió en 1792 y dejó una herencia de 500.000 libras. Fue el inventor del telar mecánico.


La revolución industrial y la miseria


Es indudable que la revolución industrial trajo, como consecuen­cia, el traslado de todos los que vivían en nivel de subsistencia a las ciudades, con el fin de mejorar el salario.
No olvidemos que en la plena época de la revolución industrial se mostró con crudeza a las ciudades a esos pobres que antes disper­sos, ahora se aglutinaban en los alrededores de la ciudad formando un cordón de miseria.
Trasladándonos a nuestra época, no podemos decir que la industrialización del país trajo las villas miseria, sino que esos mismos individuos ya existían al nivel de subsistencia, sólo que estaban dispersos en la vastedad del territorio.



La escuela hedonística austriaca


Llamada también neoclásica; esta escuela que nace en Austria es la primera que observa la economía desde el punto de vista del con­sumidor.
No olvidemos que la escuela clásica tomaba sus posiciones desde el punto de vista empresario.
Menger y Grossen son los primeros en estudiar la utilidad mar­ginal y determinan que el valor de los bienes está dado por la utilidad marginal del mismo, o sea la utilidad de la última unidad disponible.
En el caso en que los bienes sean superabundantes (aire, agua), la utilidad marginal es cero y por lo tanto no tienen valor, ejemplo: los cubos de agua.
Si hubiera un solo cubo de agua, el valor estimado sería dado por la utilidad de esa sola unidad; es decir, que si se necesitara ira beber, a medida que se fuera disponiendo de cubos adicio­nales la utilidad marginal iría descendiendo y puede llegar a ser negativa.
Esto significa que para los bienes superabundantes, tales como el agua y el aire, la utilidad marginal es cero ya que no existe una última porción. Si se tratase de aire en un submarino que está limitado, indudablemente, el aire tendrá utilidad marginal. La utilidad es decreciente y Grossen determina dos teoremas sobre la utilidad; en el primer teorema, dice: "que la nulidad va decreciendo a medida que se va satisfaciendo una necesidad"; y en el segundo teorema dice: "que cuando los intervalos entre una satisfacción y otra son mayores, la utilidad inicial también será mayor".

Escuelas socialistas

En un principio podemos dividir a las escuelas socialistas en socialistas utópicas y socialistas científicas. A las primeras pertene­cen todos aquellos escritores que se limitaron a describir sociedades ideales, tales como la Utopía de Tomás Moro, la Ciudad del So/, de Campanella o Los Falansterios, de Fourrier.
El socialismo científico, denominado así por los mismos exposi­tores, trae un aporte a la ciencia económica en dos puntos principales :
1°) Adoptan un método dialéctico denominado materialismo histórico, en el cual expresan que la historia está determinada por acontecimientos que tienen como base un proceso económico.
Crítica al materialismo histórico: Si bien en el curso de la historia se ha podido observar que muchos acontecimientos estaban influidos por un malestar económico anterior (vgr. la Revolución Francesa, la emancipación de las colonias del Río de la Plata, etc.), no se puede negar que existen también los actos altruistas, de generosidad, de honor de ideales, que también pueden ocasionar acon­tecimientos históricos.



2º) La teoría de la Plusvalía: Carlos Marx toma la teoría ricardiana del valor y sostiene que si bien el valor de las cosas está dado por el trabajo socialmente incorporado existe una parle de ese valor que no llega a manos del obrero; esta diferencia entre el valor agre­gado y lo realmente percibido por el asalariado es lo que él llama plusvalía y es la que le asigna el papel de formadora de capital.
Las críticas a la teoría de la plusvalía fueron hechas tomando en consideración que el empresario debe cobrar un interés por el riesgo y por el uso de los bienes instrumentales.




Reacción nacionalista


En Alemania, Federico List fue el adversario más violento quo tuvieron los clásicos; en una frase de su libro dice: "Hay que ter­minar con el individualismo desorganizado"; la idea de la nación es superior a la idea del individuo y éste debe estar sometido a los fines del estado.
Los historicistas, o sea, la escuela alemana, rechazan el método deductivo y lo sustituyen por el estudio de los hechos históricos, y la observación de los mismos toman las tendencias que sustituyen a las leyes de los clásicos.


