Historia de la Deuda Externa Argentina: De Martínez de Hoz a Macri
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Noemí Brenta es Doctora en Economía, condecorada con medalla de oro por la Universidad de Buenos Aires. Es subdirectora del Centro de Investigaciones de Historia Económica, Social y de Relaciones Internacionales y coordinadora académica e investigadora del Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales del CONICET-UBA. Ha escrito innumerables artículos y es autora de varios libros, entre ellos, Historia de las relaciones entre Argentina y el FMI (Eudeba, 2013) y Las grandes crisis del capitalismo contemporáneo, en coautoría con Mario Rapoport (Capital intelectual, 2010).
“Historia de la Deuda Externa Argentina: De Martínez de Hoz a Macri” es un libro que invita a recorrer, desde un punto de vista crítico, el rumbo del endeudamiento del país a lo largo de su historia más relevante. Se propone analizar sus etapas de tamaño desmesurado, negociaciones interminables, recursos y soberanía sacrificados sin abandonar las implicancias económico-sociales en nuestra población.
La autora entiende que el estudio de esta problemática en términos históricos resulta necesaria para comprender los procesos actuales y poder aportar a un debate que promueva evitar el peligro de las consecuencias de una deuda galopante y sus servicios crecientes, que ponen en segundo plano cuestiones concernientes al desarrollo y la calidad de vida de los argentinos.
También, sin dejar de lado especificidades, pretende informar en un lenguaje llano a aquellos que no son especialistas en la materia. Se dirige al público interesado en entender la intrincada cuestión de la deuda externa en Argentina, valiéndose del estudio histórico entrelazado con herramientas teóricas elementales, aspectos políticos que toman parte en cada proceso y las consecuencias inexorables de las medidas tomadas en relación al endeudamiento externo.
Su primer capítulo lo destina a definir la deuda externa desde los distintos criterios y a exponer los distintos indicadores que brindan información sobre la sostenibilidad de la deuda. Pone en relieve la importancia de reflexionar y entender que los servicios de la deuda implican erogaciones en moneda extranjera, la cual históricamente ha sido escasa y de disponibilidad muy fluctuante en la Argentina.
Explica que esta dinámica limitante para desarrollo del país, se torna en forma de sacrificio de valor económico o como un aumento aún mayor de los pasivos externos. Es por ello que los distintos indicadores que son presentados, permiten al lector tener las herramientas básicas para identificar estos procesos, analizar el vigente y poder empezar a reconocer la dinámica del mismo.
Los siempre presentes datos e información histórica como actual, encuadran el análisis de “la deuda odiosa de la dictadura”. Aquí la autora comenta sus principales características y desarrolla una perspectiva desde la teoría de la corrupción, basándose en el concepto de captura del aparato estatal.
Para ello, indaga el monto real del endeudamiento y divide el proceso de la dictadura en dos etapas. La primera, del ’76 al ’80 con desregulaciones, recortes, apertura económica y distintas medidas que favorecieron una hipertrofia financiera. Permitiendo así, el comienzo de la segunda etapa con el estallo de una crisis bancaria y medidas dirigidas a estatizar la deuda privada. Estos sucesos los identifica a la vez que reconoce las distintas partes en juego, los montos negociados, las aplicaciones de los mismos y el trasfondo de una corrupción instalada.
La vuelta de la democracia es desarrollada en el tercer capítulo, en donde se deja muy evidente las dificultades heredadas y el camino derivado para reparar los desastres económicos y sociales de la dictadura. La búsqueda de resoluciones mediante estrategias para buscar consideración por parte de los acreedores y la coordinación entre deudores dieron lugar a refinanciaciones que sólo agravaron el problema. Hiperinflación, falta de divisas y problemas en la balanza comercial fueron la contracara de los intentos por sacar a la Argentina de la maraña de intereses que intentaban despojar la soberanía del país.
El crecimiento del endeudamiento externo siguió siendo tal, que en 2001 se declara la cesación de pagos en medio de un desastre económico y político deplorable para la Argentina. La autora expone en esta parte, la cara más dura y cruda del neoliberalismo, que conjuga la pérdida de empresas estatales, apertura comercial indiscriminada y prioridad a la renta financiera por sobre la industria nacional, el trabajo, la educación y la salud pública.
Identifica tres etapas, en donde las primeras dos se caracterizan por el canje de deuda bancaria del Plan Brady y la frecuente participación de la Argentina en los mercados internacionales, provocando que las colocaciones de bonos en moneda extranjera duplicaran la deuda pública. La tercera etapa está marcada por los inconvenientes para hacer frente a los servicios de la deuda y las consecuentes renegociaciones para reprogramar vencimientos que desembocaron en el quiebre de la convertibilidad, la cesación de pagos y el fin de la etapa neoliberal.
En el anteúltimo capítulo, la autora se pregunta si realmente se puede despedir al fantasma de la deuda externa. Luego del default más grande de la historia y gracias a un crecimiento fuerte del producto y ciertas políticas dirigidas a reducir la carga de la deuda pública, se fue apagando la injerencia de los acreedores en la agenda económica del país.
Hechos significativos como la suspensión del acuerdo con el FMI y el pago total de la deuda con este a fines de 2005, el canje de 2005 que reestructuró la deuda impaga con tenedores privados y que fue seguido en 2010, son confrontados con el posterior deterioro del escenario internacional y doméstico que obliga a posponer la intención de cancelar las restantes obligaciones.
La aparición del conflicto con los fondos buitres y las exigencias establecidas por el Juez Thomas Griesa marcan el fin del gobierno kirchnerista y abren paso al triunfo de un candidato más favorable a los intereses de los holdouts. Es este el punto de partida del último capítulo, en donde la deuda externa pública vuelve a tener injerencia, prendiendo alarmas por su dinámica acelerada y las consecuencias económico-sociales que está teniendo actualmente.
Destaca la autora que actualmente la cuestión tiene otro matiz, la problemática se encuentra en la escena nacional. Diversos especialistas, periodistas y políticos, oficiales u opositores, señalan sus riesgos apelando a la memoria de lo vivido en la etapa neoliberal.
Lebacs, nuevos bonos y el regreso del FMI son puntos sobresalientes del capítulo que ayudan a comprender dónde estamos, cómo llegamos hasta acá y permiten repensar, en el último apartado, por qué la deuda externa es perniciosa para el patrimonio nacional y debe preocuparnos.