Contenidos académicos:
Unidad 1:
El problema Económico-
El Hombre Económico y el Hombre de la realidad
Equilibrio y comportamiento del hombre.
Necesidades
Unidad 2:
Equilibrio Económico.
Bienes
Elasticidad de la oferta y la demanda.
Curvas de indiferencia.
Teoría de la oferta y demanda
Unidad 3:
Teoría de mercados. Competencia perfecta. Competencia imperfecta Monopolio, Oligopolio, Monopsomio, Cartel, etc.
Mercado de Capitales.
Acciones, bonos, fondos de inversión
Unidad 4:
Teoría de los precios Empresa.
Costos marginales, fijos y variables, Ingreso Marginal, Empresas capital nacional y extranjero-Multinacionales. Grupos económicos, Integración vertical y horizontal.Fusion-Escision Sociedades controladas. Factores de la producción. Tierra, Trabajo, Capital y Tecnología.
Unidad 5:
Moneda, Crédito y Bancos.
Base monetaria, Convertibilidad. Sistema Financiero. Creación de Moneda bancaria, Instrumentos financieros.
Unidad 6:
Macroeconomía:
Concepto PBI/Ingreso Nacional, Circuito Económico, Inflación, deflación. Instrumentos de política económica Sector Externo:
Balanza de Comercio y de Pagos. Importación-Exportación.
Unidad 7
Finanzas Publicas-Sector Estado
Definición de impuestos, tipos de impuestos, coparticipación e incidencia económica
Sistema impositivo argentino. Corrupción.
Control Ciudadano:
Auditoria General de la Nación- Sindicatura General de la Nación- Funciones-
objetivos de cada uno.
Unidad 8:
Pensamiento económico a través del tiempo:
Antigüedad, escolásticos, mercantilistas, Fisiócratas, Clásicos, Liberalismo Individualismo, División del trabajo. Ricardo Malthus, Criticas a los clásicos, 1ra 2da y 3ra Revolución Industrial, Nacionalismos, Estatismos y Colectivismos. Encíclicas papales. Escuelas matemáticas. Economía del Bienestar. Monetaristas (escuela de Chicago), Neoliberalismo: Reaganismo y Thatcherismo, Tercera vía. Consenso de Washington.
Evolución económica de argentina:
Problema de la deuda externa, economía agroexportadora, sustitución de importaciones. Peronismo- Desarrollismo. Periodo 1970/2001 Convertibilidad/Pesificación. Actualidad.
Globalización Fenómenos asociados a esta.: Instauración de bloques. Lavado de activos de origen delictivo, achicamiento virtual del mundo. Transculturización y transnacionalización. Colapso del sistema mundial? Responsabilidad Social Empresaria
Unidad 9:
Economía y medio ambiente.
Relación entre ambos conceptos. Grandes problemas medioambientales. Pobreza vs. Medioambiente. Crecimiento económico vs. medioambiente. La visión Maltusiana. Recursos renovables/no renovables. El peso de la tecnología.
domingo, 8 de noviembre de 2009
lunes, 2 de noviembre de 2009
Orígenes de la Revolución Industrial en Inglaterra
Revolución industrial
Orígenes de la Revolución Industrial en Inglaterra
Caldera 1801
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Después de siglos de estancamiento en Europa, el crecimiento económico volvió a encontrar perspectivas muy favorables. La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, al cambiar las condiciones de producción, indujo un enriquecimiento espectacular que se fue generalizando con el correr de los años.
Un buen índice de este crecimiento fue su producción de hierro: 60.000 ton. en 1780; 300.000 ton. en 1800 y 700.000 ton. en 1830.
Es el mayor cambio que ha conocido la producción de bienes desde 1800 en Inglaterra. La aparición de las máquinas, instrumentos hábiles que utilizan energía natural en vez de humana, constituye la línea divisoria entre dos formas de producción. La producción maquinista creó las condiciones para la producción y el consumo en masa, característicos de época actual, hizo surgir las fábricas y dio origen al proletariado.
Locomotora a vapor 1829
La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII el hombre sólo había utilizado herramientas, instrumentos inertes cuya eficacia depende por completo de la fuerza y la habilidad del sujeto que los maneja. El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.
La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.
La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.
La tecnología
Máquina de Arkwright 1870
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A comienzos del siglo XVIII las telas que se fabricaban en Europa tenían como materia prima la seda (un artículo de lujo, debido a su precio), la lana o el lino. Ninguna de ellas podía competir con los tejidos de algodón procedentes de la India y conocidos por ello como indianas o muselinas. Para entonces, la producción de tejidos de algodón en Inglaterra era insignificante y su importación desde la India constituía una importante partida de su balanza mercantil. Para competir con la producción oriental se necesitaba un hilo fino y fuerte que los hiladores británicos no producían.
La primera innovación en la hilandería se produjo al margen de estas preocupaciones: Hargreaves, un hilador, construyó el primer instrumento hábil, la spinning-jenny (1763), que reproducía mecánicamente los movimientos del hilador cuando utiliza una rueca y al mismo tiempo podía trabajar con varios husos. El hilo fino pero frágil que con ella se obtenía limitó su aplicación a la trama de tejidos cuya urdimbre seguía siendo el lino. Continuó por tanto la fabricación de tejidos de lino y la productividad recibió nuevo impulso debido a las limitadas exigencias de la jenny en espacio y energía.
Pocos años después surgía la primera máquina, con la aparición de la estructura de agua de Arkwright (1870), que recibe su nombre porque necesitaba la energía de una rueda hidráulica para ponerse en movimiento.
Telar de Crmpton 1780
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Para entonces, Samuel Crompton había construido una máquina nueva, inspirada en las anteriores, conocida como la mula, y que producía un hilo a la vez fino y resistente. El grueso de un hilo se mide por el número de madejas de 768,1 metros (840 yardas) que se puede obtener con 453 gramos de algodón (una libra). Un buen hilandero podía fabricar 20 madejas y la mula comenzó duplicando esta cifra para pasar a 80 y poco después a 350, más de 268 km. El número de husos, que no pasaba de 150 en la primera versión, alcanzó los dos mil al cabo de unos años y todo ello se conseguía con el solo trabajo de un oficial y dos ayudantes. La exportación de tejidos británica se multiplicó por cien en los cincuenta años que siguieron a 1780.
A partir de la renovación de la hilandería se puso en marcha un proceso que condujo a la mecanización de todas las etapas de la producción de tejidos, desde la desmontadora de algodón, fabricada en América por Eli Whitney, hasta las máquinas que en Inglaterra limpiaban de cualquier impureza el algodón en rama (trabajo especialmente penoso por el polvo que levantaba), el cardado y la elaboración mecánica de los husos para la fabricación de hilo. Una vez fabricado éste, los telares mecánicos, desarrollados en Francia por Jacquard, sustituían ventajosamente a los manuales tanto por la rapidez como por la calidad.
Hilado manual
El blanqueado de la tela, que llevaba varias semanas, se redujo a un par de días cuando al cambiar el siglo se descubrió un procedimiento químico a base de clorina. El estampado, que concluye el proceso, se hacía utilizando tacos de madera, que se aplicaban manualmente, hasta que en 1785 se encontró un rodillo que multiplicó la producción.
La demanda de energía que las máquinas textiles requieren fue satisfecha inicialmente recurriendo al método tradicional de las ruedas hidráulicas y las primeras fábricas se establecieron en las orillas de los ríos, tomando el nombre de molinos. La irregularidad de la corriente aconsejaba buscar una fuente independiente de energía. Las experiencias para conseguir un motor capaz de elevar el agua, mediante el vacío producido por la condensación del vapor, habían llegado, a mediados del siglo XVII, a una primera formulación, desarrollada por Savery en una máquina eficaz, aunque de escasa potencia y limitada aplicación.
Newcomen combinó la presión de vapor con la atmosférica para producir una máquina mucho más eficaz, aunque muy costosa por la cantidad de combustible que requería el calentar y enfriar sucesivamente el cilindro en el que se iniciaba el movimiento. En la universidad de Glasgow enseñaba Black, quien había descubierto la existencia del calor latente de vaporización, principio que venía a explicar la gran cantidad de agua que se necesitaba para conseguir la condensación del vapor.
Pero el doctor Watt fue quien dirigió sus trabajos para independizar las dos etapas del proceso (vaporización y condensación) de modo que no hubiera pérdida de energía. La construcción de un condensador independiente, que permanecía constantemente frío, en tanto el cilindro estaba siempre caliente, puso fin al despilfarro de carbón. La utilización de un cilindro de doble efecto permitió prescindir de la presión atmosférica en tanto la aplicación de altas presiones, sin las cuales no había posibilidad de aplicar el motor a un vehículo, se encuentra en el origen de la locomoción mecánica.
De entrada, la máquina de vapor vino a resolver el problema planteado por el drenaje de las minas y, junto con la lámpara de seguridad de Davy (1815), permitió abrir pozos cada vez más profundos y explotar aquellos que habían sido abandonados por las dificultades y riesgos que implicaba la explotación.
En cuanto al hierro, su demanda estaba limitada por la dificultad de transformar el mineral. éste se presentaba combinado con oxígeno cuya eliminación se realizaba mediante combustión en altos hornos. La masa fluida que se obtenía en la parte inferior estaba llena de impurezas que eran eliminadas mediante el afinado, que le quitaba el carbono sobrante, y el forjado, en el que los golpes de un martillo hidráulico permitían homogeneizar su estructura.
Fabrica de hilados
La primera línea de mejora consistió en la sustitución del carbón por el coque, que se obtiene mediante la combustión incompleta del carbón para separar el sulfuro y el alquitrán. La utilización de coque en la producción de hierro se realizó con éxito a comienzos del siglo XVIII por Abraham Darby, pero sólo se generalizó en la segunda mitad del siglo.
Una nueva técnica para mejorar la calidad del lingote fue el pudelado, en el que la fusión se realizaba manteniendo separado el carbón del mineral. El acero es el hierro sin otra impureza que uno por ciento de carbono; hasta entonces se había conseguido en pequeñas cantidades utilizando como materia prima un mineral de excepcional pureza. La fundición del hierro en un crisol y a más altas temperaturas permitió la producción masiva de acero y con ella la satisfacción de toda clase de demandas procedentes de la propia industria.
Los cambios en la agricultura
El parlamento inglés, durante el transcurso del siglo XVIII, permitió cercar las fincas en el campo abierto. El gasto que demandaba esta operación favoreció a los hacendados más ricos y permitió la aplicación de nuevas técnicas para incrementar la productividad agrícola. Se empezó la rotación de cultivos suprimiendo el sistema anterior de barbecho, se mejoraron las especies ganaderas gracias al cruce de ejemplares seleccionados, se generalizó el cultivo de nuevas especies, se mecanizaron las labores del campo, se aumentaron las superficies cultivables desecando pantanos, y se logró un rendimiento mayor con la utilización de abonos.
El ejemplo de Inglaterra fue seguido por los países europeos cuya producción agrícola se duplicó entre 1840 y 1914. Durante la misma época, en los extensos territorios de los Estados Unidos, Canadá, Australia y Argentina se generalizó el cultivo de cereales o la crianza de ganado, convirtiéndose estos países en los abastecedores de Europa y del mundo entero. En los países tropicales se intensificaron las plantaciones de caña de azúcar, café y otros productos alimenticios, de algodón y de otras materias primas que abastecieron las industrias europeas.
El crecimiento demográfico y su interrelación con el desarrollo urbano
La mejor alimentación, resultante de la diversificación y de los mejores rendimientos de la agricultura, permitió disminuir la mortalidad infantil y alargar la vida de los europeos. A ello también contribuyeron los progresos de la medicina, especialmente el descubrimiento y la aplicación de la Vacuna para atajar las epidemias periódicas que diezmaban la población.
Los europeos casi se triplicaron en el transcurso del s. XIX, siendo su crecimiento más notorio en los países industrializados. Este aumento demográfico estuvo estrechamente unido al despegue industrial, pues al elevarse la población se contó con abundante mano de obra y un amplio mercado de compra que garantizaron las ganancias indispensables para nuevas inversiones. El mejoramiento tecnológico de la actividad agrícola liberó mano de obra y se produjo el éxodo rural hacia los centros industriales. Las antiguas ciudades fueron adquiriendo una nueva fisonomía, pues la aparición de las fábricas y la aglomeración demográfica impusieron cambios urbanísticos por las urgentes exigencias de distribución de agua, servicios de alcantarillado, transportes, parques y lugares de esparcimiento.
La organización del trabajo y los problemas sociales
Las transformaciones económicas que originó la Revolución Industrial alteraron las estructuras sociales vigentes desde la Edad Media. En las zonas rurales, el campesino se desvinculó del señorío feudal y se convirtió en un jornalero cuyo trabajo se retribuyó con un salario. En las ciudades, el artesano que trabajaba su propio taller se trasladó a las fábricas en calidad de obrero asalariado y pasó a depender del propietario de las máquinas. Esta nueva situación constituyó el germen de las alteraciones campesinas y de las revoluciones obreras que acontecieron durante la segunda mitad del s. XIX en Europa.
Segunda revolución industrial
Entre los años 1880 y 1914, el desarrollo industrial se extendió a nuevos países y adquirió un ritmo acelerado. Este fue de tal magnitud que muchos historiadores han denominado este período como el de "la segunda revolución industrial".
El progreso científico y la aplicación tecnológica
Fábrica alemana
Como vimos, las industrias textiles y siderúrgicas fueron las primeras en desarrollarse. Los ingleses contaban con abundante algodón proveniente de la India a bajo precio, por lo que crearon grandes manufacturas textiles que terminaron por desplazar al lino y a la lana en la confección del atuendo entre los europeos. Para ello, desde mediados del s. XVIII, contaron con la progresiva aparición de nuevos inventos que facilitaron una rápida y abundante producción.
Se comenzó con el descubrimiento de la lanzadera volante, siguieron los diversos tornos de hilar que permitieron a un obrero trabajar varios husos a la vez, continuaron con el telar mecánico y se combinaron de tal forma estos diversos inventos que la cantidad de productos fabricados superó ampliamente la demanda tradicional. Esta situación convirtió a Inglaterra en un país exportador y en el verdadero taller del mundo en la primera mitad del s. XIX.
El invento y la aplicación de la máquina a vapor abrió enormes posibilidades al desarrollo tecnológico que no dejó de progresar durante todo el s. XIX.. A fines del siglo, el alemán Daimler inventó el motor de combustión interna; entre 1900 y 1914, el automóvil y el avión se perfeccionaron gracias al motor Diesel. Al mismo tiempo, la electricidad empezó a utilizarse con fines industriales. Los estudios científicos, estimulados por los gobiernos en las universidades y financiados por las empresas, lograron obtener algunas materias con procedimientos químicos realizados en los laboratorios. Estos nuevos productos, como el caucho y el salitre sintético, abrieron un campo ilimitado al desarrollo científico y tecnológico.
El avance de los medios de comunicación
Uno de los acontecimientos más destacados durante la segunda mitad del s. XIX, fue la población y colonización de nuevas tierras. Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros se dirigieron a Australia y al algunos países de Sudamérica. California y Australia ejercieron especial atractivo sobre los buscadores de oro. Este sorprendente movimiento migratorio se pudo realizar porque los transportes se abarataron y facilitaron a los campesinos, que no encontraban trabajo en las ciudades europeas, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales. En 1869, se abrió el Canal de Suez que acercó Europa al Lejano Oriente; más tarde, se construyó el ferrocarril en el Istmo de Panamá y, finalmente, se construyó en 1914 el canal que une el Atlántico con el Pacífico.
Canal de Panamá 1914
La aplicación de la fuerza del vapor a la navegación que iniciara Fulton en 1807 y la generalización de la hélice desde 1885 aumentaron las posibilidades de carga y de velocidad en el tráfico marítimo. Los meses que se tardaban para viajar entre dos puntos se redujeron a semanas. El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. Los ferrocarriles que unieron Moscú con Vladivostock en el imperio ruso, y el transoceánico que unió Nueva York con San Francisco, dieron vida a inmensos y productivos territorios continentales.
La información se vio también favorecida por nuevos sistemas: el telégrafo eléctrico, iniciado en 1844 y el teléfono en 1876, se unieron al sistema de franqueo postal introducido desde 1840. Todos estos adelantos contribuyeron al acortamiento de las distancias y al mejor aprovechamiento del tiempo, acercaron a los hombres y cambiaron las relaciones económicas entre los pueblos y las empresas.
El apogeo del capitalismo
El nuevo sistema industrial exigió un cambio en el mundo de las finanzas. Las antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de los ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes bancos internacionales y el crédito permitió emprender obras cada vez más costosas y más rentables. Así se fue afirmando progresivamente a lo largo del s. XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía exclusivamente a los poseedores del K: el capitalismo. A ello colaboraron diversos factores: la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, la economía de mercado basada en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para financiar los elevados costos del maquinismo
Las trasformaciones sociales
La revolución industrial tuvo hondas repercusiones en la sociedad. La burguesía desplazó definitivamente a la nobleza como clase rectora en los países occidentales. Los Lores ingleses, sin abandonar su carácter y conservando algunos de sus privilegios, se mezclaron con los burgueses y compartieron con éstos las ventajas del auge económico. En Francia y los Países Bajos la nobleza desapareció como grupo privilegiado. En Alemania, los nobles tuvieron que conformarse con hacer carrera en el ejército y en la diplomacia. Solamente en Rusia, escasamente industrializada, mantuvieron sus privilegios hasta el s. XX. En cambio, la burguesía —integrada por los empresarios industriales y los banqueros (alta burguesía), por profesionales como médicos, ingenieros o abogados, y por los comerciantes y pequeños empresarios (mediana y pequeña burguesía)— impuso su concepción de la vida, sus costumbres y valores. Estos giraron en torno a la riqueza y exaltaron las virtudes del ahorro metódico, de la constancia en el trabajo y del respeto del orden establecido.
El campesinado, arrojado del campo por la creciente mecanización de las actividades agrícolas, emigró a las ciudades y, junto al artesano empobrecido por el nuevo sistema fabril, dio origen a la nueva clase social: el proletariado obrero.
El proletariado y la cuestión social
La concentración fabril agrupó a los trabajadores, les hizo sentirse solidarios de sus problemas y tomar conciencia de los mismos para buscarles solución. El proletariado se encontró sometido a duras condiciones que empezaron a conocerse gracias a los informes de médicos y sociólogos a partir de 1830. El trabajo se realizaba en jornadas superiores a las 15 horas diarias en fábricas inhóspitas. Algunos empresarios preferían, por razones de economía, contratar a mujeres y niños. El salario se regía por la ley de la oferta y la demanda, era bajo e inseguro. Tampoco existían leyes de previsión social ni sobre accidentes del trabajo. En ciertos casos, las condiciones de las viviendas obreras eran insalubres y favorecían las enfermedades.
El estado burgués, imbuido de la ideología liberal, consideraba que toda intervención para solucionar los problemas surgidos entre el capital y el trabajo era inútil, perjudicial e injusta, porque en toda actividad debían respetarse las leyes naturales y no limitar la libertad de los individuos. Aunque en Inglaterra, en 1802, se prohibieron los horarios que excedieran las 12 horas, y en 1819 el trabajo de niños menores de 10 años, solamente a mediados del siglo los gobiernos publicaron las primeras leyes sociales favorables a los obreros. Estas disposiciones fueron resultado de la presión de algunos intelectuales cuyos escritos despertaron un sentimiento humanitario, y de los movimientos organizados de los trabajadores. Las primeras fueron las diversas corrientes del "socialismo utópico". Entre sus exponentes se destacaron : Saint-Simon, Fourier, Proudhon, Owen.
La ideología marxista
En cambio, el socialismo "científico", como lo denominó Karl Marx (1818-1883), se decidió abiertamente por la acción política. En 1848, este ideólogo alemán de origen israelita publicó, con la colaboración de Federico Engels, el Manifiesto del Partido Comunista. En él aparecen los principios de la ideología marxista y los fundamentos de su acción: materialismo histórico, lucha de clases, organización internacional de los obreros y opción deliberada por la revolución como instrumento para conquistar el poder e implantar el régimen comunista. En obras posteriores, Marx completó la exposición de su programa socio-político, pero el "Manifiesto", por su estilo apasionado y su vibrante espíritu revolucionario, es el escrito que mayor repercusión ha tenido entre los sectores obreros de la época.
En 1864, se organizó la "Primera Internacional Obrera" para impulsar la lucha revolucionaria en todos los países. Esta asociación no pudo mantener su unidad por la escisión que se produjo en 1872 debido a la corriente anarquista que dirigía el ruso Bakunin. El anarquismo deseaba suprimir el estado burgués liberal y capitalista; pero se oponía también a la instalación de un estado socialista. Propiciaba la máxima libertad de acción, por lo cual propugnaba la abstención política y la huelga para combatir al capitalismo. La Segunda Internacional, creada en 1889, no pudo superar el nacionalismo de los partidos socialistas que la integraban e hizo crisis al estallar la guerra de 1914.
La respuesta de la Iglesia
La Iglesia, conforme al mandato de Cristo, siempre ha mantenido obras asistenciales para ayudar a los pobres y menesterosos. Desde su fundación ha contado con numerosas congregaciones destinadas a la ayuda caritativa del prójimo más necesitado. Por esta tendencia tradicional, en el seno del cristianismo, no faltaron desde comienzos del s. XIX las denuncias de algunos católicos contra las injusticias del sistema capitalista y la condena al escándalo de los salarios ínfimos y a la duración excesiva de las jornadas de trabajo. Entre 1835 y 1848 varios obispos franceses e italianos invocaron la intervención legislativa en defensa del bien común y en favor de los más débiles. Incluso en 1831, y posteriormente en 1848, algunos pensadores como Lacordaire y Ozanam trazaron un programa de legislación en defensa de los niños, de los enfermos y de los ancianos, propusieron la formación de comités mixtos para dirimir los pleitos entre el capital y el trabajo y, finalmente, exigieron el reconocimiento del derecho al trabajo.
En el plano práctico, el mismo Federico Ozanam organizó en 1833 "Las Conferencias de San Vicente de Paul" para socorrer a los pobres y a los enfermos. En 1840 surgió la "Sociedad de San Francisco Javier" que creó escuelas para los obreros y una oficina de colocación para los cesantes. Don Bosco, entre 1841 y 1854, echó las bases de los oratorios y de las escuelas profesionales y, pocos años más tarde, el beato Luis Orione creó la heroica fundación de Cottolengo.