Crítica a los sistemas económicos estatistas

Las dos corrientes del pensamiento económico que claman por una intervención estatal tienen como origen común el método his­tórico. Las escuelas marxistas lo aplican para explicar el materialis­mo histórico, en tanto los nacionalistas (descendientes directos del pensamiento de List) lo aplican en su revisionismo.
Ambas corrientes centralizan el poder en el Estado, unos para bien de la sociedad (socialistas) y los otros para el bien de la na­ción (nacionalistas). El individuo debe en aras de esos dos ideales sacrificar part.e de su libertad.
El Estado no puede gobernar sino por intermedio de hombres (teoría organicista). Por lo tanto, el o los que asumen las funciones de estado, tienen poderes omnipotentes con respecto a los demás ciudadanos. Mientras el hombre sea humano, con todas las virtudes y los defectos propios de su condición humana, no podrá evadirse de los sentimientos de amor, amistad, odio, simpatía, miedo, ira, etc. Si estos hombres son los encargados de la distribución equitativa de los bienes y tienen el monopolio de su otorgamiento, sólo podrán ser efectivos cuando lleguen a operar como robots. El hombre sin sentimientos, sin familia, sin amigos y sin enemigos, es el único que podría ser completamente objetivo y eficaz. Es decir, que cuando el Estado sea una máquina electrónica en uno de cuyos buzones se coloquen las fichas perforadas con la actividad de cada ciudadano y por otra ranura, automáticamente, salga el estipendio justo, recién funcionaría en la forma en que imaginaron sus pensadores el estado ideal. Es curioso ver cómo estas dos tendencias, aparentemente opuestas (derecha e izquierda), tienen un origen común y un fin también común; acabar con el individualismo desordenado y egoísta; y, en su lugar, colocar al Estado como un coloso Moloch.
Esto demuestra que en el pensamiento económico los extremos se tocan; y, no olvidemos, que cada pensador puede hacer ver cual­quier hecho a la luz que lo enfoque; ilustrativo es el caso de la teoría ricardiana del valor, formulada por un "burgués capitalista" para justificar el costo de producción, que luego retomada por Marx y con el mismo procedimiento, saca como consecuencia la teoria de la plusvalía, que es el arma que utilizará en sus argumentaciones para pronosticar el triunfo del proletariado.

Las encíclicas papales


La Iglesia no podía estar ajena a los problemas que se suscitan entre el capital y el trabajo, y es así que en el año 1890 el Papa León XIII dicta la encíclica Rerum Novarum (de las cosas nuevas) y trata de solucionar los problemas existentes desde el punto de vista de la religión católica; insiste sobre el salario justo; expone y analiza las ideas, sobre el trabajo que no debe ser tratado romo una mercancía, refiriéndose a la teoría clásica que lo regula por la ley de la oferta y la demanda.
Posteriormente, Pío XI dicta la encíclica Quadragessimo Annio en ocasión de cumplirse los cuarenta años de Rerum Novarum; en esta encíclica se tratan los problemas referentes a la intervención del Estado en la economía y si bien la apoya como dique de contención a los abusos de la clase adinerada, puntualiza que esta intervención no debe ir más allá de los límites convenientes, con el fin de que no absorba al individuo para transformarlo en un tornillo más de su monumental maquinaria; esto iba dirigido a las tendencias totalitarias que se vislumbraban en esos años (1930).
En 1962 una nueva es dictada por Juan XXlll, denominada Mater et Magistra, en la que se reafirman anteriores conceptos sobre el salario y la propiedad privada, y se encaran los problemas que surgen de la socialización creciente en el mundo. Posteriormente, hace referencia al desarrollo económico y en uno de sus párrafos dice: "La riqueza económica de un pueblo no consiste solamente en la abundancia de bienes materiales sino también en la distribución de los mismos, y, más aún en la distribución real y eficaz según jus­ticia, para garantía del desarrollo personal de los miembros de la sociedad que es la verdadera finalidad de la economía nacional".
En 1967 el Papa Pablo VI dicta la carta encíclica Populorum Progressio, sobre el desarrollo de los pueblos. En ella reconoce Pa­blo VI el abismo existente entre los países desarrollados y los sub-desarrollados; los efectos del colonialismo por parte de las grandes potencias y la necesidad de acudir en ayuda de esos pueblos empo­brecidos que asisten al espectáculo un tanto deslumbrante de la moderna sociedad de consumo, instaurada por la revolución tecnoló­gica, asegurando en su mensaje: "En este desarrollo la tentación se hace tan violenta, que amenaza arrastrar hacia los mesianismos pro­metedores, pero forjadores de ilusiones. ¿Quién no ve los peligros que hay en ello, de reacciones populares violentas, de agitaciones insurreccionales y de deslizamientos hacia las ideologías totalitarias?".

Las escuelas matemáticas de Páreto, Walras, Marshall

Estas escuelas incorporaron al estudio de la economía la noción de función: la demanda es función del precio. Trataron de medir la utilidad marginal en base al análisis matemático, e introdujeron la noción del tiempo. El análisis a corto y a largo plazo. La economía con anterioridad a la aparición de estas escuelas, era estática y mos­traba el fenómeno aislado, los matemáticos dinamizaron los fenóme­nos y los relacionaron entre sí.

Las escuelas matemáticas de la economía del bienestar



Marshall y Pigou se caracterizan por encontrar una situación conciliatoria entre los clásicos y los socialistas.
La economía debía tender a un bienestar general y esto se lo­graba con el aumento de la producción y un aumento del ingraso total, diciendo que no sólo debía aumentarse el ingreso, sino que debía ser mejor distribuido.

La Curva de Pareto

La curva paretiana de la renta nos demuestra que existe un punto M que nos señala el ingreso más frecuente entre la población.
En este caso $ 10.000,—, y que a partir de este punto la curva comienza a decrecer hasta casi tocar la abscisa en cifras muy altas de ingreso.
Pareto quiso demostrar que el ingreso no está equitativamente distribuido, ya que este máximo de la curva nos dice que la mayor parte de la población tiene un ingreso relativamente bajo, y que a partir de ese punto, es decir, cuando los ingresos son mayores, la cantidad de personas comienza a decrecer en forma acelerada, de modo tal que los ingresos muy altos son disfrutados por un número muy limitado de personas.

La macroeconomía

A partir de la teoría de Keynes, la economía se volcó al estudio de las grandes cifras: el ingreso nacional, la demanda global, etc.
Esto significó un abandono del individualismo de los clásicos y el estado tomó el lugar preponderante en la conducción de la política económica. El dirigismo estatal tendiente a la ocupación total do los recursos y al incremento de ingreso nacional fueron las principales con secuencias. Esto también se reflejó en el arte abstracto, la pintura no figurativa, la literatura de Kafka despersonalizando a sus personajes (a tal punto que el héroe de su obra El Proceso no licuó apellido, se llama simplemente José K.), no es más que oí proceso del abandono del romanticismo; el individuo se desdibuja para convertirse en una partícula más en el engranaje de la gran máquina
La música ya no es el reflejo de los estados de ánimo, sin una combinación de sonidos no armónicos, o sea la diferencia que media entre Chopín y un Bartok.