Monseñor Emmanuel von Ketteler, obispo de Maguncia, dio un paso adelante con sus sermones en la catedral durante el año 1848, y con la publicación en 1864 sobre "La cuestión social y el cristianismo". En ambas ocasiones planteó la acción social como una exigencia de justicia y no solamente como caridad asistencial.
No todos los sectores católicos coincidieron con estos planteamientos, se realizaron numerosos estudios sobre el tema y se suscitaron acaloradas polémicas. Sin embargo, unos 40 años después, las corrientes del catolicismo social representadas por Ketteler fueron confirmadas oficialmente en 1891 por el Papa León XIII en su encíclica Rerum Novarum. Este documento pontificio ratificó: el derecho a la propiedad privada y la función social de ella, la obligación aunque limitada que le incumbe al Estado de promover la prosperidad pública y privada, los deberes de los obreros para con sus patrones y sus derechos a un salario suficiente para vivir con dignidad. Consagró así el aspecto humano y personalista del trabajo y la condenación de la lucha de clases, aunque invitó a los obreros a organizarse en asociaciones para defender sus derechos e intereses.
Algunos Inventos, descubrimientos e innovaciones en el siglo XVIII
1709 Cristófori (Italiano) Piano
1777 Lavoisier (Francés) Explicación Combustión
1714 Fahrenheit (Alemán) Temómetro de Mercurio
1778 Jouffroy (Francés) Bote de Vapor Experimental
1745 Von Kleist (Alemán) Botella de Leyden
1780 Franklin (EE.UU.) Lentes Bifocales
1745 Musschenbroeck (Alemán) Botella de Leyden
1783 Montgolfier (Francés) El Globo
1752 Franklin (EE.UU.) Pararrayos
1785 Cartwright (Inglés) Telar Mecánico
1761 Harrison (Inglés) Cronómetro
1785 Blanchard (Francés) Paracaídas
1769 Watt (Escocés) Máquina de Vapor
1785 Ransome (Inglés) Arado de Hierro Fundido
1770 Cugnot (Francés) Carro de Vapor
1792 Murduch (Escocés) Lámpara de Gas
1774 Priestley (Inglés) Oxígeno
1796 Senefelder (Bohemio-Alemán) Litografía
1777 Miller (Inglés) Sierra Circular
1797 Wittemor (EE.UU.) Máquina de Tarjeta
Algunos Inventos, descubrimientos e Innovaciones en el siglo XIX
1800 Volta (Italiano) Pila
1868 Gramme (Belga) Dínamo
1802 Symington (Escocés) Bote Vapor
1876 Otto (Alemán) Motor 4 ciclos
1824 Aspdin (Inglés) Cemento Portland
1876 Bell (EE.UU.) Teléfono
1828 Henrry (EE.UU.) Electromagneto
1879 Edison (EE.UU.) Lámpara Incandescente
1835 Talbot (Inglés) Fotografía
1882 Wheeler (EE.UU.) Ventilador Eléctrico
1837 Davenport (US) Motor CD
1885 Benz (Alemán) Automóvil
1837 Morse (EE.UU.) Telégrafo
1885 Daimler (Alemán) Motocicleta
1845 Hoe (EE.UU.) Rotatíva
1885 Stanley (EE.UU.) Transformador Eléctrico
1846 Howe (EE.UU.) Máquina de coser
1887 Tesla (EE.UU.) Motor de Inducción
1847 Staite (Inglés) Lámpara de Arco
1888 Eastman (EE.UU.) Cámara Kodak
1849 Bourding (Francés) Turbina Gas
1889 Daimler (Alemán) Motor Gasolina
1849 Francis (EE.UU.) Turbina Hidráulica
1892 Tesla (EE.UU.) Motor Corriente Alterna
1858 Siemens (Alemán) Horno para acería
1892 Morrison (EE.UU.) Auto Eléctrico
1864 Marcus (EE.UU.) Automóvil Experimental
1893 Tesla (EE.UU.) Radio
1866 Nobel (Suizo) Dinamita
1895 Diesel (Alemán) Motor Diesel
León XIII : Encíclica Rerum Novarum, 1891 (extracto):
Su Santidad León XIII
"Una vez despertado el afán de novedades, que hace tanto tiempo agita a los pueblos, necesariamente había de suceder que el deseo de hacer cambios en el orden político se extendiese al económico, que tiene con aquel tanto parentesco. Efectivamente, los aumentos recientes de la industria y los nuevos caminos porque van las artes, al camino obrado en las relaciones mutuas de patrones y trabajadores, el haberse acumulado las riquezas en unos pocos y empobrecido la multitud, y en los obreros la más clara sensación de lo que su propio valer y poder han alcanzado, y la unión más estrecha con que unos a otros se han juntado, y , finalmente, la corrupción de las costumbres, han hecho estallar la guerra.
... Por esto, proponiéndonos como fin la defensa de la iglesia y el bien común... creemos deber escribir algo del estado y condición de los obreros...
Pero ella (la solución que demanda la verdad y la justicia) es difícil de resolver y la empresa no carece de peligro. Porque difícil es dar la medida justa de los derechos y deberes en que deben ubicarse ricos y proletarios, los que aportan el capital y los que ponen el trabajo. Y peligrosa es una contienda que por hombres turbulentos y maliciosos frecuentemente se tuerce para pervertir el juicio de la verdad y mover a sediciones la multitud. Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso dar pronto y oportuno auxilio a los hombres de las clases modestas, pues que sin merecerlo se hallan la mayor parte de ellos en una condición desgraciada y calamitosa.
Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos y no habiéndoseles dado en su lugar defensa alguna por haberse apartado las instituciones y leyes públicas de la Religión de nuestros padres, poco a poco los obreros se encontraron entregados, solos e indefensos por la condición de los tiempos, a la inhumanidad de sus amos y a la desenfrenada codicia de sus competidores, hizo aumentar el mal la voraz usura, la cual, aunque más de una vez condenada por sentencia de la iglesia, sigue siempre, bajo diversas formas, la misma en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas están casi todos en manos de pocos, de tal suerte que unos cuantos opulentos y riquísimos hombres han puesto sobre los hombros de la multitud innumerables de proletarios un yugo que difiere poco del de los esclavos".
Ver: Mapa conceptual sobre la Revolución Industrial
Mapa conceptual de la revolucion industrial
http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/Revolucion_IndustrialMC.html
Orígenes de la Revolución Industrial en Inglaterra
Caldera 1801
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Después de siglos de estancamiento en Europa, el crecimiento económico volvió a encontrar perspectivas muy favorables. La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, al cambiar las condiciones de producción, indujo un enriquecimiento espectacular que se fue generalizando con el correr de los años.
Un buen índice de este crecimiento fue su producción de hierro: 60.000 ton. en 1780; 300.000 ton. en 1800 y 700.000 ton. en 1830.
Es el mayor cambio que ha conocido la producción de bienes desde 1800 en Inglaterra. La aparición de las máquinas, instrumentos hábiles que utilizan energía natural en vez de humana, constituye la línea divisoria entre dos formas de producción. La producción maquinista creó las condiciones para la producción y el consumo en masa, característicos de época actual, hizo surgir las fábricas y dio origen al proletariado.
Locomotora a vapor 1829
La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII el hombre sólo había utilizado herramientas, instrumentos inertes cuya eficacia depende por completo de la fuerza y la habilidad del sujeto que los maneja. El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.
La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.
La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.
La tecnología
Máquina de Arkwright 1870
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A comienzos del siglo XVIII las telas que se fabricaban en Europa tenían como materia prima la seda (un artículo de lujo, debido a su precio), la lana o el lino. Ninguna de ellas podía competir con los tejidos de algodón procedentes de la India y conocidos por ello como indianas o muselinas. Para entonces, la producción de tejidos de algodón en Inglaterra era insignificante y su importación desde la India constituía una importante partida de su balanza mercantil. Para competir con la producción oriental se necesitaba un hilo fino y fuerte que los hiladores británicos no producían.
La primera innovación en la hilandería se produjo al margen de estas preocupaciones: Hargreaves, un hilador, construyó el primer instrumento hábil, la spinning-jenny (1763), que reproducía mecánicamente los movimientos del hilador cuando utiliza una rueca y al mismo tiempo podía trabajar con varios husos. El hilo fino pero frágil que con ella se obtenía limitó su aplicación a la trama de tejidos cuya urdimbre seguía siendo el lino. Continuó por tanto la fabricación de tejidos de lino y la productividad recibió nuevo impulso debido a las limitadas exigencias de la jenny en espacio y energía.
Pocos años después surgía la primera máquina, con la aparición de la estructura de agua de Arkwright (1870), que recibe su nombre porque necesitaba la energía de una rueda hidráulica para ponerse en movimiento.
Telar de Crmpton 1780
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Para entonces, Samuel Crompton había construido una máquina nueva, inspirada en las anteriores, conocida como la mula, y que producía un hilo a la vez fino y resistente. El grueso de un hilo se mide por el número de madejas de 768,1 metros (840 yardas) que se puede obtener con 453 gramos de algodón (una libra). Un buen hilandero podía fabricar 20 madejas y la mula comenzó duplicando esta cifra para pasar a 80 y poco después a 350, más de 268 km. El número de husos, que no pasaba de 150 en la primera versión, alcanzó los dos mil al cabo de unos años y todo ello se conseguía con el solo trabajo de un oficial y dos ayudantes. La exportación de tejidos británica se multiplicó por cien en los cincuenta años que siguieron a 1780.
A partir de la renovación de la hilandería se puso en marcha un proceso que condujo a la mecanización de todas las etapas de la producción de tejidos, desde la desmontadora de algodón, fabricada en América por Eli Whitney, hasta las máquinas que en Inglaterra limpiaban de cualquier impureza el algodón en rama (trabajo especialmente penoso por el polvo que levantaba), el cardado y la elaboración mecánica de los husos para la fabricación de hilo. Una vez fabricado éste, los telares mecánicos, desarrollados en Francia por Jacquard, sustituían ventajosamente a los manuales tanto por la rapidez como por la calidad.
Hilado manual
El blanqueado de la tela, que llevaba varias semanas, se redujo a un par de días cuando al cambiar el siglo se descubrió un procedimiento químico a base de clorina. El estampado, que concluye el proceso, se hacía utilizando tacos de madera, que se aplicaban manualmente, hasta que en 1785 se encontró un rodillo que multiplicó la producción.
La demanda de energía que las máquinas textiles requieren fue satisfecha inicialmente recurriendo al método tradicional de las ruedas hidráulicas y las primeras fábricas se establecieron en las orillas de los ríos, tomando el nombre de molinos. La irregularidad de la corriente aconsejaba buscar una fuente independiente de energía. Las experiencias para conseguir un motor capaz de elevar el agua, mediante el vacío producido por la condensación del vapor, habían llegado, a mediados del siglo XVII, a una primera formulación, desarrollada por Savery en una máquina eficaz, aunque de escasa potencia y limitada aplicación.
Newcomen combinó la presión de vapor con la atmosférica para producir una máquina mucho más eficaz, aunque muy costosa por la cantidad de combustible que requería el calentar y enfriar sucesivamente el cilindro en el que se iniciaba el movimiento. En la universidad de Glasgow enseñaba Black, quien había descubierto la existencia del calor latente de vaporización, principio que venía a explicar la gran cantidad de agua que se necesitaba para conseguir la condensación del vapor.
Pero el doctor Watt fue quien dirigió sus trabajos para independizar las dos etapas del proceso (vaporización y condensación) de modo que no hubiera pérdida de energía. La construcción de un condensador independiente, que permanecía constantemente frío, en tanto el cilindro estaba siempre caliente, puso fin al despilfarro de carbón. La utilización de un cilindro de doble efecto permitió prescindir de la presión atmosférica en tanto la aplicación de altas presiones, sin las cuales no había posibilidad de aplicar el motor a un vehículo, se encuentra en el origen de la locomoción mecánica.
De entrada, la máquina de vapor vino a resolver el problema planteado por el drenaje de las minas y, junto con la lámpara de seguridad de Davy (1815), permitió abrir pozos cada vez más profundos y explotar aquellos que habían sido abandonados por las dificultades y riesgos que implicaba la explotación.
En cuanto al hierro, su demanda estaba limitada por la dificultad de transformar el mineral. éste se presentaba combinado con oxígeno cuya eliminación se realizaba mediante combustión en altos hornos. La masa fluida que se obtenía en la parte inferior estaba llena de impurezas que eran eliminadas mediante el afinado, que le quitaba el carbono sobrante, y el forjado, en el que los golpes de un martillo hidráulico permitían homogeneizar su estructura.
Fabrica de hilados
La primera línea de mejora consistió en la sustitución del carbón por el coque, que se obtiene mediante la combustión incompleta del carbón para separar el sulfuro y el alquitrán. La utilización de coque en la producción de hierro se realizó con éxito a comienzos del siglo XVIII por Abraham Darby, pero sólo se generalizó en la segunda mitad del siglo.
Una nueva técnica para mejorar la calidad del lingote fue el pudelado, en el que la fusión se realizaba manteniendo separado el carbón del mineral. El acero es el hierro sin otra impureza que uno por ciento de carbono; hasta entonces se había conseguido en pequeñas cantidades utilizando como materia prima un mineral de excepcional pureza. La fundición del hierro en un crisol y a más altas temperaturas permitió la producción masiva de acero y con ella la satisfacción de toda clase de demandas procedentes de la propia industria.
Los cambios en la agricultura
El parlamento inglés, durante el transcurso del siglo XVIII, permitió cercar las fincas en el campo abierto. El gasto que demandaba esta operación favoreció a los hacendados más ricos y permitió la aplicación de nuevas técnicas para incrementar la productividad agrícola. Se empezó la rotación de cultivos suprimiendo el sistema anterior de barbecho, se mejoraron las especies ganaderas gracias al cruce de ejemplares seleccionados, se generalizó el cultivo de nuevas especies, se mecanizaron las labores del campo, se aumentaron las superficies cultivables desecando pantanos, y se logró un rendimiento mayor con la utilización de abonos.
El ejemplo de Inglaterra fue seguido por los países europeos cuya producción agrícola se duplicó entre 1840 y 1914. Durante la misma época, en los extensos territorios de los Estados Unidos, Canadá, Australia y Argentina se generalizó el cultivo de cereales o la crianza de ganado, convirtiéndose estos países en los abastecedores de Europa y del mundo entero. En los países tropicales se intensificaron las plantaciones de caña de azúcar, café y otros productos alimenticios, de algodón y de otras materias primas que abastecieron las industrias europeas.
El crecimiento demográfico y su interrelación con el desarrollo urbano
La mejor alimentación, resultante de la diversificación y de los mejores rendimientos de la agricultura, permitió disminuir la mortalidad infantil y alargar la vida de los europeos. A ello también contribuyeron los progresos de la medicina, especialmente el descubrimiento y la aplicación de la Vacuna para atajar las epidemias periódicas que diezmaban la población.
Los europeos casi se triplicaron en el transcurso del s. XIX, siendo su crecimiento más notorio en los países industrializados. Este aumento demográfico estuvo estrechamente unido al despegue industrial, pues al elevarse la población se contó con abundante mano de obra y un amplio mercado de compra que garantizaron las ganancias indispensables para nuevas inversiones. El mejoramiento tecnológico de la actividad agrícola liberó mano de obra y se produjo el éxodo rural hacia los centros industriales. Las antiguas ciudades fueron adquiriendo una nueva fisonomía, pues la aparición de las fábricas y la aglomeración demográfica impusieron cambios urbanísticos por las urgentes exigencias de distribución de agua, servicios de alcantarillado, transportes, parques y lugares de esparcimiento.
La organización del trabajo y los problemas sociales
Las transformaciones económicas que originó la Revolución Industrial alteraron las estructuras sociales vigentes desde la Edad Media. En las zonas rurales, el campesino se desvinculó del señorío feudal y se convirtió en un jornalero cuyo trabajo se retribuyó con un salario. En las ciudades, el artesano que trabajaba su propio taller se trasladó a las fábricas en calidad de obrero asalariado y pasó a depender del propietario de las máquinas. Esta nueva situación constituyó el germen de las alteraciones campesinas y de las revoluciones obreras que acontecieron durante la segunda mitad del s. XIX en Europa.
Segunda revolución industrial
Entre los años 1880 y 1914, el desarrollo industrial se extendió a nuevos países y adquirió un ritmo acelerado. Este fue de tal magnitud que muchos historiadores han denominado este período como el de "la segunda revolución industrial".
El progreso científico y la aplicación tecnológica
Fábrica alemana
Como vimos, las industrias textiles y siderúrgicas fueron las primeras en desarrollarse. Los ingleses contaban con abundante algodón proveniente de la India a bajo precio, por lo que crearon grandes manufacturas textiles que terminaron por desplazar al lino y a la lana en la confección del atuendo entre los europeos. Para ello, desde mediados del s. XVIII, contaron con la progresiva aparición de nuevos inventos que facilitaron una rápida y abundante producción.
Se comenzó con el descubrimiento de la lanzadera volante, siguieron los diversos tornos de hilar que permitieron a un obrero trabajar varios husos a la vez, continuaron con el telar mecánico y se combinaron de tal forma estos diversos inventos que la cantidad de productos fabricados superó ampliamente la demanda tradicional. Esta situación convirtió a Inglaterra en un país exportador y en el verdadero taller del mundo en la primera mitad del s. XIX.
El invento y la aplicación de la máquina a vapor abrió enormes posibilidades al desarrollo tecnológico que no dejó de progresar durante todo el s. XIX.. A fines del siglo, el alemán Daimler inventó el motor de combustión interna; entre 1900 y 1914, el automóvil y el avión se perfeccionaron gracias al motor Diesel. Al mismo tiempo, la electricidad empezó a utilizarse con fines industriales. Los estudios científicos, estimulados por los gobiernos en las universidades y financiados por las empresas, lograron obtener algunas materias con procedimientos químicos realizados en los laboratorios. Estos nuevos productos, como el caucho y el salitre sintético, abrieron un campo ilimitado al desarrollo científico y tecnológico.
El avance de los medios de comunicación
Uno de los acontecimientos más destacados durante la segunda mitad del s. XIX, fue la población y colonización de nuevas tierras. Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros se dirigieron a Australia y al algunos países de Sudamérica. California y Australia ejercieron especial atractivo sobre los buscadores de oro. Este sorprendente movimiento migratorio se pudo realizar porque los transportes se abarataron y facilitaron a los campesinos, que no encontraban trabajo en las ciudades europeas, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales. En 1869, se abrió el Canal de Suez que acercó Europa al Lejano Oriente; más tarde, se construyó el ferrocarril en el Istmo de Panamá y, finalmente, se construyó en 1914 el canal que une el Atlántico con el Pacífico.
Canal de Panamá 1914
La aplicación de la fuerza del vapor a la navegación que iniciara Fulton en 1807 y la generalización de la hélice desde 1885 aumentaron las posibilidades de carga y de velocidad en el tráfico marítimo. Los meses que se tardaban para viajar entre dos puntos se redujeron a semanas. El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. Los ferrocarriles que unieron Moscú con Vladivostock en el imperio ruso, y el transoceánico que unió Nueva York con San Francisco, dieron vida a inmensos y productivos territorios continentales.
La información se vio también favorecida por nuevos sistemas: el telégrafo eléctrico, iniciado en 1844 y el teléfono en 1876, se unieron al sistema de franqueo postal introducido desde 1840. Todos estos adelantos contribuyeron al acortamiento de las distancias y al mejor aprovechamiento del tiempo, acercaron a los hombres y cambiaron las relaciones económicas entre los pueblos y las empresas.
El apogeo del capitalismo
El nuevo sistema industrial exigió un cambio en el mundo de las finanzas. Las antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de los ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes bancos internacionales y el crédito permitió emprender obras cada vez más costosas y más rentables. Así se fue afirmando progresivamente a lo largo del s. XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía exclusivamente a los poseedores del K: el capitalismo. A ello colaboraron diversos factores: la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, la economía de mercado basada en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para financiar los elevados costos del maquinismo
Las trasformaciones sociales
La revolución industrial tuvo hondas repercusiones en la sociedad. La burguesía desplazó definitivamente a la nobleza como clase rectora en los países occidentales. Los Lores ingleses, sin abandonar su carácter y conservando algunos de sus privilegios, se mezclaron con los burgueses y compartieron con éstos las ventajas del auge económico. En Francia y los Países Bajos la nobleza desapareció como grupo privilegiado. En Alemania, los nobles tuvieron que conformarse con hacer carrera en el ejército y en la diplomacia. Solamente en Rusia, escasamente industrializada, mantuvieron sus privilegios hasta el s. XX. En cambio, la burguesía —integrada por los empresarios industriales y los banqueros (alta burguesía), por profesionales como médicos, ingenieros o abogados, y por los comerciantes y pequeños empresarios (mediana y pequeña burguesía)— impuso su concepción de la vida, sus costumbres y valores. Estos giraron en torno a la riqueza y exaltaron las virtudes del ahorro metódico, de la constancia en el trabajo y del respeto del orden establecido.
El campesinado, arrojado del campo por la creciente mecanización de las actividades agrícolas, emigró a las ciudades y, junto al artesano empobrecido por el nuevo sistema fabril, dio origen a la nueva clase social: el proletariado obrero.
El proletariado y la cuestión social
La concentración fabril agrupó a los trabajadores, les hizo sentirse solidarios de sus problemas y tomar conciencia de los mismos para buscarles solución. El proletariado se encontró sometido a duras condiciones que empezaron a conocerse gracias a los informes de médicos y sociólogos a partir de 1830. El trabajo se realizaba en jornadas superiores a las 15 horas diarias en fábricas inhóspitas. Algunos empresarios preferían, por razones de economía, contratar a mujeres y niños. El salario se regía por la ley de la oferta y la demanda, era bajo e inseguro. Tampoco existían leyes de previsión social ni sobre accidentes del trabajo. En ciertos casos, las condiciones de las viviendas obreras eran insalubres y favorecían las enfermedades.
El estado burgués, imbuido de la ideología liberal, consideraba que toda intervención para solucionar los problemas surgidos entre el capital y el trabajo era inútil, perjudicial e injusta, porque en toda actividad debían respetarse las leyes naturales y no limitar la libertad de los individuos. Aunque en Inglaterra, en 1802, se prohibieron los horarios que excedieran las 12 horas, y en 1819 el trabajo de niños menores de 10 años, solamente a mediados del siglo los gobiernos publicaron las primeras leyes sociales favorables a los obreros. Estas disposiciones fueron resultado de la presión de algunos intelectuales cuyos escritos despertaron un sentimiento humanitario, y de los movimientos organizados de los trabajadores. Las primeras fueron las diversas corrientes del "socialismo utópico". Entre sus exponentes se destacaron : Saint-Simon, Fourier, Proudhon, Owen.
La ideología marxista
En cambio, el socialismo "científico", como lo denominó Karl Marx (1818-1883), se decidió abiertamente por la acción política. En 1848, este ideólogo alemán de origen israelita publicó, con la colaboración de Federico Engels, el Manifiesto del Partido Comunista. En él aparecen los principios de la ideología marxista y los fundamentos de su acción: materialismo histórico, lucha de clases, organización internacional de los obreros y opción deliberada por la revolución como instrumento para conquistar el poder e implantar el régimen comunista. En obras posteriores, Marx completó la exposición de su programa socio-político, pero el "Manifiesto", por su estilo apasionado y su vibrante espíritu revolucionario, es el escrito que mayor repercusión ha tenido entre los sectores obreros de la época.
En 1864, se organizó la "Primera Internacional Obrera" para impulsar la lucha revolucionaria en todos los países. Esta asociación no pudo mantener su unidad por la escisión que se produjo en 1872 debido a la corriente anarquista que dirigía el ruso Bakunin. El anarquismo deseaba suprimir el estado burgués liberal y capitalista; pero se oponía también a la instalación de un estado socialista. Propiciaba la máxima libertad de acción, por lo cual propugnaba la abstención política y la huelga para combatir al capitalismo. La Segunda Internacional, creada en 1889, no pudo superar el nacionalismo de los partidos socialistas que la integraban e hizo crisis al estallar la guerra de 1914.
La respuesta de la Iglesia
La Iglesia, conforme al mandato de Cristo, siempre ha mantenido obras asistenciales para ayudar a los pobres y menesterosos. Desde su fundación ha contado con numerosas congregaciones destinadas a la ayuda caritativa del prójimo más necesitado. Por esta tendencia tradicional, en el seno del cristianismo, no faltaron desde comienzos del s. XIX las denuncias de algunos católicos contra las injusticias del sistema capitalista y la condena al escándalo de los salarios ínfimos y a la duración excesiva de las jornadas de trabajo. Entre 1835 y 1848 varios obispos franceses e italianos invocaron la intervención legislativa en defensa del bien común y en favor de los más débiles. Incluso en 1831, y posteriormente en 1848, algunos pensadores como Lacordaire y Ozanam trazaron un programa de legislación en defensa de los niños, de los enfermos y de los ancianos, propusieron la formación de comités mixtos para dirimir los pleitos entre el capital y el trabajo y, finalmente, exigieron el reconocimiento del derecho al trabajo.
En el plano práctico, el mismo Federico Ozanam organizó en 1833 "Las Conferencias de San Vicente de Paul" para socorrer a los pobres y a los enfermos. En 1840 surgió la "Sociedad de San Francisco Javier" que creó escuelas para los obreros y una oficina de colocación para los cesantes. Don Bosco, entre 1841 y 1854, echó las bases de los oratorios y de las escuelas profesionales y, pocos años más tarde, el beato Luis Orione creó la heroica fundación de Cottolengo.
Monseñor Emmanuel von Ketteler, obispo de Maguncia, dio un paso adelante con sus sermones en la catedral durante el año 1848, y con la publicación en 1864 sobre "La cuestión social y el cristianismo". En ambas ocasiones planteó la acción social como una exigencia de justicia y no solamente como caridad asistencial.
No todos los sectores católicos coincidieron con estos planteamientos, se realizaron numerosos estudios sobre el tema y se suscitaron acaloradas polémicas. Sin embargo, unos 40 años después, las corrientes del catolicismo social representadas por Ketteler fueron confirmadas oficialmente en 1891 por el Papa León XIII en su encíclica Rerum Novarum. Este documento pontificio ratificó: el derecho a la propiedad privada y la función social de ella, la obligación aunque limitada que le incumbe al Estado de promover la prosperidad pública y privada, los deberes de los obreros para con sus patrones y sus derechos a un salario suficiente para vivir con dignidad. Consagró así el aspecto humano y personalista del trabajo y la condenación de la lucha de clases, aunque invitó a los obreros a organizarse en asociaciones para defender sus derechos e intereses.
Algunos Inventos, descubrimientos e innovaciones en el siglo XVIII
1709 Cristófori (Italiano) Piano
1777 Lavoisier (Francés) Explicación Combustión
1714 Fahrenheit (Alemán) Temómetro de Mercurio
1778 Jouffroy (Francés) Bote de Vapor Experimental
1745 Von Kleist (Alemán) Botella de Leyden
1780 Franklin (EE.UU.) Lentes Bifocales
1745 Musschenbroeck (Alemán) Botella de Leyden
1783 Montgolfier (Francés) El Globo
1752 Franklin (EE.UU.) Pararrayos
1785 Cartwright (Inglés) Telar Mecánico
1761 Harrison (Inglés) Cronómetro
1785 Blanchard (Francés) Paracaídas
1769 Watt (Escocés) Máquina de Vapor
1785 Ransome (Inglés) Arado de Hierro Fundido
1770 Cugnot (Francés) Carro de Vapor
1792 Murduch (Escocés) Lámpara de Gas
1774 Priestley (Inglés) Oxígeno
1796 Senefelder (Bohemio-Alemán) Litografía
1777 Miller (Inglés) Sierra Circular
1797 Wittemor (EE.UU.) Máquina de Tarjeta
Algunos Inventos, descubrimientos e Innovaciones en el siglo XIX
1800 Volta (Italiano) Pila
1868 Gramme (Belga) Dínamo
1802 Symington (Escocés) Bote Vapor
1876 Otto (Alemán) Motor 4 ciclos
1824 Aspdin (Inglés) Cemento Portland
1876 Bell (EE.UU.) Teléfono
1828 Henrry (EE.UU.) Electromagneto
1879 Edison (EE.UU.) Lámpara Incandescente
1835 Talbot (Inglés) Fotografía
1882 Wheeler (EE.UU.) Ventilador Eléctrico
1837 Davenport (US) Motor CD
1885 Benz (Alemán) Automóvil
1837 Morse (EE.UU.) Telégrafo
1885 Daimler (Alemán) Motocicleta
1845 Hoe (EE.UU.) Rotatíva
1885 Stanley (EE.UU.) Transformador Eléctrico
1846 Howe (EE.UU.) Máquina de coser
1887 Tesla (EE.UU.) Motor de Inducción
1847 Staite (Inglés) Lámpara de Arco
1888 Eastman (EE.UU.) Cámara Kodak
1849 Bourding (Francés) Turbina Gas
1889 Daimler (Alemán) Motor Gasolina
1849 Francis (EE.UU.) Turbina Hidráulica
1892 Tesla (EE.UU.) Motor Corriente Alterna
1858 Siemens (Alemán) Horno para acería
1892 Morrison (EE.UU.) Auto Eléctrico
1864 Marcus (EE.UU.) Automóvil Experimental
1893 Tesla (EE.UU.) Radio
1866 Nobel (Suizo) Dinamita
1895 Diesel (Alemán) Motor Diesel
León XIII : Encíclica Rerum Novarum, 1891 (extracto):
Su Santidad León XIII
"Una vez despertado el afán de novedades, que hace tanto tiempo agita a los pueblos, necesariamente había de suceder que el deseo de hacer cambios en el orden político se extendiese al económico, que tiene con aquel tanto parentesco. Efectivamente, los aumentos recientes de la industria y los nuevos caminos porque van las artes, al camino obrado en las relaciones mutuas de patrones y trabajadores, el haberse acumulado las riquezas en unos pocos y empobrecido la multitud, y en los obreros la más clara sensación de lo que su propio valer y poder han alcanzado, y la unión más estrecha con que unos a otros se han juntado, y , finalmente, la corrupción de las costumbres, han hecho estallar la guerra.
... Por esto, proponiéndonos como fin la defensa de la iglesia y el bien común... creemos deber escribir algo del estado y condición de los obreros...
Pero ella (la solución que demanda la verdad y la justicia) es difícil de resolver y la empresa no carece de peligro. Porque difícil es dar la medida justa de los derechos y deberes en que deben ubicarse ricos y proletarios, los que aportan el capital y los que ponen el trabajo. Y peligrosa es una contienda que por hombres turbulentos y maliciosos frecuentemente se tuerce para pervertir el juicio de la verdad y mover a sediciones la multitud. Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso dar pronto y oportuno auxilio a los hombres de las clases modestas, pues que sin merecerlo se hallan la mayor parte de ellos en una condición desgraciada y calamitosa.
Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos y no habiéndoseles dado en su lugar defensa alguna por haberse apartado las instituciones y leyes públicas de la Religión de nuestros padres, poco a poco los obreros se encontraron entregados, solos e indefensos por la condición de los tiempos, a la inhumanidad de sus amos y a la desenfrenada codicia de sus competidores, hizo aumentar el mal la voraz usura, la cual, aunque más de una vez condenada por sentencia de la iglesia, sigue siempre, bajo diversas formas, la misma en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas están casi todos en manos de pocos, de tal suerte que unos cuantos opulentos y riquísimos hombres han puesto sobre los hombros de la multitud innumerables de proletarios un yugo que difiere poco del de los esclavos".
Ver: Mapa conceptual sobre la Revolución Industrial
Mapa conceptual de la revolucion industrial
http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/Revolucion_IndustrialMC.html
Economía: Mercantilismo y Fisiocracia-Liberalismo Económico
Comienzo de los debates sobre la economía: Durante los siglos XV, XVI, XVII Y XVIII, cuando surgen los estados nacionales modernos, un sector social comienza a reflexionar sobre qué es la riqueza, de dónde proviene, apartándose esta reflexión del campo de cómo se produce algo o si era justo o no la obtención de riqueza. La acumulación de riqueza de una nación es una cuestión compleja por su grado de abstracción para encontrar una respuesta debe ser elaborado un concepto teórico.
Mercantilismo y Fisiocracia: El mercantilismo puede ser entendido como la política y la práctica económica de los Estados Nacionales, en el período de transición del feudalismo al capitalismo. Sus orígenes están ligados a la centralización del poder, que alcanza su plenitud con el Estado absolutista.
Su característica se centró en una política económica de intervención estatal en los asuntos económicos, con el propósito de dinamizar la producción nacional y en provecho del fortalecimiento del Estado.
La preocupación de los mercantilistas giraba alrededor de la acumulación de metales preciosos, fundamentalmente oro. Además dieron origen al proteccionismo.
La fisiocracia considera que la tierra es la fuente única de la riqueza de las naciones y que el Estado debe intervenir lo menos posible en la economía y dejar que el sector privado organice la mayor parte da la actividad económica a través de los mercados.
Eje de la argumentación fisiocrática:
El eje de la argumentación fisiocrática que las sociedades están regidas por un orden natural (leyes naturales) y que entonces el Estado está inhibido de intervenir en ellas. Cualquier acción que realice el Estado sobre la economía solo servirá para trabar ese delicado mecanismo de relojería que es la sociedad.
Papel que desempeña el “mercado” de acuerdo a Adam Smith:
El mercado que es el ámbito donde se cambian los bienes y donde cada uno consigue lo que efectivamente necesita para su consumo personal.
La división del trabajo para Adam Smith:
La división del trabajo es la especialización o división técnica del trabajo que permite la productividad o mejor dicho el aumento de la productividad. Cada obrero que se ha transformado en especialista de su función, la conoce en detalle, puede realizar mucho más rápido y mejor.
La “mano invisible” del mercado para Adam Schmidt:
Es el resultado de un mercado que funciona óptimamente sin que nadie lo guíe. Como cada uno trata de obtener el máximo beneficio de un intercambio económico, tratará de producir los mejores bienes lo más barato posible, como todos los miembros de la comunidad harán lo mismo, el conjunto de bienes existentes aumentará al máximo del que es capaz. Así sin que nadie lo decida centralmente, a partir de decisiones individuales, se obtendrá un óptimo social.
Objeto del debate económico con respecto al libre cambio que sustentó David Ricardo:
El debate de Ricardo se centró principalmente sobre cómo se reparte entre tres clases sociales -los trabajadores que reciben salarios, los empresarios que reciben ganancias y los terratenientes que reciben rentas- lo producido en una economía nacional.
La renta diferencial de la tierra:
Es la renta que percibe el terrateniente por el uso de las “energías originarias e indestructibles del suelo”. La diferencia entre calidad de los suelos determinará la diferencia entra las rentas. A medida que las tierras menos fértiles sean explotadas, el mayor costo de producir en ellas inducirá a pagar rentas más altas en las tierras más fértiles.
Teorías de las ventajas comparativas en el comercio exterior:
Se basa en la división internacional del trabajo, cada país debería especializarse en aquellas producciones en las que tuviera ventajas comparativas, o sea que fuera capaz de producir determinado bien con un costo relativo menor que otros países.
Origen de los discursos políticos del librecambio:
El origen de los discursos políticos del librecambio podemos encontrarlo sin duda en al teoría de David Ricardo, la cual desarrolla para defender la posición de los empresarios industriales perjudicados en su momento por la legislación que favorecía el enriquecimiento de la clase terrateniente. Su teoría la vemos plasmada en los Principios de economía política y tributación que fueran leídos en la 2da. Mitad del siglo XIX en el mundo. En nuestro país, este pensamiento influenció en Bartolomé Mitre, Nicolás Avellaneda, Julio Roca, entre otros.
Teoría de la plusvalía:
La teoría de la plusvalía consiste en el excedente que el trabajador produce cuando vende su fuerza de trabajo, ya que produce más de lo que necesita para su propio consumo. En esa diferencia está planteada la plusvalía o plusvalor.
Marx lo explica de la siguiente manera: El capitalista lleva al trabajador que ha contratado al mundo de la producción y ahí es donde se acaban los equivalentes, porque en el mundo de la producción hay relaciones de autoridad y se pone en juego es esa relación de autoridad la capacidad de producir mayor valor. Entonces sucede que el capitalista ha contratado al trabajador justamente para que le produzca mayor valor, para que le rinda más que lo que ha pagado por aquel. Durante la jornada de trabajo, dice Marx, el trabajador, luego de un período, produce un valor equivalente al conjunto de una canasta de bienes que, expresados en dinero, permiten pagar el jornal obrero. A partir de allí, el operario sigue trabajando, es decir, sigue agregando valor. Esta segunda parte de la jornada que no se remunera, es la plusvalía.
La fuerza de trabajo tiene más valor que la materia prima. Al vender el capitalista en el mercado esta nueva mercancía, recibirá dinero para reinvertir y así el ciclo de acumulación indefinida se reanudará, puesto que la lógica del capitalismo es la acumulación indefinida.
La mercancía como valor de uso y valor de cambio:
Se dice que la mercancía es un valor de uso porque sirve para algo, tiene un conjunto de propiedades que le permiten satisfacer una necesidad (material o espiritual) o sea, sirve para algo. Es un valor de cambio, porque puede ser intercambiado en determinada proporción por otras mercancías.
Definición de Dinero: Los bienes que se intercambian tienen una valoración, un precio, ese valor se materializa en dinero. Constituyéndose el dinero en un instrumento de cambio que permite el intercambio de bienes y servicios.
Concepto de acumulación mercantil: Basándose en el principio de la plusvalía, podemos afirmar que la mercancía que se produce tiene más valor que la suma de insumos, la fuerza de trabajo más la materia prima. Con esta nueva mercancía de mayor valor el capitalista recibe más dinero que será reinvertido en el proceso productivo. Y así se reanuda el ciclo. Es un ciclo de acumulación indefinida. La lógica del capital es la de la acumulación indefinida.
Mercantilismo y Fisiocracia: El mercantilismo puede ser entendido como la política y la práctica económica de los Estados Nacionales, en el período de transición del feudalismo al capitalismo. Sus orígenes están ligados a la centralización del poder, que alcanza su plenitud con el Estado absolutista.
Su característica se centró en una política económica de intervención estatal en los asuntos económicos, con el propósito de dinamizar la producción nacional y en provecho del fortalecimiento del Estado.
La preocupación de los mercantilistas giraba alrededor de la acumulación de metales preciosos, fundamentalmente oro. Además dieron origen al proteccionismo.
La fisiocracia considera que la tierra es la fuente única de la riqueza de las naciones y que el Estado debe intervenir lo menos posible en la economía y dejar que el sector privado organice la mayor parte da la actividad económica a través de los mercados.
Eje de la argumentación fisiocrática:
El eje de la argumentación fisiocrática que las sociedades están regidas por un orden natural (leyes naturales) y que entonces el Estado está inhibido de intervenir en ellas. Cualquier acción que realice el Estado sobre la economía solo servirá para trabar ese delicado mecanismo de relojería que es la sociedad.
Papel que desempeña el “mercado” de acuerdo a Adam Smith:
El mercado que es el ámbito donde se cambian los bienes y donde cada uno consigue lo que efectivamente necesita para su consumo personal.
La división del trabajo para Adam Smith:
La división del trabajo es la especialización o división técnica del trabajo que permite la productividad o mejor dicho el aumento de la productividad. Cada obrero que se ha transformado en especialista de su función, la conoce en detalle, puede realizar mucho más rápido y mejor.
La “mano invisible” del mercado para Adam Schmidt:
Es el resultado de un mercado que funciona óptimamente sin que nadie lo guíe. Como cada uno trata de obtener el máximo beneficio de un intercambio económico, tratará de producir los mejores bienes lo más barato posible, como todos los miembros de la comunidad harán lo mismo, el conjunto de bienes existentes aumentará al máximo del que es capaz. Así sin que nadie lo decida centralmente, a partir de decisiones individuales, se obtendrá un óptimo social.
Objeto del debate económico con respecto al libre cambio que sustentó David Ricardo:
El debate de Ricardo se centró principalmente sobre cómo se reparte entre tres clases sociales -los trabajadores que reciben salarios, los empresarios que reciben ganancias y los terratenientes que reciben rentas- lo producido en una economía nacional.
La renta diferencial de la tierra:
Es la renta que percibe el terrateniente por el uso de las “energías originarias e indestructibles del suelo”. La diferencia entre calidad de los suelos determinará la diferencia entra las rentas. A medida que las tierras menos fértiles sean explotadas, el mayor costo de producir en ellas inducirá a pagar rentas más altas en las tierras más fértiles.
Teorías de las ventajas comparativas en el comercio exterior:
Se basa en la división internacional del trabajo, cada país debería especializarse en aquellas producciones en las que tuviera ventajas comparativas, o sea que fuera capaz de producir determinado bien con un costo relativo menor que otros países.
Origen de los discursos políticos del librecambio:
El origen de los discursos políticos del librecambio podemos encontrarlo sin duda en al teoría de David Ricardo, la cual desarrolla para defender la posición de los empresarios industriales perjudicados en su momento por la legislación que favorecía el enriquecimiento de la clase terrateniente. Su teoría la vemos plasmada en los Principios de economía política y tributación que fueran leídos en la 2da. Mitad del siglo XIX en el mundo. En nuestro país, este pensamiento influenció en Bartolomé Mitre, Nicolás Avellaneda, Julio Roca, entre otros.
Teoría de la plusvalía:
La teoría de la plusvalía consiste en el excedente que el trabajador produce cuando vende su fuerza de trabajo, ya que produce más de lo que necesita para su propio consumo. En esa diferencia está planteada la plusvalía o plusvalor.
Marx lo explica de la siguiente manera: El capitalista lleva al trabajador que ha contratado al mundo de la producción y ahí es donde se acaban los equivalentes, porque en el mundo de la producción hay relaciones de autoridad y se pone en juego es esa relación de autoridad la capacidad de producir mayor valor. Entonces sucede que el capitalista ha contratado al trabajador justamente para que le produzca mayor valor, para que le rinda más que lo que ha pagado por aquel. Durante la jornada de trabajo, dice Marx, el trabajador, luego de un período, produce un valor equivalente al conjunto de una canasta de bienes que, expresados en dinero, permiten pagar el jornal obrero. A partir de allí, el operario sigue trabajando, es decir, sigue agregando valor. Esta segunda parte de la jornada que no se remunera, es la plusvalía.
La fuerza de trabajo tiene más valor que la materia prima. Al vender el capitalista en el mercado esta nueva mercancía, recibirá dinero para reinvertir y así el ciclo de acumulación indefinida se reanudará, puesto que la lógica del capitalismo es la acumulación indefinida.
La mercancía como valor de uso y valor de cambio:
Se dice que la mercancía es un valor de uso porque sirve para algo, tiene un conjunto de propiedades que le permiten satisfacer una necesidad (material o espiritual) o sea, sirve para algo. Es un valor de cambio, porque puede ser intercambiado en determinada proporción por otras mercancías.
Definición de Dinero: Los bienes que se intercambian tienen una valoración, un precio, ese valor se materializa en dinero. Constituyéndose el dinero en un instrumento de cambio que permite el intercambio de bienes y servicios.
Concepto de acumulación mercantil: Basándose en el principio de la plusvalía, podemos afirmar que la mercancía que se produce tiene más valor que la suma de insumos, la fuerza de trabajo más la materia prima. Con esta nueva mercancía de mayor valor el capitalista recibe más dinero que será reinvertido en el proceso productivo. Y así se reanuda el ciclo. Es un ciclo de acumulación indefinida. La lógica del capital es la de la acumulación indefinida.
lunes, 26 de octubre de 2009
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL DEL SIGLO XVIII
Introducción: Hasta fines del siglo XVIII, la economía europea se había basado casi exclusivamente en la agricultura y el comercio. Lo que hoy llamamos productos industriales eran, por entonces, artesanías, como por ejemplo los tejidos, que se fabricaban en casas particulares. En una economía fundamentalmente artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y ésta la hilaba, la tejía y devolvía a su patrón el producto terminado a cambio de una suma de dinero.
Esta forma de producción se modificó notablemente entre fines del siglo XVIII y mediados del XIX. El país donde comenzaron estos cambios fue Inglaterra. Allí se daban una serie de condiciones que hicieron posible que, en poco tiempo, se transformara en una nación industrial; lo que permitió impulsar la inventiva y aplicarla a la producción y a los transportes. Surgieron entonces los telares mecánicos, que multiplicaban notablemente la cantidad y la calidad de los productos, y los ferrocarriles y los barcos de vapor que trasladaron los productos de Inglaterra.