Teoría keynesiana

Lord Keynes fue un economista do nuestro siglo, clásico en su primera época: la observación de los hechos, sobro todo las consecuencias de la crisis de 1930 que le tocó vivir, modifican su primitivo pensamiento y discrepó con la escuela clásica en lo referente a la ocupación pues el pensamiento clásico determinaba que Ia oferta creaba su propia demanda y que la desocupación se producía porque el nivel de salarios bajaba hasta un punto que resultaba lulerior al nivel de subsistencia; por lo tanto, el asalariado so nogal m u Inibnjar. Keynes observó que la crisis de 1930 tenía distintas euraelerfstlcas y que la desocupación se producía por la acumulación de los xtortm en las fábricas (las clásicos decían eme la oferta oreaba su propia de­manda), es decir, que había una insuficiencia de demanda y, por lo tanto, las empresas comenzaban a despedir obreros: los obreros des­pedidos disminúan sus consumos y, entonces, eomon/iilmu a acumu­larse stocks en otras ramas de la industria, las (pie a su ve/ doupodían obreros y de esa forma se precipitaba la desocupación. Keynes com­prendió que para salir de esa situación era necesario promover i u ver­siones: si seguimos el hilo de su pensamiento, tendremos que partir do osla base: el individuo que recibe el ingreso lo lúa do la sigujpnle manera: una parte en consumo y el rosto es ahorro.
Y = C 4- AIngreso = Consumo Ahorro ¡ 'fi
Si el individuo consume todo lo que ingresa, el ahorro es cero y a medida que consume menos el ahorro es mayor; si el ahorro no está destinado a la inversión y el individuo lo atesora (preferencia a la li­quidez), no se generan nuevas fuentes de trabajo y por lo tanto ese ahorro es improductivo.
Cuando el individuo no invierte el Estado es el que debe hacerlo, aunque tenga que crear trabajo; por ejemplo: hacer un monumento o un camino, sacará al país de la inercia y el nuevo empleado comen­zará a tener ingresos y de esos ingresos una parte irá al consumo y la otra al ahorro.
El consumo generará nuevos consumos en otra etapa de la in­dustria; y, así, sucesivamente.
A su vez cada uno de los nuevos empleados ahorrará una parte de sus ingresos; al final de las sucesivas etapas, el total de lo aho­rrado será igual a la inversión.
Los estructuralistas
Esta escuela cuyo origen se remonta a la escuela historicista y las elaboraciones de Carlos Marx, ha tenido en Oiken, Wageman (1937), Akerman sus renovadores. El pensamiento está orientado a rebatir la teoría clásica tradicional en lo concerniente a la universalidad de sus premisas sin tener en cuenta el tiempo y el lugar. Atacan al método deductivo y al hombre económico: ser intemporal y sin ubicación es­pacial cuyas reacciones se toman como universales para formular las leyes económicas que caracterizan a esta escuela. Se propone la ob­servación de la realidad y el comportamiento del hombre en las cir­cunstancias en que le toca actuar. Posteriormente en Francia F. Pe-rroux (1939), J. Lhomme, y Andre Marchal (1955) hicieron impor­tantes contribuciones y rebatieron la clásica noción del corto y largo plazo del tiempo sustituyéndolos por la reacción instantánea y la toma de conciencia. Tiempo éste que se mide por el grado de cul-turación, ya que el tiempo que demande la toma de conciencia es indirectamente proporcional al grado de cultura de la sociedad.

Escuela monetarista

La Escuela monetarista o monetarismo es una teoría macroeconómica que se ocupa de analizar la oferta monetaria. Aunque el monetarismo se identifica con una determinada interpretación de la forma en que la oferta de dinero afecta a otras variables como los precios, la producción y el empleo, existen, de hecho, varias escuelas de pensamiento que podrían definirse como `monetaristas'. También están de acuerdo en la creencia de que la oferta monetaria es un elemento esencial para explicar la determinación del nivel general de precios. Lo que aceptan es la idea de que la política monetaria puede tener efectos a corto plazo sobre la producción, así como otros temas de menor relevancia, como puede ser la definición de oferta monetaria. Por otra parte, si los monetaristas se limitaran a afirmar que existe una relación proporcional entre la oferta monetaria y el nivel general de precios a largo plazo, la mayoría de los economistas aceptarían esta idea, siempre que el periodo a largo plazo sea lo bastante prolongado y otras variables —como el tipo de instituciones financieras existentes— se mantuvieran constantes.


Macroeconomía

a macroeconomía es el estudio global de la economía en términos del monto total de bienes y servicios producidos, el total de los ingresos, el nivel de empleo, de recursos productivos, y el comportamiento general de los precios. La macroeconomía puede ser utilizada para analizar cual es la mejor manera de influir en objetivos políticos como por ejemplo hacer crecer la economía, estabilidad de precios, trabajo y la obtención de una sustentable balanza de pagos. La macroeconomía por ejemplo, se enfoca en los fenómenos que afectan las variables indicadoras del nivel de vida de una sociedad.


Neoliberalismo.

Consenso de Washington

Se entiende por Consenso de Washington un listado de políticas económicas consideradas durante los años 1990 por los organismos financieros internacionales y centros económicos con sede en Washington DC, Estados Unidos, como el mejor programa económico que los países latinoamericanos debían aplicar para impulsar el crecimiento. A lo largo de la década el listado y sus fundamentos económicos e ideológicos, tomaron la característica de un programa general.

Desarrollo económico: del Consenso al Post-Consenso de Washington y más allá