Este período, conocido como la Revolución Industrial, fue posible porque:
* Este reino disponía de importantes yacimientos de carbón, el combustible más usado en la época. También, poseía yacimientos de hierro, la materia prima con la que se hacían las máquinas, los barcos y los ferrocarriles;
* La burguesía (ver Vocabulario) inglesa había acumulado grandes capitales a partir de su expansión colonial y comercial;
* Las ideas liberales, muy difundidas en la Inglaterra de esa época, favorecían la iniciativa privada. A esto se sumaban las garantías que daba un parlamento que representaba también los intereses de esta burguesía industrial y comercial.
* La marina Mercante inglesa era una de las más importantes del mundo. Esto garantizaba a los productores de ese país una excelente red de distribución en el orden mundial.
OCUPADOS Y DESOCUPADOS
A lo largo del siglo XVIII fue cambiando también la modalidad de explotación de la tierra: rotación de cultivos, uso de algunos fertilizantes, mejoras en el instrumental de labranza, reducción del personal al mínimo imprescindible. En los lugares en que se aplicaban estos cambios generalmente en las tierras de las personas más pudientes se tendió a aumentar la producción y, en consecuencia, a bajar los precios. A su vez, los campos fueron cercados y los grandes propietarios, conscientes de los beneficios que les brindaba el nuevo sistema, se adueñaron de las tierras de los campesinos quienes, de esta manera, se quedaron sin nada. Esto provocó que muchos comenzaran a trasladarse hacia los centros urbanos en busca de trabajo. En las ciudades que comenzaron a llenarse de establecimientos industriales, las familias numerosas se veían en serias dificultades, porque siempre la cantidad de puestos de trabajo era menor que la masa de obreros sin empleo. Los campesinos no paraban de llegar a las ciudades y esto empeoraba las cosas: ante tanta oferta de mano de obra, los patrones rebajaban los sueldos y hasta despedían a los que estaban trabajando para tomar niños y pagarles menos. En los grandes centros industriales ingleses, como Manchester, Londres y Liverpool, los desocupados se contaban por miles.
VOCABULARIO
Burguesía: clase social surgida a partir de¡ siglo xii en los centros comerciales medievales europeos, llamados "burgos". Estuvo en sus inicios dedicada al comercio (burguesía comercial) y se constituyó, rápidamente, en un grupo poderoso que llegó a disputarles el poder a los señores feudales. Opusieron al sistema feudal cerrado el sistema capitalista, basado en la moneda y el trabajo asalariado. La riqueza ya no será sólo la inmueble (las tierras), ahora también habrá una riqueza mueble: el dinero y las mercancías, que eran las propiedades de la burguesía. En el siglo xviii, durante la Revolución Industrial, la burguesía propietaria de industrias se llamó burguesía industrial.
Los patrones sacaban provecho de esta dramática situación extendiendo las jornadas laborales hasta 15 y 17 horas diarias en fábricas que no reunían las mínimas condiciones de seguridad e higiene y pagando, además, salarios miserables.
El creciente deterioro de esta situación en las décadas siguientes provocaría una lenta estrategia de nucleamiento de los trabajadores en distintas agrupaciones de diferente tenor ideológico, pero todas confluyendo en la intención de reclamar por sus derechos.
EL CAPITALISMO INDUSTRIAL
El maquinismo exigió una importante inversión de capitales. Hasta ese momento la burguesía los destinaba a los bancos y al comercio, pero notó el importante negocio que significaba producir a más bajo costo y en grandes cantidades. Así nació la burguesía industrial, integrada por los dueños de las grandes fábricas, que pondrán fin a los pequeños talleres artesanales. Frente a esta nueva realidad, los artesanos que trabajaban por su cuenta, tenían una sola opción: trabajar para esas fábricas y cerrar sus talleres. A este sistema se lo llamó capitalismo industrial, porque la industria será el nuevo centro de producción del capital al que estarán lógicamente asociados la banca financiando la producción y las ventas y el comercio.
Las grandes ganancias generadas por la actividad industrial no serían reinvertidas en su totalidad, en ese sector. Los dueños de las fábricas advirtieron la conveniencia de diversificar sus inversiones y destinar parte de su capital a la creación de bancos, entidades financieras y compañías de comercio que distribuían la mercadería que producían sus fábricas.
La Revolución Industrial determinó la aparición de dos nuevas clases sociales: la burguesía industrial (los dueños de las fábricas) y el proletariado industrial (los trabajadores). Se los llamaba proletarios porque su única propiedad era su prole, o sea sus hijos, quienes, generalmente a partir de los cinco años, se incorporaban al trabajo.
Esta situación llevó a varios pensadores de la época a sostener que el enfrentamiento entre estos dos grupos sociales (la lucha de clases) continuaría siendo ineludible y a la vez la condición básica para el surgimiento de una sociedad más igualitario.
LOS AVANCES TÉCNICOS
La Revolución Industrial le permitió a Inglaterra transformarse rápidamente en una gran potencia. Por su parte, el invento del ferrocarril agilizó el traslado de la mercadería y abarató los productos; a la vez que, al mejorar la circulación y las comunicaciones, acercó las distintas regiones. En ese contexto, para el resto de los países era muy difícil competir con los productos ingleses. Por ejemplo, en 1810, cuando después de la Revolución de Mayo, Buenos Aires se abrió al comercio libre con Inglaterra, un poncho inglés costaba 10 veces menos que uno producido en los telares artesanales de Catamarca confeccionado en un tiempo mayor. La apertura comercial perjudicó muy seriamente a las artesanías y pequeñas industrias del interior hasta, casi, eliminarlas.
Pero Gran Bretaña no sólo exportaba productos textiles, sino también maquinarias, capitales y técnicos para la construcción de ferrocarriles. Los países que establecían contratos con estas compañías debían tomar créditos con bancos ingleses muchas veces, vinculados a las compañías para financiar las obras. Estos países quedaban de por vida dependiendo de Inglaterra, por las deudas contraídas y por las necesidades técnicas y de repuestos que solo proveían las empresas constructoras inglesas.
ORÍGENES DEL MOVIMIENTO OBRERO
Con la Revolución Industrial también crecen los conflictos sociales. A muchos capitalistas no les importaba que sus trabajadores, a veces niños de siete años, trabajaran 12 ó 14 horas por día en condiciones insalubres, con graves riesgos físicos. Su única preocupación era aumentar la producción al menor costo posible, es decir, pagando el salario más bajo que se pudiera, aprovechándose de la gran cantidad de desocupados que había. Esta situación de injusticia llevó a la aparición de los primeros sindicatos de trabajadores y de huelgas en demanda de aumentos de sueldo y de mejoras en las condiciones de trabajo. La unión de los trabajadores posibilitó la sanción de las primeras leyes protectoras de sus derechos y, consecuentemente, el mejoramiento progresivo de su calidad de vida.
El avance de la burguesía industrial implicó, a su vez, un proceso de cambios en la vida de muchas personas. Pero sobre todo, en la de aquellos que se incorporan en condición de obreros, en el trabajo fabril. Algunos provenían del campo: eran antiguos labradores que habían sido expulsados de sus parcelas para criar ovejas y producir lana destinada a la naciente industria textil. Otros eran artesanos que, al no poder competir con la industria, se vieron obligados a ingresar en e taller, Antes, la mayoría de ellos producían en sus Parcelas o talleres, para satisfacer sus necesidades de uso (alimentación, vestido, etc.). Ahora, comenzaban a producir para el dueño de la fábrica que aspiraba a vender mercancías y enriquecerse. Antes, el tiempo y el ritmo del trabajo eran auto controlados; ahora, la intensidad del trabajo la establecerá el propietario del taller. En el pasado, sus jornadas de labor con su mujer e hijos eran extensas y anotadoras como ahora; pero ese tiempo de trabajo era su propio tiempo y eran ellos quienes disponían de él.
Para las nuevas formas de producción, el tiempo es oro y la burguesía necesitó intensificar los ritmos de producción La "socia" para lograr este fin fue la máquina que obligó al obrero a seguir el ritmo que ella le imponía, y también las multas a todo obrero que estuviera fumando, cantando, rezando o realizando cualquier acción que pudiera perturbar la labor marcada por el cronómetro, ahora dueño del tiempo en la fábrica
A LA LUCHA
En este clima de obligaciones y de ritmo tan exigentes, la taberna será el único lugar de libertad para los trabajadores, y en ellas cerveza mediante, comenzarán a buscar la forma de organizarse para resistir. Al comienzo, dichas resistencias se expresarán en revueltas callejeras contra el alza de precio del pan o en peticiones al Parlamento. Pero al crecer los reclamos, se prohibieron las asociaciones obreras en 1799. Entonces, los obreros recurrieron a la acción directa: comenzaron a atacar las casas o talleres de sus patrones para exigir mejoras.
Se dice que un joven aprendiz, enojado con su maestro, resolvió el conflicto dándole un martillazo al telar. Estaba agotado. El destructor de la máquina se llamaba Ned Ludd, y por esto se llamará luddista al movimiento que entre 1812 y 18 1 7, en medio de una gran crisis económica, amenazará a sus patrones y realizará ataques sistemáticos a las máquina. Hoy no es claro si los luddistas veían en las máquinas la causante de sus penurias o si era ésa la única forma que habían encontrado de hacerse escuchar en una sociedad sorda a sus reclamos.
Recién al calor de un ciclo de prosperidad económica, se legalizarán las asociaciones obreras en 1824 y los trabajadores comenzarán nuevas búsquedas para mejorar si¡ situación: la creación de cooperativas obreras de producción y luego, la "Carta al Pueblo", de la Asociación de Trabajadores en 1837. Para ello plantearon: el sufragio universal y secreto, suprimir la obligación de ser propietario para ser parlamentario y que la labor legislativa fuese remunerada. Estos últimos pedidos eran claros: los trabajadores son ciudadanos, aunque no tengan riquezas, y deben participar en la toma de decisiones.
LA IGLESIA Y LA CUESTION SOCIAL
Durante la primera mitad del siglo XIX, la Iglesia católica comenzó a manifestar su preocupación frente a la presencia de un proletariado empobrecido y en constante aumento. La Iglesia ,adopta soluciones que pasaban por la caridad. En Francia, por ejemplo, fue creada la Sociedad de Moral Cristiana, de la que surgieron numerosas instituciones cajas de ahorro y sociedades de socorros mutuos. La Sociedad tenía un comité para el perfeccionamiento moral de los presos y otro para la ubicación de éstos.
Hacia 1891, el Papa León XIII dictó la encíclica Rerum Novarum en la que la Iglesia trató problemas propios del mundo contemporáneo, como el salario, y expresó su preocupación por las condiciones de vida de los trabajadores.
Pío X, el Papa que sucedió a León XIII, desatendió el reformismo religioso de su antecesor e impulsó el integrismo concepción religiosa por la cual la vida profana (es decir, aquella que no se ajustaba a los principios religiosos) debía subordinarse a los principios inmutables del catolicismo, como también, a las decisiones que la Iglesia adoptara. De este modo, todo católico permanentemente debía dar muestras indudables de profesar una fe íntegra y absoluta.
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Revolución en Inglaterra
Industrialización en Francia
Industrialización en Alemania
Revolución en EE.UU.
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DE LA PRIMERA A LA SEGUNDA REVOLUClÓN INDUSTRIAL
Hasta mediados del siglo XIX, la mayoría de la población europea estaba formada por campesinos. En los Estados Unidos, la agricultura predomina hasta el triunfo del norte industrialista sobre el sur agrario y esclavista, en la guerra civil.
La lentitud con que se propagaban los cambios impulsados por la Revolución Industrial llevó a que la economía mundial siguiera sometida a los viejos ritmos impuestos por las buenas y las malas cosechas. La crisis económica que se desata entre 1846 y 1848 fue, quizás, la última crisis cuyas causas fueron predominantemente agrarias.
En el ámbito de las comunicaciones, se dieron profundos cambios. George Stephenson inventó la locomotora en 1814 y, luego de años de pruebas, se realizó en 1825 el primer viaje en un tren de pasajeros entre las ciudades inglesas de Stockton y Darlington. A partir de entonces, el parlamento inglés comenzó a aprobar la instalación de miles de kilómetros de vías férreas. La más importante fue la que unió los centros industriales de Liverpool y Manchester.
El tren revolucionó la circulación de mercaderías. Mientras que un carro tirado por caballos o mulas podía llevar hasta una tonelada de mercadería, los trenes podían trasladar más de mil. Esto abarató los costos y amplió los mercados.
También, por esta época se duplicó la capacidad de los barcos para transportar cargas y se redujo notablemente el tiempo necesario para cruzar el Atlántico. En 1838, el "Sirius" y el "Great Western" fueron los primeros barcos de vapor en cruzar el océano. La misma travesía que en 1820 llevaba unas ocho semanas, a fin de ,siglo solo demandaba una.
Otro adelanto de gran importancia fue el telégrafo. Hacia fines del siglo XVIII se implementó un telégrafo visual a partir del uso de distintos colores. Este invento tenía grandes limitaciones de alcance y visibilidad. Los problemas fueron superados en 1837, cuando Samuel Morse ideó un código que lleva su nombre, y que permitiría, en muy poco tiempo, transmitir textos completos a través de un sistema de circuitos eléctricos. En 1866, se tendió un cable telegráfico interoceánico entre Inglaterra y los Estados Unidos. Años más tarde, el italiano Guglielmo Marconi completó las investigaciones de Heinrich Hertz sobre la transmisión telegráfica, a través de las ondas eléctricas de la atmósfera, y concretó la invención del telégrafo inalámbrico.
En 1876, Alexander Graham Be¡¡ inventó el teléfono, revolucionando el mundo de las comunicaciones. Aunque su difusión fue muy lenta y limitada, en un principio, a las ciudades más importantes de los países centrales.
En 1895, dos hermanos franceses, los Lumiére, descubrieron que tomando varias fotos sucesivas y proyectándolas a una cierta velocidad, se producía la imagen del movimiento en el espectador. Inventaron una cámara especial que registraba estas imágenes y que, a la vez, servía como proyector. Habían inventado el cine. Las primeras películas de los Lumiére reflejan escenas de su familia, la salida de obreras de una fábrica, la llegada de un tren y la primera película còmica: El regador regado. Casi todas duraban menos de un minuto.
Todos estos adelantos mejoraron paulatinamente la calidad de vida de una población que fue creciendo al ritmo de estos cambios. Aumentó la natalidad y disminuyeron los índices de mortalidad. En 1800, la población europea era de unos 190 millones de personas. En 1900, esa cifra se había duplicado; a pesar de los millones de europeos que habían emigrado hacia las llamadas "zonas nuevas", como Australia y la Argentina.
Los países de mayor industrialización registraron un mayor aumento de la población. Entre 1850 y 1890, Gran Bretaña pasó de 21 millones a 33; Alemania de 34 a casi 50; Bélgica de 4 a 6. En cambio, en los países con menor desarrollo industrial, el aumento demográfico fue menor. Francia pasó de 36 a 38 millones y España, de 15,7 a 17,6.
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Hacia la década del 60, una palabra hasta entonces poco empleada comenzó a difundirse en el vocabulario económico y político de la época: capitalismo. Para la consolidación del capitalismo industrial, fue muy importante la alianza del mundo industrial con el financiero. Los capitalistas industriales necesitaban recursos económicos para instalar nuevas empresas, líneas ferroviarias o construir buques. Los dueños de las fábricas y los constructores de trenes y barcos debían recurrir a los banqueros para poder concretar sus negocios. Los financistas fueron haciéndose imprescindibles y dominaron el mercado, al que le dieron un nuevo impulso. A partir de 1870, comenzaron a producirse una serie de cambios en la industria, tan importantes, que la mayoría de los historiadores hablan de una segunda revolución industrial. A diferencia de la primera, esta segunda revolución fue el resultado de la unión entre la ciencia, la técnica y el capital financiero. Así como en la primera, el elemento determinante fue el vapor; en la segunda, una serie de inventos marcaron su desarrollo. La electricidad, empleada desde mediados de siglo en el telégrafo, pudo ser usada en la producción. En 1867, Werner Siemens aplicó el dínamo un aparato que permitía producir electricidad a la industria.
En 1879, Thomas Alva Edison fabrica la primera lámpara eléctrica y la transformó en un producto industrial de su propia fábrica: la Edison Company, conocida después como Gen ral Electric Company, la primera empresa mundial de electricidad.
El petróleo y sus derivados fueron los comhustibles de esta Segunda Revolución Industrial y el acero, la materia prima. Un ejemplo del auge del acero fue la construcción en París del edificio más alto de la época: la torre Eiffel en ocasión de la Feria Universal de París de 1889, durante los festejos del centenario de la Revolución Francesa. Las industrias siderurgias y de hierro demandaban todo tipo de metales, lo que dinamizó la minería.
LOS TRUSTS
Los grandes capitales financieros estaban concentrados en pocas manos y esta tendencia se extendió a la industria. Así, comenzaron a formarse los trusts (agrupación de empresas). Su objetivo era controlar todo un sector de la economía, constituyendo verdaderos monopolios (ver Vocabulario), lo que sometía al consumidor a aceptar las reglas y los precios de esa empresa. La meta era aumentar las ganancias dominando el mercado y eliminando la competencia. Esto iba en contra de los postulados básicos del liberalismo, en los que se decía que la competencia era la clave para la regularización de los precios y para mejorar la calidad. Los trusts tendieron a monopolizar la producción y la comercialización de un determinado producto en una ciudad, un país o en varios países a la vez.
Fueron muy comunes en los Estados Unidos. Allí el más importante fue el que formó David Rockefeller con su empresa Standarld Oil Company de Ohio que controlaba el 90% de la producción y comercialización del petróleo en ese país en 1880.
TAYLORISMO Y FORDISMO
Los dueños de las fÁibricas buscaban la manera de bajar sus costos y aumentar las ganancias, y encontraron en las ideas del ingeniero estadounidense Frederick Taylor una ayuda invalorable. Algunos llamaron a este método "organización científica del trabajo" y otros, simplemente taylorismo.El método de Taylor consistía en calcular el tiempo promedio para producir un determinado producto o una parte de él y obligar al obrero a acelerar el ritmo de trabajo asimilándolo a una máquina.
Esto se lograba a través de tres métodos fundamentales: 1) aislando a cada trabajador del resto de sus compañeros bajo el estricto control del personal directivo de la empresa, que le indicaba qué tenía que hacer y en cuanto tiempo; 2) haciendo que cada trabajador produjera una parte del producto, perdiendo la idea de totalidad y automatizando su trabajo y por último, 3) pagando distintos salarios a cada obrero de acuerdo con la cantidad de piezas producidas o con su rendimiento laboral. Esto fomentaba la competencia entre los propios compañeros y aceleraba, aun más, los ritmos de producción.
La máquina establecía la intensidad del trabajo y, a su vez, cada obrero requería saber menos, pues para realizar una tarea mecánica y rutinaria (ajustar un tornillo, por ejemplo), lo único que necesitaba saber era obedecer. De esa forma, el empresario ya no dependía ni de la buena voluntad del trabajador para realizar su tarea eficazmente (la máquina le marcaba el ritmo) ni de sus conocimientos. El obrero era, según Taylor, un buen "gorila amaestrado" que hacía lo que otro había pensado y, al mismo tiempo siguiendo el esquema de Adam Smith, producía más en menos tiempo, pues reducía el costo y aumentaba la ganancia
Una de las primeras empresas que aplicó los métodos de Taylor fue la Ford Motors Company, de Detroit. Allí se puso en práctica la "cadena de montaje", una cinta transportadora que movía las piezas para que los obreros trabajaran sobre ellas en un tiempo determinado y en una actividad. Al final de la cadena el auto quedaba terminado. A este novedoso modo de producir se lo llamó: fordismo.
Introducción: Hasta fines del siglo XVIII, la economía europea se había basado casi exclusivamente en la agricultura y el comercio. Lo que hoy llamamos productos industriales eran, por entonces, artesanías, como por ejemplo los tejidos, que se fabricaban en casas particulares. En una economía fundamentalmente artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y ésta la hilaba, la tejía y devolvía a su patrón el producto terminado a cambio de una suma de dinero.
Esta forma de producción se modificó notablemente entre fines del siglo XVIII y mediados del XIX. El país donde comenzaron estos cambios fue Inglaterra. Allí se daban una serie de condiciones que hicieron posible que, en poco tiempo, se transformara en una nación industrial; lo que permitió impulsar la inventiva y aplicarla a la producción y a los transportes. Surgieron entonces los telares mecánicos, que multiplicaban notablemente la cantidad y la calidad de los productos, y los ferrocarriles y los barcos de vapor que trasladaron los productos de Inglaterra.
Este período, conocido como la Revolución Industrial, fue posible porque:
* Este reino disponía de importantes yacimientos de carbón, el combustible más usado en la época. También, poseía yacimientos de hierro, la materia prima con la que se hacían las máquinas, los barcos y los ferrocarriles;
* La burguesía (ver Vocabulario) inglesa había acumulado grandes capitales a partir de su expansión colonial y comercial;
* Las ideas liberales, muy difundidas en la Inglaterra de esa época, favorecían la iniciativa privada. A esto se sumaban las garantías que daba un parlamento que representaba también los intereses de esta burguesía industrial y comercial.
* La marina Mercante inglesa era una de las más importantes del mundo. Esto garantizaba a los productores de ese país una excelente red de distribución en el orden mundial.
OCUPADOS Y DESOCUPADOS
A lo largo del siglo XVIII fue cambiando también la modalidad de explotación de la tierra: rotación de cultivos, uso de algunos fertilizantes, mejoras en el instrumental de labranza, reducción del personal al mínimo imprescindible. En los lugares en que se aplicaban estos cambios generalmente en las tierras de las personas más pudientes se tendió a aumentar la producción y, en consecuencia, a bajar los precios. A su vez, los campos fueron cercados y los grandes propietarios, conscientes de los beneficios que les brindaba el nuevo sistema, se adueñaron de las tierras de los campesinos quienes, de esta manera, se quedaron sin nada. Esto provocó que muchos comenzaran a trasladarse hacia los centros urbanos en busca de trabajo. En las ciudades que comenzaron a llenarse de establecimientos industriales, las familias numerosas se veían en serias dificultades, porque siempre la cantidad de puestos de trabajo era menor que la masa de obreros sin empleo. Los campesinos no paraban de llegar a las ciudades y esto empeoraba las cosas: ante tanta oferta de mano de obra, los patrones rebajaban los sueldos y hasta despedían a los que estaban trabajando para tomar niños y pagarles menos. En los grandes centros industriales ingleses, como Manchester, Londres y Liverpool, los desocupados se contaban por miles.
VOCABULARIO
Burguesía: clase social surgida a partir de¡ siglo xii en los centros comerciales medievales europeos, llamados "burgos". Estuvo en sus inicios dedicada al comercio (burguesía comercial) y se constituyó, rápidamente, en un grupo poderoso que llegó a disputarles el poder a los señores feudales. Opusieron al sistema feudal cerrado el sistema capitalista, basado en la moneda y el trabajo asalariado. La riqueza ya no será sólo la inmueble (las tierras), ahora también habrá una riqueza mueble: el dinero y las mercancías, que eran las propiedades de la burguesía. En el siglo xviii, durante la Revolución Industrial, la burguesía propietaria de industrias se llamó burguesía industrial.
Los patrones sacaban provecho de esta dramática situación extendiendo las jornadas laborales hasta 15 y 17 horas diarias en fábricas que no reunían las mínimas condiciones de seguridad e higiene y pagando, además, salarios miserables.
El creciente deterioro de esta situación en las décadas siguientes provocaría una lenta estrategia de nucleamiento de los trabajadores en distintas agrupaciones de diferente tenor ideológico, pero todas confluyendo en la intención de reclamar por sus derechos.
EL CAPITALISMO INDUSTRIAL
El maquinismo exigió una importante inversión de capitales. Hasta ese momento la burguesía los destinaba a los bancos y al comercio, pero notó el importante negocio que significaba producir a más bajo costo y en grandes cantidades. Así nació la burguesía industrial, integrada por los dueños de las grandes fábricas, que pondrán fin a los pequeños talleres artesanales. Frente a esta nueva realidad, los artesanos que trabajaban por su cuenta, tenían una sola opción: trabajar para esas fábricas y cerrar sus talleres. A este sistema se lo llamó capitalismo industrial, porque la industria será el nuevo centro de producción del capital al que estarán lógicamente asociados la banca financiando la producción y las ventas y el comercio.
Las grandes ganancias generadas por la actividad industrial no serían reinvertidas en su totalidad, en ese sector. Los dueños de las fábricas advirtieron la conveniencia de diversificar sus inversiones y destinar parte de su capital a la creación de bancos, entidades financieras y compañías de comercio que distribuían la mercadería que producían sus fábricas.
La Revolución Industrial determinó la aparición de dos nuevas clases sociales: la burguesía industrial (los dueños de las fábricas) y el proletariado industrial (los trabajadores). Se los llamaba proletarios porque su única propiedad era su prole, o sea sus hijos, quienes, generalmente a partir de los cinco años, se incorporaban al trabajo.
Esta situación llevó a varios pensadores de la época a sostener que el enfrentamiento entre estos dos grupos sociales (la lucha de clases) continuaría siendo ineludible y a la vez la condición básica para el surgimiento de una sociedad más igualitario.
LOS AVANCES TÉCNICOS
La Revolución Industrial le permitió a Inglaterra transformarse rápidamente en una gran potencia. Por su parte, el invento del ferrocarril agilizó el traslado de la mercadería y abarató los productos; a la vez que, al mejorar la circulación y las comunicaciones, acercó las distintas regiones. En ese contexto, para el resto de los países era muy difícil competir con los productos ingleses. Por ejemplo, en 1810, cuando después de la Revolución de Mayo, Buenos Aires se abrió al comercio libre con Inglaterra, un poncho inglés costaba 10 veces menos que uno producido en los telares artesanales de Catamarca confeccionado en un tiempo mayor. La apertura comercial perjudicó muy seriamente a las artesanías y pequeñas industrias del interior hasta, casi, eliminarlas.
Pero Gran Bretaña no sólo exportaba productos textiles, sino también maquinarias, capitales y técnicos para la construcción de ferrocarriles. Los países que establecían contratos con estas compañías debían tomar créditos con bancos ingleses muchas veces, vinculados a las compañías para financiar las obras. Estos países quedaban de por vida dependiendo de Inglaterra, por las deudas contraídas y por las necesidades técnicas y de repuestos que solo proveían las empresas constructoras inglesas.
ORÍGENES DEL MOVIMIENTO OBRERO
Con la Revolución Industrial también crecen los conflictos sociales. A muchos capitalistas no les importaba que sus trabajadores, a veces niños de siete años, trabajaran 12 ó 14 horas por día en condiciones insalubres, con graves riesgos físicos. Su única preocupación era aumentar la producción al menor costo posible, es decir, pagando el salario más bajo que se pudiera, aprovechándose de la gran cantidad de desocupados que había. Esta situación de injusticia llevó a la aparición de los primeros sindicatos de trabajadores y de huelgas en demanda de aumentos de sueldo y de mejoras en las condiciones de trabajo. La unión de los trabajadores posibilitó la sanción de las primeras leyes protectoras de sus derechos y, consecuentemente, el mejoramiento progresivo de su calidad de vida.
El avance de la burguesía industrial implicó, a su vez, un proceso de cambios en la vida de muchas personas. Pero sobre todo, en la de aquellos que se incorporan en condición de obreros, en el trabajo fabril. Algunos provenían del campo: eran antiguos labradores que habían sido expulsados de sus parcelas para criar ovejas y producir lana destinada a la naciente industria textil. Otros eran artesanos que, al no poder competir con la industria, se vieron obligados a ingresar en e taller, Antes, la mayoría de ellos producían en sus Parcelas o talleres, para satisfacer sus necesidades de uso (alimentación, vestido, etc.). Ahora, comenzaban a producir para el dueño de la fábrica que aspiraba a vender mercancías y enriquecerse. Antes, el tiempo y el ritmo del trabajo eran auto controlados; ahora, la intensidad del trabajo la establecerá el propietario del taller. En el pasado, sus jornadas de labor con su mujer e hijos eran extensas y anotadoras como ahora; pero ese tiempo de trabajo era su propio tiempo y eran ellos quienes disponían de él.
Para las nuevas formas de producción, el tiempo es oro y la burguesía necesitó intensificar los ritmos de producción La "socia" para lograr este fin fue la máquina que obligó al obrero a seguir el ritmo que ella le imponía, y también las multas a todo obrero que estuviera fumando, cantando, rezando o realizando cualquier acción que pudiera perturbar la labor marcada por el cronómetro, ahora dueño del tiempo en la fábrica
A LA LUCHA
En este clima de obligaciones y de ritmo tan exigentes, la taberna será el único lugar de libertad para los trabajadores, y en ellas cerveza mediante, comenzarán a buscar la forma de organizarse para resistir. Al comienzo, dichas resistencias se expresarán en revueltas callejeras contra el alza de precio del pan o en peticiones al Parlamento. Pero al crecer los reclamos, se prohibieron las asociaciones obreras en 1799. Entonces, los obreros recurrieron a la acción directa: comenzaron a atacar las casas o talleres de sus patrones para exigir mejoras.
Se dice que un joven aprendiz, enojado con su maestro, resolvió el conflicto dándole un martillazo al telar. Estaba agotado. El destructor de la máquina se llamaba Ned Ludd, y por esto se llamará luddista al movimiento que entre 1812 y 18 1 7, en medio de una gran crisis económica, amenazará a sus patrones y realizará ataques sistemáticos a las máquina. Hoy no es claro si los luddistas veían en las máquinas la causante de sus penurias o si era ésa la única forma que habían encontrado de hacerse escuchar en una sociedad sorda a sus reclamos.
Recién al calor de un ciclo de prosperidad económica, se legalizarán las asociaciones obreras en 1824 y los trabajadores comenzarán nuevas búsquedas para mejorar si¡ situación: la creación de cooperativas obreras de producción y luego, la "Carta al Pueblo", de la Asociación de Trabajadores en 1837. Para ello plantearon: el sufragio universal y secreto, suprimir la obligación de ser propietario para ser parlamentario y que la labor legislativa fuese remunerada. Estos últimos pedidos eran claros: los trabajadores son ciudadanos, aunque no tengan riquezas, y deben participar en la toma de decisiones.
LA IGLESIA Y LA CUESTION SOCIAL
Durante la primera mitad del siglo XIX, la Iglesia católica comenzó a manifestar su preocupación frente a la presencia de un proletariado empobrecido y en constante aumento. La Iglesia ,adopta soluciones que pasaban por la caridad. En Francia, por ejemplo, fue creada la Sociedad de Moral Cristiana, de la que surgieron numerosas instituciones cajas de ahorro y sociedades de socorros mutuos. La Sociedad tenía un comité para el perfeccionamiento moral de los presos y otro para la ubicación de éstos.
Hacia 1891, el Papa León XIII dictó la encíclica Rerum Novarum en la que la Iglesia trató problemas propios del mundo contemporáneo, como el salario, y expresó su preocupación por las condiciones de vida de los trabajadores.
Pío X, el Papa que sucedió a León XIII, desatendió el reformismo religioso de su antecesor e impulsó el integrismo concepción religiosa por la cual la vida profana (es decir, aquella que no se ajustaba a los principios religiosos) debía subordinarse a los principios inmutables del catolicismo, como también, a las decisiones que la Iglesia adoptara. De este modo, todo católico permanentemente debía dar muestras indudables de profesar una fe íntegra y absoluta.
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Revolución en Inglaterra
Industrialización en Francia
Industrialización en Alemania
Revolución en EE.UU.
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DE LA PRIMERA A LA SEGUNDA REVOLUClÓN INDUSTRIAL
Hasta mediados del siglo XIX, la mayoría de la población europea estaba formada por campesinos. En los Estados Unidos, la agricultura predomina hasta el triunfo del norte industrialista sobre el sur agrario y esclavista, en la guerra civil.
La lentitud con que se propagaban los cambios impulsados por la Revolución Industrial llevó a que la economía mundial siguiera sometida a los viejos ritmos impuestos por las buenas y las malas cosechas. La crisis económica que se desata entre 1846 y 1848 fue, quizás, la última crisis cuyas causas fueron predominantemente agrarias.
En el ámbito de las comunicaciones, se dieron profundos cambios. George Stephenson inventó la locomotora en 1814 y, luego de años de pruebas, se realizó en 1825 el primer viaje en un tren de pasajeros entre las ciudades inglesas de Stockton y Darlington. A partir de entonces, el parlamento inglés comenzó a aprobar la instalación de miles de kilómetros de vías férreas. La más importante fue la que unió los centros industriales de Liverpool y Manchester.
El tren revolucionó la circulación de mercaderías. Mientras que un carro tirado por caballos o mulas podía llevar hasta una tonelada de mercadería, los trenes podían trasladar más de mil. Esto abarató los costos y amplió los mercados.
También, por esta época se duplicó la capacidad de los barcos para transportar cargas y se redujo notablemente el tiempo necesario para cruzar el Atlántico. En 1838, el "Sirius" y el "Great Western" fueron los primeros barcos de vapor en cruzar el océano. La misma travesía que en 1820 llevaba unas ocho semanas, a fin de ,siglo solo demandaba una.
Otro adelanto de gran importancia fue el telégrafo. Hacia fines del siglo XVIII se implementó un telégrafo visual a partir del uso de distintos colores. Este invento tenía grandes limitaciones de alcance y visibilidad. Los problemas fueron superados en 1837, cuando Samuel Morse ideó un código que lleva su nombre, y que permitiría, en muy poco tiempo, transmitir textos completos a través de un sistema de circuitos eléctricos. En 1866, se tendió un cable telegráfico interoceánico entre Inglaterra y los Estados Unidos. Años más tarde, el italiano Guglielmo Marconi completó las investigaciones de Heinrich Hertz sobre la transmisión telegráfica, a través de las ondas eléctricas de la atmósfera, y concretó la invención del telégrafo inalámbrico.
En 1876, Alexander Graham Be¡¡ inventó el teléfono, revolucionando el mundo de las comunicaciones. Aunque su difusión fue muy lenta y limitada, en un principio, a las ciudades más importantes de los países centrales.
En 1895, dos hermanos franceses, los Lumiére, descubrieron que tomando varias fotos sucesivas y proyectándolas a una cierta velocidad, se producía la imagen del movimiento en el espectador. Inventaron una cámara especial que registraba estas imágenes y que, a la vez, servía como proyector. Habían inventado el cine. Las primeras películas de los Lumiére reflejan escenas de su familia, la salida de obreras de una fábrica, la llegada de un tren y la primera película còmica: El regador regado. Casi todas duraban menos de un minuto.
Todos estos adelantos mejoraron paulatinamente la calidad de vida de una población que fue creciendo al ritmo de estos cambios. Aumentó la natalidad y disminuyeron los índices de mortalidad. En 1800, la población europea era de unos 190 millones de personas. En 1900, esa cifra se había duplicado; a pesar de los millones de europeos que habían emigrado hacia las llamadas "zonas nuevas", como Australia y la Argentina.
Los países de mayor industrialización registraron un mayor aumento de la población. Entre 1850 y 1890, Gran Bretaña pasó de 21 millones a 33; Alemania de 34 a casi 50; Bélgica de 4 a 6. En cambio, en los países con menor desarrollo industrial, el aumento demográfico fue menor. Francia pasó de 36 a 38 millones y España, de 15,7 a 17,6.
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Hacia la década del 60, una palabra hasta entonces poco empleada comenzó a difundirse en el vocabulario económico y político de la época: capitalismo. Para la consolidación del capitalismo industrial, fue muy importante la alianza del mundo industrial con el financiero. Los capitalistas industriales necesitaban recursos económicos para instalar nuevas empresas, líneas ferroviarias o construir buques. Los dueños de las fábricas y los constructores de trenes y barcos debían recurrir a los banqueros para poder concretar sus negocios. Los financistas fueron haciéndose imprescindibles y dominaron el mercado, al que le dieron un nuevo impulso. A partir de 1870, comenzaron a producirse una serie de cambios en la industria, tan importantes, que la mayoría de los historiadores hablan de una segunda revolución industrial. A diferencia de la primera, esta segunda revolución fue el resultado de la unión entre la ciencia, la técnica y el capital financiero. Así como en la primera, el elemento determinante fue el vapor; en la segunda, una serie de inventos marcaron su desarrollo. La electricidad, empleada desde mediados de siglo en el telégrafo, pudo ser usada en la producción. En 1867, Werner Siemens aplicó el dínamo un aparato que permitía producir electricidad a la industria.
En 1879, Thomas Alva Edison fabrica la primera lámpara eléctrica y la transformó en un producto industrial de su propia fábrica: la Edison Company, conocida después como Gen ral Electric Company, la primera empresa mundial de electricidad.
El petróleo y sus derivados fueron los comhustibles de esta Segunda Revolución Industrial y el acero, la materia prima. Un ejemplo del auge del acero fue la construcción en París del edificio más alto de la época: la torre Eiffel en ocasión de la Feria Universal de París de 1889, durante los festejos del centenario de la Revolución Francesa. Las industrias siderurgias y de hierro demandaban todo tipo de metales, lo que dinamizó la minería.
LOS TRUSTS
Los grandes capitales financieros estaban concentrados en pocas manos y esta tendencia se extendió a la industria. Así, comenzaron a formarse los trusts (agrupación de empresas). Su objetivo era controlar todo un sector de la economía, constituyendo verdaderos monopolios (ver Vocabulario), lo que sometía al consumidor a aceptar las reglas y los precios de esa empresa. La meta era aumentar las ganancias dominando el mercado y eliminando la competencia. Esto iba en contra de los postulados básicos del liberalismo, en los que se decía que la competencia era la clave para la regularización de los precios y para mejorar la calidad. Los trusts tendieron a monopolizar la producción y la comercialización de un determinado producto en una ciudad, un país o en varios países a la vez.
Fueron muy comunes en los Estados Unidos. Allí el más importante fue el que formó David Rockefeller con su empresa Standarld Oil Company de Ohio que controlaba el 90% de la producción y comercialización del petróleo en ese país en 1880.
TAYLORISMO Y FORDISMO
Los dueños de las fÁibricas buscaban la manera de bajar sus costos y aumentar las ganancias, y encontraron en las ideas del ingeniero estadounidense Frederick Taylor una ayuda invalorable. Algunos llamaron a este método "organización científica del trabajo" y otros, simplemente taylorismo.El método de Taylor consistía en calcular el tiempo promedio para producir un determinado producto o una parte de él y obligar al obrero a acelerar el ritmo de trabajo asimilándolo a una máquina.
Esto se lograba a través de tres métodos fundamentales: 1) aislando a cada trabajador del resto de sus compañeros bajo el estricto control del personal directivo de la empresa, que le indicaba qué tenía que hacer y en cuanto tiempo; 2) haciendo que cada trabajador produjera una parte del producto, perdiendo la idea de totalidad y automatizando su trabajo y por último, 3) pagando distintos salarios a cada obrero de acuerdo con la cantidad de piezas producidas o con su rendimiento laboral. Esto fomentaba la competencia entre los propios compañeros y aceleraba, aun más, los ritmos de producción.
La máquina establecía la intensidad del trabajo y, a su vez, cada obrero requería saber menos, pues para realizar una tarea mecánica y rutinaria (ajustar un tornillo, por ejemplo), lo único que necesitaba saber era obedecer. De esa forma, el empresario ya no dependía ni de la buena voluntad del trabajador para realizar su tarea eficazmente (la máquina le marcaba el ritmo) ni de sus conocimientos. El obrero era, según Taylor, un buen "gorila amaestrado" que hacía lo que otro había pensado y, al mismo tiempo siguiendo el esquema de Adam Smith, producía más en menos tiempo, pues reducía el costo y aumentaba la ganancia
Una de las primeras empresas que aplicó los métodos de Taylor fue la Ford Motors Company, de Detroit. Allí se puso en práctica la "cadena de montaje", una cinta transportadora que movía las piezas para que los obreros trabajaran sobre ellas en un tiempo determinado y en una actividad. Al final de la cadena el auto quedaba terminado. A este novedoso modo de producir se lo llamó: fordismo.
FORMACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LA BURGUESÍA EN EL SIGLO XIX
Esta clase social, cuyo origen se remonta a la Europa feudal, se convirtió en germen de un nuevo mundo con el desarrollo del capitalismo. Dicha transformación culminó entre los siglos XVII Y XIX, por medio de las revoluciones burguesas
Su Formación
Originalmente, el término burguesía calificaba tan sólo a los habitantes de las ciudades (burgos) de la plena Edad Media, derivando más tarde hasta englobar a una clase social caracterizada por su actividad económica no agrícola. Para los marxistas, esta clase social era la dominante en el modo de producción capitalista, poseedora de los medios de producción, gracias a lo cual podía acumular las plusvalías generadas por el trabajo asalariado de los proletarios. La teoría sociológica, desde M. Weber y W. Sombart, contempla a la burguesía como la clase social que, animada de un espíritu nuevo, donde priman el individualismo, el esfuerzo personal, la innovación y el afán de lucro, transforma el mundo feudal en el que nace, hasta lograr la plena implantación del capitalismo y el estado liberal.
De todas formas, esta clase social no constituye un grupo homogéneo, sino se dan grandes diferencias entre una alta burguesía, compuesta por los capitalismo dueños de los medios de producción, que rigen la vida política y económica er estados liberales, y una pequeña burguesía de profesionales liberales, funciona empleados medios y pequeños propietarios y comerciantes que, aunque como muchos rasgos ideológicos y culturales con la anterior, se encuentra mas cerca proletariado por su renta y su posición social y política. El hecho es que el cono de burguesía es muy amplio, y ha tenido distintos significados y matices a lo largo de la historia, y según las perspectivas desde las que se ha analizado.
Nacimiento y consolidación de la burguesía
Aunque ya en la Antigüedad existieron hombres de negocios dedicados a las, actividades mercantiles y manufactureras y vinculados al mundo urbano, el importante papel de los aparatos públicos en las actividades económicas no solía mucho margen para la iniciativa privada, por lo que no podemos hablar de burguesía propiamente dicha. En Europa occidental, el crecimiento económico y demográfico experimentado a partir del siglo XI permite el asentamiento de una población cada vez más numerosa en las ciudades, tanto antiguas como de reciente fundación (burgos).
Estos burgueses se especializan en actividades artesanas y, cantiles, que pronto les proporcionan una fuerza económica suficiente para presionar sobre los señores feudales, de los que obtuvieron libertades jurídicas, autonomía administrativa y protección para sus actividades. Sin embargo, no consiguieron distinguirse jurídicamente de la mayoría campesina de la población, y el esquema social feudal, basado en la división en tres órdenes o estamentos (nobles, eclesiásticos y trabajadores o estado llano) se mantuvo inalterado. Esto no impidió que dentro del mismo grupo burgués se produjera una creciente estratificación, sobre todo Partir del siglo XIII, diferenciándose las oligarquías de grandes comerciantes y banqueros que normalmente controlaban los gobiernos municipales, del «común», integrado por artesanos, sirvientes y pequeños comerciantes.
La oposición de intereses entre ambos grupos dio lugar a la aparición de conflictos durante la baja Edad Media (rebelión de los ciompí en Florencia, Busca contra Biga en Barcelona, etc.). Además, esa oligarquía burguesa se asimila progresivamente a la nobleza terrateniente, cuyo estilo de vida copia y cuyo estatus social codicia. Desde fines de la Edad Media y durante toda la Edad Moderna, muchas familias burguesas entroncan con la nobleza (mediante matrimonios con familias aristocráticas empobrecidas), o acceden a esa condición mediante la compra de cargos o tierras vinculadas a títulos, convirtiéndose en rentistas y asumiendo los valores conservadores de la clase noble. otra forma de ascender socialmente era mediante el servicio en la creciente burocracia estatal que las monarquías autoritarias de la Edad Moderna estaban desarrollando Los monarcas preferían emplear en su administración a letrados procedentes de la clase media burguesa, en lugar de a los miembros de la alta nobleza, susceptibles de desafiar su poder.
De todas formas, los burgueses no ennoblecidos siguieron perteneciendo estado llano, y normalmente eran ellos los que acaparaban su representación Cortes y otras instituciones representativas de origen medieval, a las que los rey Antiguo Régimen recurrían lo menos posible, sólo cuando estaban necesitados financiación extraordinaria.
La expansión mercantil europea desarrollada a partir del siglo XVI, con el descubrimiento y colonización de nuevos y vastos territorios ultramarinos y la apertura nuevos mercados, proporcionó unas inmensas posibilidades de enriquecimiento burguesía. Pero el mantenimiento de las estructuras tradicionales le impedía un papel social y político acorde con su poder económico. A partir del siglo XVI sé dujo también un cambio de mentalidad, con la difusión de nuevas ideas: el humanismo, el racionalismo e incluso la ética protestante (especialmente en su versión calvinista), transformaciones ideológicas, filosóficas y culturales que encuentra culminación en la Ilustración, que tuvo en la burguesía a su principal valedora beneficiaria. Se santificó el afán de lucro y el éxito en los negocios, como signo del divino y como contribución a la prosperidad general. El individualismo y la igualdad entre los hombres se elevaron a la categoría de dogmas, contradiciendo el si de privilegios estamentales que impedía a la burguesía desempeñar un pape destacado en la vida pública. Por último, el apoyo al progreso científico y técnicas a la mentalidad racionalista, también en la economía, se oponían a las viejas estructuras productivas (gremios) y comerciales (mercantilismo), que constituían una para el pleno desarrollo del capitalismo, el nuevo sistema socioeconómico que ido gestando con las actividades de la burguesía.
Las revoluciones burguesas (más en este sitio)
Todas esas estructuras económicas y sociales anticuadas encontraban su mar expresión en el sistema político de las monarquías absolutistas. La burguesía utilizaba, en su beneficio el descontento de gran parte del estado llano, el estamento no privilegiado, que incluía desde los más pobres jornaleros hasta los banqueros o comerciantes más ricos. La serie de revoluciones iniciada en Inglaterra (1642-48 y 1688) Norteamérica (1773-83) y Francia (1789), y extendida durante el siglo XIX al re Europa, significó la abolición del Antiguo Régimen y la instauración del estado General burgués, la sociedad de clases y el capitalismo industrial.
Esta transformación social, económica y política sirvió especialmente a los intereses de la gran burguesía capitalista, convertida en clase dominante. En efecto, la revolución Industrial iniciada en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra había lugar al desarrollo de un nuevo sector económico. Los capitales acumulados por ~ comercio fueron invertidos en las nuevas fábricas, donde se empleaba a la mano de] que una transformación agraria orientada al mercado había dejado sin tierras y si bajo. La nueva economía industrial, cuyos medios de producción están en manos de la burguesía capitalista, se transforma en el motor del desarrollo de los estados occidentales. El poder económico se convierte en la pauta que marca las divisiones y jerarquías de la nueva sociedad de clases. Se produce entonces la clara separación la burguesía y las clases trabajadoras, que no tienen acceso a los bienes de producción ni al reparto de la riqueza generada por su trabajo. La recompensa que obtiene el proletariado por haber apoyado las revoluciones burguesas es el pago de un salario por su trabajo, privado de voz en los mecanismos económicos y políticos.
El fin de la burguesía revolucionaria
A partir de ese momento, la antigua burguesía revolucionaria se convierte en una clase conservadora. Se priman los valores del orden (además de los de la familia, el trabajo y el ahorro), se defiende a ultranza la propiedad privada, y se intenta restringí acceso de las clases populares al poder político (sufragio censatario). De vez en cuando, la presión popular en los movimientos revolucionarios (Babeuf en 1797, las revoluciones de 1848, la Comuna de París de 1871), y corrientes como el socialismo intentan despertar la conciencia de clase del proletariado y organizarlo para luchar por mejorar su posición.
Ante esto, la burguesía responde con concesiones que intentan integrar a las clases populares en el sistema, instaurando el sufragio universal, extendiendo su ideología mediante la educación nacional, y creando el mito según el cual, en una sociedad de clases «abierta», cualquier individuo es capaz, por mérito esfuerzo, de mejorar su condición. En el siglo XX, la evolución económica y social de los países más desarrollados ha dominado la aparición de una amplia clase media o pequeña burguesía, que no está definida tanto por la propiedad de los medios de producción como por su formación cultural y técnica, que le permite desempeñar los puestos intermedios de la administración pública y empresarial. Por otro lado, se ha producido también una elevación del nivel de vida y formación de las clases trabajadoras, cuyos miembros más cualificados se confunden con los estratos inferiores de la clase media («aburguesamiento» de la clase obrera).
Al mismo tiempo, la difusión de unos hábitos culturales y de consumo homogéneos por parte de los medios de comunicación ha propiciado aparición de una «sociedad de masas» o de consumidores, que pretende desdibujar las fronteras entre clases.
Su Formación
Originalmente, el término burguesía calificaba tan sólo a los habitantes de las ciudades (burgos) de la plena Edad Media, derivando más tarde hasta englobar a una clase social caracterizada por su actividad económica no agrícola. Para los marxistas, esta clase social era la dominante en el modo de producción capitalista, poseedora de los medios de producción, gracias a lo cual podía acumular las plusvalías generadas por el trabajo asalariado de los proletarios. La teoría sociológica, desde M. Weber y W. Sombart, contempla a la burguesía como la clase social que, animada de un espíritu nuevo, donde priman el individualismo, el esfuerzo personal, la innovación y el afán de lucro, transforma el mundo feudal en el que nace, hasta lograr la plena implantación del capitalismo y el estado liberal.
De todas formas, esta clase social no constituye un grupo homogéneo, sino se dan grandes diferencias entre una alta burguesía, compuesta por los capitalismo dueños de los medios de producción, que rigen la vida política y económica er estados liberales, y una pequeña burguesía de profesionales liberales, funciona empleados medios y pequeños propietarios y comerciantes que, aunque como muchos rasgos ideológicos y culturales con la anterior, se encuentra mas cerca proletariado por su renta y su posición social y política. El hecho es que el cono de burguesía es muy amplio, y ha tenido distintos significados y matices a lo largo de la historia, y según las perspectivas desde las que se ha analizado.
Nacimiento y consolidación de la burguesía
Aunque ya en la Antigüedad existieron hombres de negocios dedicados a las, actividades mercantiles y manufactureras y vinculados al mundo urbano, el importante papel de los aparatos públicos en las actividades económicas no solía mucho margen para la iniciativa privada, por lo que no podemos hablar de burguesía propiamente dicha. En Europa occidental, el crecimiento económico y demográfico experimentado a partir del siglo XI permite el asentamiento de una población cada vez más numerosa en las ciudades, tanto antiguas como de reciente fundación (burgos).
Estos burgueses se especializan en actividades artesanas y, cantiles, que pronto les proporcionan una fuerza económica suficiente para presionar sobre los señores feudales, de los que obtuvieron libertades jurídicas, autonomía administrativa y protección para sus actividades. Sin embargo, no consiguieron distinguirse jurídicamente de la mayoría campesina de la población, y el esquema social feudal, basado en la división en tres órdenes o estamentos (nobles, eclesiásticos y trabajadores o estado llano) se mantuvo inalterado. Esto no impidió que dentro del mismo grupo burgués se produjera una creciente estratificación, sobre todo Partir del siglo XIII, diferenciándose las oligarquías de grandes comerciantes y banqueros que normalmente controlaban los gobiernos municipales, del «común», integrado por artesanos, sirvientes y pequeños comerciantes.
La oposición de intereses entre ambos grupos dio lugar a la aparición de conflictos durante la baja Edad Media (rebelión de los ciompí en Florencia, Busca contra Biga en Barcelona, etc.). Además, esa oligarquía burguesa se asimila progresivamente a la nobleza terrateniente, cuyo estilo de vida copia y cuyo estatus social codicia. Desde fines de la Edad Media y durante toda la Edad Moderna, muchas familias burguesas entroncan con la nobleza (mediante matrimonios con familias aristocráticas empobrecidas), o acceden a esa condición mediante la compra de cargos o tierras vinculadas a títulos, convirtiéndose en rentistas y asumiendo los valores conservadores de la clase noble. otra forma de ascender socialmente era mediante el servicio en la creciente burocracia estatal que las monarquías autoritarias de la Edad Moderna estaban desarrollando Los monarcas preferían emplear en su administración a letrados procedentes de la clase media burguesa, en lugar de a los miembros de la alta nobleza, susceptibles de desafiar su poder.
De todas formas, los burgueses no ennoblecidos siguieron perteneciendo estado llano, y normalmente eran ellos los que acaparaban su representación Cortes y otras instituciones representativas de origen medieval, a las que los rey Antiguo Régimen recurrían lo menos posible, sólo cuando estaban necesitados financiación extraordinaria.
La expansión mercantil europea desarrollada a partir del siglo XVI, con el descubrimiento y colonización de nuevos y vastos territorios ultramarinos y la apertura nuevos mercados, proporcionó unas inmensas posibilidades de enriquecimiento burguesía. Pero el mantenimiento de las estructuras tradicionales le impedía un papel social y político acorde con su poder económico. A partir del siglo XVI sé dujo también un cambio de mentalidad, con la difusión de nuevas ideas: el humanismo, el racionalismo e incluso la ética protestante (especialmente en su versión calvinista), transformaciones ideológicas, filosóficas y culturales que encuentra culminación en la Ilustración, que tuvo en la burguesía a su principal valedora beneficiaria. Se santificó el afán de lucro y el éxito en los negocios, como signo del divino y como contribución a la prosperidad general. El individualismo y la igualdad entre los hombres se elevaron a la categoría de dogmas, contradiciendo el si de privilegios estamentales que impedía a la burguesía desempeñar un pape destacado en la vida pública. Por último, el apoyo al progreso científico y técnicas a la mentalidad racionalista, también en la economía, se oponían a las viejas estructuras productivas (gremios) y comerciales (mercantilismo), que constituían una para el pleno desarrollo del capitalismo, el nuevo sistema socioeconómico que ido gestando con las actividades de la burguesía.
Las revoluciones burguesas (más en este sitio)
Todas esas estructuras económicas y sociales anticuadas encontraban su mar expresión en el sistema político de las monarquías absolutistas. La burguesía utilizaba, en su beneficio el descontento de gran parte del estado llano, el estamento no privilegiado, que incluía desde los más pobres jornaleros hasta los banqueros o comerciantes más ricos. La serie de revoluciones iniciada en Inglaterra (1642-48 y 1688) Norteamérica (1773-83) y Francia (1789), y extendida durante el siglo XIX al re Europa, significó la abolición del Antiguo Régimen y la instauración del estado General burgués, la sociedad de clases y el capitalismo industrial.
Esta transformación social, económica y política sirvió especialmente a los intereses de la gran burguesía capitalista, convertida en clase dominante. En efecto, la revolución Industrial iniciada en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra había lugar al desarrollo de un nuevo sector económico. Los capitales acumulados por ~ comercio fueron invertidos en las nuevas fábricas, donde se empleaba a la mano de] que una transformación agraria orientada al mercado había dejado sin tierras y si bajo. La nueva economía industrial, cuyos medios de producción están en manos de la burguesía capitalista, se transforma en el motor del desarrollo de los estados occidentales. El poder económico se convierte en la pauta que marca las divisiones y jerarquías de la nueva sociedad de clases. Se produce entonces la clara separación la burguesía y las clases trabajadoras, que no tienen acceso a los bienes de producción ni al reparto de la riqueza generada por su trabajo. La recompensa que obtiene el proletariado por haber apoyado las revoluciones burguesas es el pago de un salario por su trabajo, privado de voz en los mecanismos económicos y políticos.
El fin de la burguesía revolucionaria
A partir de ese momento, la antigua burguesía revolucionaria se convierte en una clase conservadora. Se priman los valores del orden (además de los de la familia, el trabajo y el ahorro), se defiende a ultranza la propiedad privada, y se intenta restringí acceso de las clases populares al poder político (sufragio censatario). De vez en cuando, la presión popular en los movimientos revolucionarios (Babeuf en 1797, las revoluciones de 1848, la Comuna de París de 1871), y corrientes como el socialismo intentan despertar la conciencia de clase del proletariado y organizarlo para luchar por mejorar su posición.
Ante esto, la burguesía responde con concesiones que intentan integrar a las clases populares en el sistema, instaurando el sufragio universal, extendiendo su ideología mediante la educación nacional, y creando el mito según el cual, en una sociedad de clases «abierta», cualquier individuo es capaz, por mérito esfuerzo, de mejorar su condición. En el siglo XX, la evolución económica y social de los países más desarrollados ha dominado la aparición de una amplia clase media o pequeña burguesía, que no está definida tanto por la propiedad de los medios de producción como por su formación cultural y técnica, que le permite desempeñar los puestos intermedios de la administración pública y empresarial. Por otro lado, se ha producido también una elevación del nivel de vida y formación de las clases trabajadoras, cuyos miembros más cualificados se confunden con los estratos inferiores de la clase media («aburguesamiento» de la clase obrera).
Al mismo tiempo, la difusión de unos hábitos culturales y de consumo homogéneos por parte de los medios de comunicación ha propiciado aparición de una «sociedad de masas» o de consumidores, que pretende desdibujar las fronteras entre clases.
viernes, 16 de octubre de 2009
Hasta en Harvard estudian la involución de la economía argentina
http://economia.infobaeprofesional.com/notas/88895-Hasta-en-Harvard-estudian-la-involucion-de-la-economia-argentina.html
miércoles, 14 de octubre de 2009
Los nuevos Conquistadores
Multinacionales Españolas en America Latina.
Impactos economicos, sociales y medioambientales.
http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/090930-03.pdf
Impactos economicos, sociales y medioambientales.
http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/090930-03.pdf
lunes, 12 de octubre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
Nociones sobre Sistema Banciario
Un banco es una institución financiera que se encarga de intermediar entre la demanda y oferta de dinero.
La banca, o el sistema bancario, es el conjunto de entidades o instituciones que, dentro de una economía determinada, prestan el servicio de banco.
Historia de la actividad bancaria
El primer banco moderno fue fundado en Génova, Italia en el año 1406, su nombre era Banco di San Giorgio. Los primeros bancos aparecieron en la época del renacimiento.
Operaciones bancarias típicas
Muchas de estas operaciones bancarias básicas se derivan de parametros de los Estados Financieros secundarios y primarios creando nuevos indices para medir .
Operaciones pasivas
Conformadas por aquellas operaciones por las que el banco capta, recibe o recolecta dinero de las personas.
Las operaciones de captación de recursos, denominadas operaciones de carácter pasivo se materializan a través de los depósitos. Los depósitos bancarios pueden clasificarse en tres grandes categorías:
Cuentas corrientes
Cuenta de ahorro
Depósito a plazo fijo.
Las cuentas corrientes y los depósitos a la vista son movilizables en cualquier momento y, por tanto, son totalmente líquidos. La diferencia entre ambos es que las cuentas corrientes pueden ser movilizadas mediante cheque y pagaré, mientras que en los depósitos a la vista es necesario efectuar el reintegro en ventanilla o a través de los cajeros electrónicos, pero no es posible ni el uso de cheques ni pagarés.
Otra diferencia es que en los depósitos a la vista, el banco puede exigir el preaviso. Los depósitos a plazo, pueden ser movilizados antes del vencimiento del plazo, a cambio del pago de una comisión, que nunca puede ser superior en importe al montante de los intereses devengados.
Estos depósitos, dependiendo del tipo de cuenta, paga intereses (intereses de captación).
Operaciones activas
La colocación es lo contrario a la captación. La colocación permite poner dinero en circulación en la economía; es decir, los bancos generan nuevo dinero del dinero o los recursos que obtienen a través de la captación y, con éstos, otorgan créditos a las personas, empresas u organizaciones que los soliciten. Por dar estos préstamos el banco cobra, dependiendo del tipo de préstamo, unas cantidades de dinero que se llaman intereses (intereses de colocación) y comisiones.
Encaje bancario o efectivo minimo
De los fondos que los bancos captan es obligado mantener una parte líquida, como reserva para hacer frente a las posibles demandas de restitución de los clientes recibe el nombre de encaje bancario. Tienen un carácter estéril, puesto que no pueden estar invertidos.
El encaje es un porcentaje del total de los depósitos que reciben las instituciones financieras, el cual se debe conservar permanentemente, ya sea en efectivo en sus cajas o en sus cuentas en el banco central. El encaje tiene como fin garantizar el retorno del dinero a los ahorradores o clientes del banco en caso de que ellos lo soliciten o de que se le presenten problemas de liquidez a la institución financiera. De esta forma, se disminuye el riesgo de la pérdida del dinero de los ahorradores.
Otra parte de los recursos se destina a activos rentables. Dentro de estos activos rentables una primera parte se compone de los activos rentables en
Préstamos y créditos
Préstamos
Se pueden desarrollar múltiples clasificaciones acerca de los préstamos:
Por la naturaleza de los bienes prestados: De dinero (en el que nos centraremos en este tema), de cosas muebles fungibles y préstamo de títulos valores.
Por la moneda objeto del préstamo: En moneda nacional o extranjera.
Por el tipo de interés: A interés fijo y variable, prepagable o postpagables.
Por el sistema de amortización, al final del préstamo, siguiendo un sistema francés, alemán, americano...
Por la existencia de garantías del cumplimiento de las obligaciones, pueden ser reales (prendas, hipotecas, depósitos...) o personales (aval).
Préstamo sindicado en los que los fondos entregados al prestatario proceden de una pluralidad de prestamistas (sindicato), si bien esta pluralidad no significa que haya varios prestamistas, desde el punto de vista jurídico es un único contrato.
Préstamo participativo en el que el prestamista, con independencia del pacto de intereses, acuerda con el prestatario la participación en el beneficio neto que éste obtenga.
Préstamo para operaciones bursátiles de contado, vinculado con una operación de compra o venta de valores.
Cuentas de crédito
Las cuentas de créditos que son operaciones por las que el Banco concede crédito al cliente (acreditado) por un cierto plazo, (puede establecer su prórroga automática) y hasta una suma determinada que pone a disposición del cliente. El cliente viene obligado a satisfacer al Banco una comisión de apertura, a reintegrar al Banco el saldo a su favor que arroje la cuenta de crédito al tiempo de la cancelación y liquidación de la misma y a pagar intereses por las cantidades dispuestas, y otra parte menor por las cantidades no dispuestas.
El descuento de documentos
El descuento de efectos como vía de financiación a las empresas y que consiste en una operación por la cual un banco anticipa a una persona el importe de un crédito pecuniario que ésta tiene contra un tercero, con deducción de un interés o porcentaje y a cambio de la cesión de crédito mismo salvo buen fin.
Cartera de valores
La segunda parte de los activos rentables está constituida por la cartera de valores donde se distingue renta fija por una parte tanto pública como privada y renta variable por otra.
Cesiones temporales de activos
Un tercer tipo de operación efectuada por los banco serían las cesiones temporales de activos, constituyen una modalidad en la que las entidades de crédito ceden a un cliente una parte de un activo (por ejemplo, un crédito) de su propiedad, lo que les permite recuperar de un tercero una proporción de mismo a cambio de un rendimiento.
En definitiva, el problema básico de un banco es conseguir la máxima rentabilidad, pero asegurando al mismo tiempo la liquidez suficiente y restringiendo al máximo el riesgo asegurando su solvencia.
La solvencia, además, debe ser asegurada con unos recursos propios (capital y reservas) suficientes, que le permitan hacer frente a posibles situaciones de riesgo derivadas de la insolvencia de sus deudores.
Margen de intermediación o SPREAD
Sabiendo que los bancos pagan una cantidad de dinero a las personas u organizaciones que depositan sus recursos en el banco (intereses de captación) y que cobran dinero por dar préstamos a quienes los soliciten (intereses de colocación), cabe preguntarse de dónde obtiene un banco sus ganancias. La respuesta es que los tipos de interés de colocación, en la mayoría de los países, son más altos que los intereses de captación; de manera que los bancos cobran más por dar recursos que lo que pagan por captarlos. A la diferencia entre la tasa de interés de colocación y la de captación se le denomina margen de intermediación o SPREAD Los bancos, por lo tanto, obtienen más ganancias cuanto más grande sea el margen de intermediación.
Tasa interés de colocación – tasa de interés de captación = margen de intermediación.
Los bancos actúan como intermediarios. Su negocio es comerciar con dinero como si fuera cualquier otro tipo de bien o de mercancía.
Prestación de servicios
En la actualidad, el cambio en las necesidades de las empresas, familias e instituciones, ha reconducido la actividad bancaria orientándola a los servicios, que se convierten en su principal fuente de ingresos por la reducción de margen de intermediación, reducción más acusada cuanto más maduro es el sistema financiero de un país y cuanto más bajos son los tipos de interés. Los medios de pago (tarjetas, cheques, transferencias), garantizar el buen fin del comercio internacional entre las partes, asegurando la solvencia en importación-exportación, intermediación en mercados financieros y operaciones con grandes empresas e instituciones públicas, marcan el enfoque de la banca como empresas de servicios financieros universales. Mención aparte merecen las importantes participaciones empresariales de la gran banca, otra gran fuente de negocio y poder para estas instituciones, llegando a formar poderosos grupos multinacionales con intereses en las más diversas áreas.
Dependiendo de las leyes de los países, los bancos pueden cumplir funciones adicionales a las antes mencionadas; por ejemplo negociar acciones, bonos del gobierno, monedas de otros países, etc. Cuando estas actividades las realiza un solo banco se denomina banca universal o banca múltiple. Igualmente, estas actividades pueden ser realizadas de manera separada por bancos especializados en una o más actividades en particular. Esto se denomina banca especializada.
Independiente de los tipos de bancos, éstos permiten que el dinero circule en la economía, que el dinero que algunas personas u organizaciones tengan disponible pueda pasar a otras que no lo tienen y que lo solicitan. De esta forma facilita las actividades de estas personas y organizaciones y mejora el desempeño de la economía en general. De lo anterior se colige la importancia de la banca en la historia económica de la humanidad.[1]
Clases de banco
Según el origen del capital:
Bancos públicos: El capital es aportado por el estado.
Bancos privados: El capital es aportado por accionistas particulares.
Bancos mixtos: Su capital se forma con aportes privados y publicos.
Según el tipo de operación:
Bancos corrientes: Son los mayoristas comunes con que opera el publico en general. Sus operaciones habituales incluyen depósitos en cuenta. etc., caja de ahorro, préstamos, cobros, pagos y cobros por cuentas de terceros, custodia de artículos y valores, alquileres de cajas de seguridad, financieras
Bancos especializados: Tienen una finalidad crediticia especifica.
Bancos de emisión: Actualmente se preservan como bancos oficiales, estos bancos son los que emiten dinero.
Bancos Centrales: Son las casas bancarias de categoría superior que autorizan el funcionamiento de entidades crediticias, las supervisan y controlan.
Bancos de segundo piso: son aquellos que canalizan recursos financieros al mercado a través de otras instituciones financieras que actúan como intermediarios. Se utilizan fundamentalmente para canalizar recursos hacia sectores productivos.
Creacion de dinero bancario:
http://www.neuquen.gov.ar/org/capacitacion/incap/creacion_de_dinero.pdf.
La banca, o el sistema bancario, es el conjunto de entidades o instituciones que, dentro de una economía determinada, prestan el servicio de banco.
Historia de la actividad bancaria
El primer banco moderno fue fundado en Génova, Italia en el año 1406, su nombre era Banco di San Giorgio. Los primeros bancos aparecieron en la época del renacimiento.
Operaciones bancarias típicas
Muchas de estas operaciones bancarias básicas se derivan de parametros de los Estados Financieros secundarios y primarios creando nuevos indices para medir .
Operaciones pasivas
Conformadas por aquellas operaciones por las que el banco capta, recibe o recolecta dinero de las personas.
Las operaciones de captación de recursos, denominadas operaciones de carácter pasivo se materializan a través de los depósitos. Los depósitos bancarios pueden clasificarse en tres grandes categorías:
Cuentas corrientes
Cuenta de ahorro
Depósito a plazo fijo.
Las cuentas corrientes y los depósitos a la vista son movilizables en cualquier momento y, por tanto, son totalmente líquidos. La diferencia entre ambos es que las cuentas corrientes pueden ser movilizadas mediante cheque y pagaré, mientras que en los depósitos a la vista es necesario efectuar el reintegro en ventanilla o a través de los cajeros electrónicos, pero no es posible ni el uso de cheques ni pagarés.
Otra diferencia es que en los depósitos a la vista, el banco puede exigir el preaviso. Los depósitos a plazo, pueden ser movilizados antes del vencimiento del plazo, a cambio del pago de una comisión, que nunca puede ser superior en importe al montante de los intereses devengados.
Estos depósitos, dependiendo del tipo de cuenta, paga intereses (intereses de captación).
Operaciones activas
La colocación es lo contrario a la captación. La colocación permite poner dinero en circulación en la economía; es decir, los bancos generan nuevo dinero del dinero o los recursos que obtienen a través de la captación y, con éstos, otorgan créditos a las personas, empresas u organizaciones que los soliciten. Por dar estos préstamos el banco cobra, dependiendo del tipo de préstamo, unas cantidades de dinero que se llaman intereses (intereses de colocación) y comisiones.
Encaje bancario o efectivo minimo
De los fondos que los bancos captan es obligado mantener una parte líquida, como reserva para hacer frente a las posibles demandas de restitución de los clientes recibe el nombre de encaje bancario. Tienen un carácter estéril, puesto que no pueden estar invertidos.
El encaje es un porcentaje del total de los depósitos que reciben las instituciones financieras, el cual se debe conservar permanentemente, ya sea en efectivo en sus cajas o en sus cuentas en el banco central. El encaje tiene como fin garantizar el retorno del dinero a los ahorradores o clientes del banco en caso de que ellos lo soliciten o de que se le presenten problemas de liquidez a la institución financiera. De esta forma, se disminuye el riesgo de la pérdida del dinero de los ahorradores.
Otra parte de los recursos se destina a activos rentables. Dentro de estos activos rentables una primera parte se compone de los activos rentables en
Préstamos y créditos
Préstamos
Se pueden desarrollar múltiples clasificaciones acerca de los préstamos:
Por la naturaleza de los bienes prestados: De dinero (en el que nos centraremos en este tema), de cosas muebles fungibles y préstamo de títulos valores.
Por la moneda objeto del préstamo: En moneda nacional o extranjera.
Por el tipo de interés: A interés fijo y variable, prepagable o postpagables.
Por el sistema de amortización, al final del préstamo, siguiendo un sistema francés, alemán, americano...
Por la existencia de garantías del cumplimiento de las obligaciones, pueden ser reales (prendas, hipotecas, depósitos...) o personales (aval).
Préstamo sindicado en los que los fondos entregados al prestatario proceden de una pluralidad de prestamistas (sindicato), si bien esta pluralidad no significa que haya varios prestamistas, desde el punto de vista jurídico es un único contrato.
Préstamo participativo en el que el prestamista, con independencia del pacto de intereses, acuerda con el prestatario la participación en el beneficio neto que éste obtenga.
Préstamo para operaciones bursátiles de contado, vinculado con una operación de compra o venta de valores.
Cuentas de crédito
Las cuentas de créditos que son operaciones por las que el Banco concede crédito al cliente (acreditado) por un cierto plazo, (puede establecer su prórroga automática) y hasta una suma determinada que pone a disposición del cliente. El cliente viene obligado a satisfacer al Banco una comisión de apertura, a reintegrar al Banco el saldo a su favor que arroje la cuenta de crédito al tiempo de la cancelación y liquidación de la misma y a pagar intereses por las cantidades dispuestas, y otra parte menor por las cantidades no dispuestas.
El descuento de documentos
El descuento de efectos como vía de financiación a las empresas y que consiste en una operación por la cual un banco anticipa a una persona el importe de un crédito pecuniario que ésta tiene contra un tercero, con deducción de un interés o porcentaje y a cambio de la cesión de crédito mismo salvo buen fin.
Cartera de valores
La segunda parte de los activos rentables está constituida por la cartera de valores donde se distingue renta fija por una parte tanto pública como privada y renta variable por otra.
Cesiones temporales de activos
Un tercer tipo de operación efectuada por los banco serían las cesiones temporales de activos, constituyen una modalidad en la que las entidades de crédito ceden a un cliente una parte de un activo (por ejemplo, un crédito) de su propiedad, lo que les permite recuperar de un tercero una proporción de mismo a cambio de un rendimiento.
En definitiva, el problema básico de un banco es conseguir la máxima rentabilidad, pero asegurando al mismo tiempo la liquidez suficiente y restringiendo al máximo el riesgo asegurando su solvencia.
La solvencia, además, debe ser asegurada con unos recursos propios (capital y reservas) suficientes, que le permitan hacer frente a posibles situaciones de riesgo derivadas de la insolvencia de sus deudores.
Margen de intermediación o SPREAD
Sabiendo que los bancos pagan una cantidad de dinero a las personas u organizaciones que depositan sus recursos en el banco (intereses de captación) y que cobran dinero por dar préstamos a quienes los soliciten (intereses de colocación), cabe preguntarse de dónde obtiene un banco sus ganancias. La respuesta es que los tipos de interés de colocación, en la mayoría de los países, son más altos que los intereses de captación; de manera que los bancos cobran más por dar recursos que lo que pagan por captarlos. A la diferencia entre la tasa de interés de colocación y la de captación se le denomina margen de intermediación o SPREAD Los bancos, por lo tanto, obtienen más ganancias cuanto más grande sea el margen de intermediación.
Tasa interés de colocación – tasa de interés de captación = margen de intermediación.
Los bancos actúan como intermediarios. Su negocio es comerciar con dinero como si fuera cualquier otro tipo de bien o de mercancía.
Prestación de servicios
En la actualidad, el cambio en las necesidades de las empresas, familias e instituciones, ha reconducido la actividad bancaria orientándola a los servicios, que se convierten en su principal fuente de ingresos por la reducción de margen de intermediación, reducción más acusada cuanto más maduro es el sistema financiero de un país y cuanto más bajos son los tipos de interés. Los medios de pago (tarjetas, cheques, transferencias), garantizar el buen fin del comercio internacional entre las partes, asegurando la solvencia en importación-exportación, intermediación en mercados financieros y operaciones con grandes empresas e instituciones públicas, marcan el enfoque de la banca como empresas de servicios financieros universales. Mención aparte merecen las importantes participaciones empresariales de la gran banca, otra gran fuente de negocio y poder para estas instituciones, llegando a formar poderosos grupos multinacionales con intereses en las más diversas áreas.
Dependiendo de las leyes de los países, los bancos pueden cumplir funciones adicionales a las antes mencionadas; por ejemplo negociar acciones, bonos del gobierno, monedas de otros países, etc. Cuando estas actividades las realiza un solo banco se denomina banca universal o banca múltiple. Igualmente, estas actividades pueden ser realizadas de manera separada por bancos especializados en una o más actividades en particular. Esto se denomina banca especializada.
Independiente de los tipos de bancos, éstos permiten que el dinero circule en la economía, que el dinero que algunas personas u organizaciones tengan disponible pueda pasar a otras que no lo tienen y que lo solicitan. De esta forma facilita las actividades de estas personas y organizaciones y mejora el desempeño de la economía en general. De lo anterior se colige la importancia de la banca en la historia económica de la humanidad.[1]
Clases de banco
Según el origen del capital:
Bancos públicos: El capital es aportado por el estado.
Bancos privados: El capital es aportado por accionistas particulares.
Bancos mixtos: Su capital se forma con aportes privados y publicos.
Según el tipo de operación:
Bancos corrientes: Son los mayoristas comunes con que opera el publico en general. Sus operaciones habituales incluyen depósitos en cuenta. etc., caja de ahorro, préstamos, cobros, pagos y cobros por cuentas de terceros, custodia de artículos y valores, alquileres de cajas de seguridad, financieras
Bancos especializados: Tienen una finalidad crediticia especifica.
Bancos de emisión: Actualmente se preservan como bancos oficiales, estos bancos son los que emiten dinero.
Bancos Centrales: Son las casas bancarias de categoría superior que autorizan el funcionamiento de entidades crediticias, las supervisan y controlan.
Bancos de segundo piso: son aquellos que canalizan recursos financieros al mercado a través de otras instituciones financieras que actúan como intermediarios. Se utilizan fundamentalmente para canalizar recursos hacia sectores productivos.
Creacion de dinero bancario:
http://www.neuquen.gov.ar/org/capacitacion/incap/creacion_de_dinero.pdf.
viernes, 5 de junio de 2009
sábado, 9 de mayo de 2009
Precio de venta al Público
Cuando estamos comercializando mercaderías, debemos determinar el precio de venta al consumidor, que puede ser, una empresa o un consumidor final. Este proceso de determinar precio parece relativamente simple, pero no lo es. La determinación de un precio (el valor del producto) determinará que podamos vender más o menos cantidad de ese producto.
(Fuente
Precio de venta al PúblicoAutor: Dr. Guillermo Algier-Articulo publicado como colaboracion técnica en la WEB del Consejo Profesional de Ciencias Economicas de la Ciudad de Buenos Aires.)
(Fuente
Precio de venta al PúblicoAutor: Dr. Guillermo Algier-Articulo publicado como colaboracion técnica en la WEB del Consejo Profesional de Ciencias Economicas de la Ciudad de Buenos Aires.)
lunes, 6 de abril de 2009
Teoria del Valor
Teoría del valor
La teoría del valor puede dividirse en dos grandes escuelas: Las escuelas objetivistas y las escuelas subjetivistas.
Las escuelas objetivistas sostienen que el valor esta en el objeto independientemente del sujeto. Para David Ricardo economista de la escuela clásica el valor estaría dado por horas de trabajo incorporadas al objeto.
Para las escuelas subjetivistas el valor sería la utilidad del bien y sería el sujeto el que da el valor de acuerdo a la utilidad.
Como se desprende un objeto podría tener varios valores de acuerdo a la utilidad que le preste a los individuos. Por ejemplo un par de anteojos tendría un alto valor para el que los usa y no tendría ningún valor para otro sujeto.
Para dar un valor universal, los marginalistas, escuela psicológica austriaca cuyos principales exponentes son Gossen y Von Bawer determinaron que el valor estaba dado por la utilidad del último bien disponible.
Precio
Como el valor utilidad es uno para cada individuo que tiene una diferente escala de valores (axiología), el valor objetivo es el costo de producción, el precio es el valor expresado en dinero, es decir, que en el precio intervienen factores objetivos y subjetivos.
El problema de la antinomia de los valores
Ya en los clásicos preocupaba la teoría del valor, cuando se formulaban la pregunta: ¿por qué un brillante cuesta más que el agua siendo la utilidad de esta última mucho mayor?
Algunos trataron de justificar el valor por la rareza del bien, pero si esto es exacto en algunos casos, como el oro y el marfil, en otros no se justificaría.
La teoría del costo de reproducción también fue formulada y se argumentó que el bien tendría el valor que representaría volver al hacerlo.
En este caso podría justificar los altos precios de las obras de arte, imposible de reproducir.
En cuanto al valor trabajo, si bien el costo de producción es real en otros casos, como por ejemplo, el de un artista mediocre o de un artesano mediocre que empleara mucho tiempo en la producción un bien, no justificaría esto un mayor valor que el mismo bien producido por un artista genial o un buen artesano en mucho menos tiempo.
La teoría del valor puede dividirse en dos grandes escuelas: Las escuelas objetivistas y las escuelas subjetivistas.
Las escuelas objetivistas sostienen que el valor esta en el objeto independientemente del sujeto. Para David Ricardo economista de la escuela clásica el valor estaría dado por horas de trabajo incorporadas al objeto.
Para las escuelas subjetivistas el valor sería la utilidad del bien y sería el sujeto el que da el valor de acuerdo a la utilidad.
Como se desprende un objeto podría tener varios valores de acuerdo a la utilidad que le preste a los individuos. Por ejemplo un par de anteojos tendría un alto valor para el que los usa y no tendría ningún valor para otro sujeto.
Para dar un valor universal, los marginalistas, escuela psicológica austriaca cuyos principales exponentes son Gossen y Von Bawer determinaron que el valor estaba dado por la utilidad del último bien disponible.
Precio
Como el valor utilidad es uno para cada individuo que tiene una diferente escala de valores (axiología), el valor objetivo es el costo de producción, el precio es el valor expresado en dinero, es decir, que en el precio intervienen factores objetivos y subjetivos.
El problema de la antinomia de los valores
Ya en los clásicos preocupaba la teoría del valor, cuando se formulaban la pregunta: ¿por qué un brillante cuesta más que el agua siendo la utilidad de esta última mucho mayor?
Algunos trataron de justificar el valor por la rareza del bien, pero si esto es exacto en algunos casos, como el oro y el marfil, en otros no se justificaría.
La teoría del costo de reproducción también fue formulada y se argumentó que el bien tendría el valor que representaría volver al hacerlo.
En este caso podría justificar los altos precios de las obras de arte, imposible de reproducir.
En cuanto al valor trabajo, si bien el costo de producción es real en otros casos, como por ejemplo, el de un artista mediocre o de un artesano mediocre que empleara mucho tiempo en la producción un bien, no justificaría esto un mayor valor que el mismo bien producido por un artista genial o un buen artesano en mucho menos tiempo.
Bienes
Las necesidades se satisfacen con bienes; los bienes pueden ser materiales o inmateriales, económicos y no económicos.
Por lo tanto, bien es toda cosa material o inmaterial que satisface una necesidad; cuando el bien reúne estos requisitos decimos que es un bien económico.
I) Escaso.
2) Accesible.
3) Útil.
4) Aprobado por la opinión pública.
Escaso: Un bien es escaso cuando existe en menor abundancia, que las personas que lo solicitan, tomando en consideración la totalidad del universo; por ejemplo: la tierra.
Por el contrario, son bienes libres o no económicos, aquéllos que existen en superabundancia.
Accesible: El bien tiene que ser accesible a la persona que lo solicita o requiere, es decir, que pueda ser aprehendido o tomado.
Útil: La utilidad es la condición esencial del bien económico y la utilidad debe ser conocida por quienes lo solicitan.
Aprobado por la opinión pública: Es decir, que los objetos pueden traficarse con el libre consenso de la comunidad; por ejemplo: nadie vendería un esclavo en la actualidad y sin embargo cualquiera vende mercaderías de contrabando, estando ambos penados por la ley.
Los bienes de sustitución aparente
La discusión sobre si los bienes inmateriales son o no bienes económicos ha sido superada hace tiempo.
No obstante, no todos bienes inmateriales están englobados, ya que los llamados bienes materiales internos (salud, juventud, inteligencia) no han sido considerados como tales, aunque ya en las notas del Código Civil, V. Sársfield señala: "Bajo la relación económica las facultades del hombre, sus actitudes, su inteligencia, su trabajo, constituyen su riqueza"
Es decir, que se les adjudica un valor económico, pero este valor recién aparece cuando se pone en relación con otro sujeto de la prestación de un servicio, la resistencia a un esfuerzo, la espera, etc.
Estos bienes inmateriales internos necesitan la complementariedad de ciertas condiciones, tales como tranquilidad, descanso, paz interior, lucidez, euforia, etc., según sean las circunstancias.
Es indudable que el sujeto siente la necesidad, y que acude a los tranquilizantes, estimulantes, analgésicos, barbitúricos, etc.
La época del 50 fue llamada la década de las drogas maravillosas; alrededor de 30 drogas cuyos componentes son los meprobanatos, reserpina, clorpromazina y, posteriormente, la Benzodiazina, componente del Librium, el liberador de estados de ansiedad más vendido.
Los anuncios en prestigiosas revistas médicas, alguno de los les transcribo: “Especial para la nerviosidad causada por entrevistas iniciales en el mundo de los negocios". "Alivia la tensión familiar debido a enfermedades, accidentes, bodas y funerales". "Quítese la preocupación del examen... lo hará por usted".
La realidad es que durante el año 1957 se expendieron en Estados Unidos 36 millones de recetas y se tomaron 1.200 millones de tabletas. Un profesor de la Universidad de Columbia calculó que "uno de cada siete estadounidenses toma tranquilizantes como medio de escapar a la angustia".
En otros casos se compran ilusiones, belleza, esbeltez, juventud.
En 1960 el pueblo norteamericano ha gastado 43 millones de dólares en píldoras para adelgazar. En tanto, el comercio del pan no llega a 20 millones de dólares.
Estos bienes que se expenden en tan fabulosas cantidades, en realidad no son más que sustitutos aparentes de bienes que no están en el mercado.
Cuál es el valor de estos bienes? Indudablemente que el precio no guarda relación con la intensidad del deseo del sujeto; el descanso para un atleta profesional en vísperas de una competencia, o la liberación de ciertas inhibiciones para el que debe presentarse en público, no pueden medirse en los términos del valor de cambio.
En este caso, el valor es puramente subjetivo y, probablemente, disfrute de una altísima renta del consumidor al adquirirla por ese precio establecido.
Estos bienes de substitución aparente también satisfacen necesidades de bienes "temporalmente inaccesibles por el sujeto"; en esta posición ya tenemos un punto de referencia: el del "bien temporalmente inaccesible"; por lo tanto, el bien de substitución aparente sólo será aceptado hasta el punto en que el valor de cambio de éste sea inferior al del bien que sustituye.
Por lo tanto, bien es toda cosa material o inmaterial que satisface una necesidad; cuando el bien reúne estos requisitos decimos que es un bien económico.
I) Escaso.
2) Accesible.
3) Útil.
4) Aprobado por la opinión pública.
Escaso: Un bien es escaso cuando existe en menor abundancia, que las personas que lo solicitan, tomando en consideración la totalidad del universo; por ejemplo: la tierra.
Por el contrario, son bienes libres o no económicos, aquéllos que existen en superabundancia.
Accesible: El bien tiene que ser accesible a la persona que lo solicita o requiere, es decir, que pueda ser aprehendido o tomado.
Útil: La utilidad es la condición esencial del bien económico y la utilidad debe ser conocida por quienes lo solicitan.
Aprobado por la opinión pública: Es decir, que los objetos pueden traficarse con el libre consenso de la comunidad; por ejemplo: nadie vendería un esclavo en la actualidad y sin embargo cualquiera vende mercaderías de contrabando, estando ambos penados por la ley.
Los bienes de sustitución aparente
La discusión sobre si los bienes inmateriales son o no bienes económicos ha sido superada hace tiempo.
No obstante, no todos bienes inmateriales están englobados, ya que los llamados bienes materiales internos (salud, juventud, inteligencia) no han sido considerados como tales, aunque ya en las notas del Código Civil, V. Sársfield señala: "Bajo la relación económica las facultades del hombre, sus actitudes, su inteligencia, su trabajo, constituyen su riqueza"
Es decir, que se les adjudica un valor económico, pero este valor recién aparece cuando se pone en relación con otro sujeto de la prestación de un servicio, la resistencia a un esfuerzo, la espera, etc.
Estos bienes inmateriales internos necesitan la complementariedad de ciertas condiciones, tales como tranquilidad, descanso, paz interior, lucidez, euforia, etc., según sean las circunstancias.
Es indudable que el sujeto siente la necesidad, y que acude a los tranquilizantes, estimulantes, analgésicos, barbitúricos, etc.
La época del 50 fue llamada la década de las drogas maravillosas; alrededor de 30 drogas cuyos componentes son los meprobanatos, reserpina, clorpromazina y, posteriormente, la Benzodiazina, componente del Librium, el liberador de estados de ansiedad más vendido.
Los anuncios en prestigiosas revistas médicas, alguno de los les transcribo: “Especial para la nerviosidad causada por entrevistas iniciales en el mundo de los negocios". "Alivia la tensión familiar debido a enfermedades, accidentes, bodas y funerales". "Quítese la preocupación del examen... lo hará por usted".
La realidad es que durante el año 1957 se expendieron en Estados Unidos 36 millones de recetas y se tomaron 1.200 millones de tabletas. Un profesor de la Universidad de Columbia calculó que "uno de cada siete estadounidenses toma tranquilizantes como medio de escapar a la angustia".
En otros casos se compran ilusiones, belleza, esbeltez, juventud.
En 1960 el pueblo norteamericano ha gastado 43 millones de dólares en píldoras para adelgazar. En tanto, el comercio del pan no llega a 20 millones de dólares.
Estos bienes que se expenden en tan fabulosas cantidades, en realidad no son más que sustitutos aparentes de bienes que no están en el mercado.
Cuál es el valor de estos bienes? Indudablemente que el precio no guarda relación con la intensidad del deseo del sujeto; el descanso para un atleta profesional en vísperas de una competencia, o la liberación de ciertas inhibiciones para el que debe presentarse en público, no pueden medirse en los términos del valor de cambio.
En este caso, el valor es puramente subjetivo y, probablemente, disfrute de una altísima renta del consumidor al adquirirla por ese precio establecido.
Estos bienes de substitución aparente también satisfacen necesidades de bienes "temporalmente inaccesibles por el sujeto"; en esta posición ya tenemos un punto de referencia: el del "bien temporalmente inaccesible"; por lo tanto, el bien de substitución aparente sólo será aceptado hasta el punto en que el valor de cambio de éste sea inferior al del bien que sustituye.
domingo, 29 de marzo de 2009
EL PROBLEMA ECONÓMICO
Si todos los bienes fueran superabundantes como el agua y el aire, el problema económico no existiría, pero como los bienes son limitados, las necesidades humanas son infinitas, y el hombre también está limitado por el tiempo, el fondo del problema consiste en un -problema de elección. Qué bienes obtener; cómo obtenerlos y cuándo obtenerlos.
Si suponemos la existencia de un jefe de familia que recibe un ingreso (primera limitación) y debe distribuirlo en forma tal que satisfaga las necesidades de su familia, estas necesidades serán algunas inmediatas, tales como comer y vestirse, y otras futuras (comprar una casa). Entendemos que cuando decimos futuras ya existe una limitación en el tiempo, puesto que la vida es limitada. El jefe de familia tendrá que formularse un plan de compras inmediato y un plan futuro (ahorro). Aquí se enfrenta con la primera elección. ¿Cuánto gastar y cuánto ahorrar? Una vez decidido este punto se plantea el problema: ¿Cómo gastar? ¿Cuáles son las compras más urgentes y cuáles pueden postergarse? Y, así sucesivamente, se encontrará ante un plan de decisiones. Este plan tiene un objetivo y es minimizar el gasto y tender a maximizar satisfacciones.
Si llevamos este mismo problema al nivel de la empresa o al nivel del Estado, nos encontraremos siempre con las mismas preguntas: ¿Qué producir? ¿Cómo producir? ¿Cuánto producir y cuándo?
He aquí lo que trata la Economía.
Primer planteo: ¿Qué producir? Es decir, cuáles son los bienes que deben ser producidos.
Segundo planteo: ¿Cómo producir? ¿Cuáles son los medios más adecuados de producción ¿Se emplearán hombres? ¿Máquinas?
La decisión no es solamente un problema de costos; el economista tiene que tener en cuenta la "evaluación social" tomando por ejemplo el de un Estado en vías de realizar un vasto plan de expansión. Si en ese país se tuviese un exceso de población sería conveniente el uso de hombres, ya que de esa manera se aumentarían los ingresos de la población por la creación de trabajo. En cambio, si el plan tuviera. lugar en un país con plena ocupación, lo indicado serian las máquinas. Si se decido por estas últimas, cabría preguntarse: ¿Que tipo de máquina es la más adecuada? Esto ya entra en el campo de la leeníea y debe resolverlo un ingeniero. No obstante, si hubiera una .diema-tiva entre dos máquinas de distintos precios volvería de ime\,. , I Dóblenla al campo de la economía.
Tercer planteo: ¿Para quién se va a producir? Es DECIR como se van a distribuier los bienes producidos y a quiénes van a estar destinados.
Estos planteos llevan involucrados problemas.
¿Qué producir?, lleva implícita la pregunta, ¿que no debemos producir?, es decir, ¿qué debemos comprar? En el caso de un pais esto se puede traducir en ¿qué debemos importar?
La disyuntiva que nos habíamos formulado en el segundo planteo: ¿Hombres o máquinas?, involucra otra pregunta: podemos comprar las maquinas?
La compra de las máquinas requiere dinero. El dinero dcsimado a la compra de máquinas (bienes de producción) se denomina. economía, CAPITAL. El capital presupone que existio un ahorro previo ¿Cuánto debe ser el ahorro? ¿Qué pasa si el ahorro es insuficiente o si es sobreabundante?
¿Para quiénes se va a producir?, lleva implicita la idea del consumo. Pero para que la gente consuma debe tener dinero. cuanto dinero debe haber? ¿Cómo tiene que estar distribuido? Aquí está contenida toda la parte de la economía que estudia la moneda, el crédito, la función de los bancos, los precios y los ingresos (salarios, beneficios, interés).
Si lo que se produce está destinado en parte a las exportaciones surgen otras alternativas: ¿Cuánto exportar? ¿ A quienes?
Estos y otros problemas son los que trataremos de explicar en, forma sencilla, en este pequeño libro de Economía, que sólo aspira a ser una introducción a temas de tanta magnitud.
Causa que agudiza el problema económico: la multiplicación de las necesidades
El individuo desea, conseguir bienes, motivado no sólo por sus necesidades biológicas (comer, beber, guarecerse), sino también por su visión del mundo, es decir, la visión de su contorno. Si vive en. una ciudad, por ejemplo, querrá tener todo aquello que hace agradable la vida: buena vivienda, televisores, lavarropas, heladeras, etc.; por lo tanto, a medida que avanza el grado de civilización, el número de necesidades se va ampliando, y cada vez se desean más cosas. Si bien es cierto que el avance de la producción es notable en los últimos años, el aumento de la población y, por consecuencia, de sus necesidades, es aún más rápido. Este ciclo se acelera con la intervención de la propaganda, que también genera necesidades. El hombre contemporáneo ha elevado su nivel de vida en relación con el hombre de principios de siglo; pero al mismo tiempo se ha ido paulatinamente esclavizando en su intento de satisfacer necesidades que el hombre de principios de siglo no conocía. El problema podía solucionarse por cualquiera de los dos polos generadores del problema. Es decir: o bien contener las necesidades o bien aumentar el número de bienes; o como solución intermedia, distribuir en forma más equitativa los bienes que se disponen. Esta última es la solución inmediata más factible, hasta que no se complete el proceso de la producción general. A continuación analizaremos uno por uno estos procedimientos.
1) Contener las necesidades
Es posible contener las necesidades cuando el individuo tiene una visión del mundo limitada, ya que desconoce algunos bienes y por lo tanto no los desea. Pero cuando el individuo tiene una visión amplia, del mundo, no se puede retrotraer a un nivel de vida inferior al conocido, salvo en casos excepcionales (guerra, terremotos, etc.). Una obrera de una gran industria actual, por ejemplo, se sentiria sumamente infeliz, si tuviera que satisfacer algunas de sus necesidades (higiene, transporte, comunicación) tal como las satisfacia la reina María Anlonieta. Por lo tanto, atacar el problema por esr polo no parecería ser lo más indicado, teniendo en cuenta el sentido social de tal limitación.
2) Aumentar los bienes
So ha visto que los bienes más codiciados son ; aquellos que el individuo ve a su alrededor, y que las motivaciones de sus deseos son el prestigio, el "confort", la imitación. Así, por ejemplo a nivel de encuestas se ha llegado a la conclusión de que el hombre medio urbano desea, en un orden de prioridad, una vivienda confortable un automóvil y una casa de fin de semana. Desgraciadamente, esos bienes no existen en cantidad suficiente para, lodos los que los desean, no existe por lo tanto, otra solución que la de incrementar la producción de los bienes (más viviendas, más automóviles, etc). Pero nada se conseguria si se dispusiera de casas y de automóviles en cantidad suficiente y no todos tuvieran el dinero para adquirirlos. Esta circunstancia no podría darse económicamente, ya que el mismo incremento de la producción genera ingresos a las personas que intervienen en ella. Consecuentemente, la producción crearía su propira demanda.
Esta solución, si bien es deseable, no en todos los casos es posible lograr.
En los países dependientes, es decir, aquellos , cuya estructura economica no está consolidada, como por ejemplo la Argentina, cuya estructura industrial no genera sus propios insumos, el aumento de.la producción de bienes finales trae como consecuencia un desequilibrio en el comercio exterior.
Una tercera solución, o sea, el reparto más equitativo de los bienes existentes también requiere una infraestructura. Por ejemplo, si -en una reforma agraria se subdividiera en parcelas una estancia de la Patagonia, requeriría previamente la formación de un centro en el que convergieran las parcelas, con lugares para acopiar, galpones, caminos convergentes, transportes, escuela, hospital, maquinarias agrícolas, provisión de agua a todas las parcelas, etc. Por lo tanto, la distribución no puede hacerse inmediatamente sin entorpecer la producción.
En cuanto a los bienes durables y semidurables (viviendas, automotores, heladeras, etc.), tampoco pueden ser distribuidos indiscriminadamente, ya que los mismos no alcanzarían para todos los que los quisieran, lo que obligaría a un racionamiento o a prioridades, evitando discriminaciones subjetivas que podrían culminar con la creación de nuevas clases privilegiadas.
Definiciones de Economía Política
Entre las primeras definiciones de Economía Política tenemos las siguientes: es la ciencia del valor, la ciencia de la riqueza (escuelas clásicas), la "ciencia que estudia la producción, distribución y consumo de bienes". Entre las definiciones modernas podemos destacar ésta: es la ciencia que trata la elección de los medios alternativos limitados para la satisfacción de necesidades ilimitadas.
Esta definición es importante porque toca a fondo el problema central económico: el principio de escasez.
Ubicación de la Economía Política entre las ciencias*
La Economía Política es una rama de las ciencias sociales positivas; es decir, estudia a la sociedad desde el punto de vista de las condiciones reales de hecho y tiene como objeto el aspecto económico de la realidad social.
Métodos para el estudio de la Economía
Dos son los métodos utilizados por la ciencia para sus investigaciones: Método Deductivo y Método Inductivo.
Método deductivo: este método parte de premisas universalmente válidas y de ellas por deducción llega a conclusiones partucilares este método fue aplicado en Economía Politica por las Escuelas Clásica y Neoclásica; es por su característica el utilizado en Matemáticas y Geometría.
Un ejemplo de premisa universalmente válida es la 1ey de gravedad. El peligro de utilizar este método consiste en que si la premisa no es verdadera, es falsa toda deducción. Los marinos de la Edad Media no se aventuraban más allá de los pilares de Hercules (Estrecho de Gibraltar) porque creían que la tierra era plana y allí estaba el límite. Por lo tanto la premisa era falsa y las.deducciones eran erróneas.
Método inductivo: el método de la inducción parte de la observación de hechos particulares y aislados, y la hilación de- los mismos, a fin de llegar a conclusiones de carácter general.
En las leyes físico-químicas se procede' a la experimentación y esto da como resultado leyes.
En las ciencias sociales la experimentación es limitada y las relaciones humanas no pueden dar lugar a leyes sino a tendencias
La Economía Política aplica ambos según aplique matemáticas, estadística o determinismos históricos.
El método inductivo se aplicó por primera vez en economía política por la escuela historicista, que estudió los hechos históricos en relación con los hechos económicos.
Consiste en tomar los hechos aisladamente, agrupandolos, correlacionadolos y observar si existe entre ellos alguna causa común.
La inducción no admite ninguna premisa a priori. Se sirve de la observación de los hechos y saca sus propias conclusiones a posteriori
En las ciencias sociales son usadas herramientas tales como estadísticas y censos, que son fuentes de datos que agrupados dan tendencias de carácter social. Un ejemplo sería la edad más frecuente de los cónyuges, la tasa de mortalidad infantil correlacionada con el bajo ingreso de las poblaciones, etc.
Relación de la Economía con otras ciencias
La Economía está relacionada con la Historia y la Geografía que le aportan los elementos en el tiempo y en el espacio, con la Geografía Económica, la Sociología, que le permite el conocimiento de las sociedades y las reacciones en grupo, con la Estadística que aporta los datos necesarios para un estudio cuantitativo de los hechos, con las Matemáticas que le permite la construcción de modelos teóricos y con el Derecho.
(Fuente: Teoria y Tecnica de la Ecomonia- Edic. Univ. Catolica de la Plata- Raquel Asla Moreno 4ta Edicion)
Si suponemos la existencia de un jefe de familia que recibe un ingreso (primera limitación) y debe distribuirlo en forma tal que satisfaga las necesidades de su familia, estas necesidades serán algunas inmediatas, tales como comer y vestirse, y otras futuras (comprar una casa). Entendemos que cuando decimos futuras ya existe una limitación en el tiempo, puesto que la vida es limitada. El jefe de familia tendrá que formularse un plan de compras inmediato y un plan futuro (ahorro). Aquí se enfrenta con la primera elección. ¿Cuánto gastar y cuánto ahorrar? Una vez decidido este punto se plantea el problema: ¿Cómo gastar? ¿Cuáles son las compras más urgentes y cuáles pueden postergarse? Y, así sucesivamente, se encontrará ante un plan de decisiones. Este plan tiene un objetivo y es minimizar el gasto y tender a maximizar satisfacciones.
Si llevamos este mismo problema al nivel de la empresa o al nivel del Estado, nos encontraremos siempre con las mismas preguntas: ¿Qué producir? ¿Cómo producir? ¿Cuánto producir y cuándo?
He aquí lo que trata la Economía.
Primer planteo: ¿Qué producir? Es decir, cuáles son los bienes que deben ser producidos.
Segundo planteo: ¿Cómo producir? ¿Cuáles son los medios más adecuados de producción ¿Se emplearán hombres? ¿Máquinas?
La decisión no es solamente un problema de costos; el economista tiene que tener en cuenta la "evaluación social" tomando por ejemplo el de un Estado en vías de realizar un vasto plan de expansión. Si en ese país se tuviese un exceso de población sería conveniente el uso de hombres, ya que de esa manera se aumentarían los ingresos de la población por la creación de trabajo. En cambio, si el plan tuviera. lugar en un país con plena ocupación, lo indicado serian las máquinas. Si se decido por estas últimas, cabría preguntarse: ¿Que tipo de máquina es la más adecuada? Esto ya entra en el campo de la leeníea y debe resolverlo un ingeniero. No obstante, si hubiera una .diema-tiva entre dos máquinas de distintos precios volvería de ime\,. , I Dóblenla al campo de la economía.
Tercer planteo: ¿Para quién se va a producir? Es DECIR como se van a distribuier los bienes producidos y a quiénes van a estar destinados.
Estos planteos llevan involucrados problemas.
¿Qué producir?, lleva implícita la pregunta, ¿que no debemos producir?, es decir, ¿qué debemos comprar? En el caso de un pais esto se puede traducir en ¿qué debemos importar?
La disyuntiva que nos habíamos formulado en el segundo planteo: ¿Hombres o máquinas?, involucra otra pregunta: podemos comprar las maquinas?
La compra de las máquinas requiere dinero. El dinero dcsimado a la compra de máquinas (bienes de producción) se denomina. economía, CAPITAL. El capital presupone que existio un ahorro previo ¿Cuánto debe ser el ahorro? ¿Qué pasa si el ahorro es insuficiente o si es sobreabundante?
¿Para quiénes se va a producir?, lleva implicita la idea del consumo. Pero para que la gente consuma debe tener dinero. cuanto dinero debe haber? ¿Cómo tiene que estar distribuido? Aquí está contenida toda la parte de la economía que estudia la moneda, el crédito, la función de los bancos, los precios y los ingresos (salarios, beneficios, interés).
Si lo que se produce está destinado en parte a las exportaciones surgen otras alternativas: ¿Cuánto exportar? ¿ A quienes?
Estos y otros problemas son los que trataremos de explicar en, forma sencilla, en este pequeño libro de Economía, que sólo aspira a ser una introducción a temas de tanta magnitud.
Causa que agudiza el problema económico: la multiplicación de las necesidades
El individuo desea, conseguir bienes, motivado no sólo por sus necesidades biológicas (comer, beber, guarecerse), sino también por su visión del mundo, es decir, la visión de su contorno. Si vive en. una ciudad, por ejemplo, querrá tener todo aquello que hace agradable la vida: buena vivienda, televisores, lavarropas, heladeras, etc.; por lo tanto, a medida que avanza el grado de civilización, el número de necesidades se va ampliando, y cada vez se desean más cosas. Si bien es cierto que el avance de la producción es notable en los últimos años, el aumento de la población y, por consecuencia, de sus necesidades, es aún más rápido. Este ciclo se acelera con la intervención de la propaganda, que también genera necesidades. El hombre contemporáneo ha elevado su nivel de vida en relación con el hombre de principios de siglo; pero al mismo tiempo se ha ido paulatinamente esclavizando en su intento de satisfacer necesidades que el hombre de principios de siglo no conocía. El problema podía solucionarse por cualquiera de los dos polos generadores del problema. Es decir: o bien contener las necesidades o bien aumentar el número de bienes; o como solución intermedia, distribuir en forma más equitativa los bienes que se disponen. Esta última es la solución inmediata más factible, hasta que no se complete el proceso de la producción general. A continuación analizaremos uno por uno estos procedimientos.
1) Contener las necesidades
Es posible contener las necesidades cuando el individuo tiene una visión del mundo limitada, ya que desconoce algunos bienes y por lo tanto no los desea. Pero cuando el individuo tiene una visión amplia, del mundo, no se puede retrotraer a un nivel de vida inferior al conocido, salvo en casos excepcionales (guerra, terremotos, etc.). Una obrera de una gran industria actual, por ejemplo, se sentiria sumamente infeliz, si tuviera que satisfacer algunas de sus necesidades (higiene, transporte, comunicación) tal como las satisfacia la reina María Anlonieta. Por lo tanto, atacar el problema por esr polo no parecería ser lo más indicado, teniendo en cuenta el sentido social de tal limitación.
2) Aumentar los bienes
So ha visto que los bienes más codiciados son ; aquellos que el individuo ve a su alrededor, y que las motivaciones de sus deseos son el prestigio, el "confort", la imitación. Así, por ejemplo a nivel de encuestas se ha llegado a la conclusión de que el hombre medio urbano desea, en un orden de prioridad, una vivienda confortable un automóvil y una casa de fin de semana. Desgraciadamente, esos bienes no existen en cantidad suficiente para, lodos los que los desean, no existe por lo tanto, otra solución que la de incrementar la producción de los bienes (más viviendas, más automóviles, etc). Pero nada se conseguria si se dispusiera de casas y de automóviles en cantidad suficiente y no todos tuvieran el dinero para adquirirlos. Esta circunstancia no podría darse económicamente, ya que el mismo incremento de la producción genera ingresos a las personas que intervienen en ella. Consecuentemente, la producción crearía su propira demanda.
Esta solución, si bien es deseable, no en todos los casos es posible lograr.
En los países dependientes, es decir, aquellos , cuya estructura economica no está consolidada, como por ejemplo la Argentina, cuya estructura industrial no genera sus propios insumos, el aumento de.la producción de bienes finales trae como consecuencia un desequilibrio en el comercio exterior.
Una tercera solución, o sea, el reparto más equitativo de los bienes existentes también requiere una infraestructura. Por ejemplo, si -en una reforma agraria se subdividiera en parcelas una estancia de la Patagonia, requeriría previamente la formación de un centro en el que convergieran las parcelas, con lugares para acopiar, galpones, caminos convergentes, transportes, escuela, hospital, maquinarias agrícolas, provisión de agua a todas las parcelas, etc. Por lo tanto, la distribución no puede hacerse inmediatamente sin entorpecer la producción.
En cuanto a los bienes durables y semidurables (viviendas, automotores, heladeras, etc.), tampoco pueden ser distribuidos indiscriminadamente, ya que los mismos no alcanzarían para todos los que los quisieran, lo que obligaría a un racionamiento o a prioridades, evitando discriminaciones subjetivas que podrían culminar con la creación de nuevas clases privilegiadas.
Definiciones de Economía Política
Entre las primeras definiciones de Economía Política tenemos las siguientes: es la ciencia del valor, la ciencia de la riqueza (escuelas clásicas), la "ciencia que estudia la producción, distribución y consumo de bienes". Entre las definiciones modernas podemos destacar ésta: es la ciencia que trata la elección de los medios alternativos limitados para la satisfacción de necesidades ilimitadas.
Esta definición es importante porque toca a fondo el problema central económico: el principio de escasez.
Ubicación de la Economía Política entre las ciencias*
La Economía Política es una rama de las ciencias sociales positivas; es decir, estudia a la sociedad desde el punto de vista de las condiciones reales de hecho y tiene como objeto el aspecto económico de la realidad social.
Métodos para el estudio de la Economía
Dos son los métodos utilizados por la ciencia para sus investigaciones: Método Deductivo y Método Inductivo.
Método deductivo: este método parte de premisas universalmente válidas y de ellas por deducción llega a conclusiones partucilares este método fue aplicado en Economía Politica por las Escuelas Clásica y Neoclásica; es por su característica el utilizado en Matemáticas y Geometría.
Un ejemplo de premisa universalmente válida es la 1ey de gravedad. El peligro de utilizar este método consiste en que si la premisa no es verdadera, es falsa toda deducción. Los marinos de la Edad Media no se aventuraban más allá de los pilares de Hercules (Estrecho de Gibraltar) porque creían que la tierra era plana y allí estaba el límite. Por lo tanto la premisa era falsa y las.deducciones eran erróneas.
Método inductivo: el método de la inducción parte de la observación de hechos particulares y aislados, y la hilación de- los mismos, a fin de llegar a conclusiones de carácter general.
En las leyes físico-químicas se procede' a la experimentación y esto da como resultado leyes.
En las ciencias sociales la experimentación es limitada y las relaciones humanas no pueden dar lugar a leyes sino a tendencias
La Economía Política aplica ambos según aplique matemáticas, estadística o determinismos históricos.
El método inductivo se aplicó por primera vez en economía política por la escuela historicista, que estudió los hechos históricos en relación con los hechos económicos.
Consiste en tomar los hechos aisladamente, agrupandolos, correlacionadolos y observar si existe entre ellos alguna causa común.
La inducción no admite ninguna premisa a priori. Se sirve de la observación de los hechos y saca sus propias conclusiones a posteriori
En las ciencias sociales son usadas herramientas tales como estadísticas y censos, que son fuentes de datos que agrupados dan tendencias de carácter social. Un ejemplo sería la edad más frecuente de los cónyuges, la tasa de mortalidad infantil correlacionada con el bajo ingreso de las poblaciones, etc.
Relación de la Economía con otras ciencias
La Economía está relacionada con la Historia y la Geografía que le aportan los elementos en el tiempo y en el espacio, con la Geografía Económica, la Sociología, que le permite el conocimiento de las sociedades y las reacciones en grupo, con la Estadística que aporta los datos necesarios para un estudio cuantitativo de los hechos, con las Matemáticas que le permite la construcción de modelos teóricos y con el Derecho.
(Fuente: Teoria y Tecnica de la Ecomonia- Edic. Univ. Catolica de la Plata- Raquel Asla Moreno 4ta Edicion)
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